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Silvia

Mis ojos no creen lo que están viendo.

-Alex...¿Qué haces aquí?-Me acerco y le doy dos besos.

-Bueno, mi hermana vive aqui y vengo bastantes veces a verla.

-Ya... -Sonrio levemente

-¿Y tú?-Alex se apoya en el marco de la puerta.

-Yo...-Bajo mi vista hasta mis manos-Necesito dinero y me han dado esta dirección, pero creo que se han equivocado.

-No, no lo han hecho.-Miro a Alex sin comprender-Yo presto dinero, Silvia.

-¿Tú?

-Si. ¿Pero porque necesitas dinero?

-Bueno hubo un secuestro en el hospital y me quitaron el dinero de mi padre. Vamos que me he quedado sin nada.

-Vaya, lo siento-Alex coge mi mano entre las suyas.-Pasa, sentemonos.

Quito disimuladamente mi mano de las suyas y entro dentro de la pequeña habitación.

-¿Y que haces aquí?

-Me ofrecieron un trabajo y decidi venir con el poco dinero que me quedo, pero ya no me queda nada, no sabia que esto era tan caro...

-A mi me paso igual, tranquila. ¿Cuanto necesitas?-Alex se sienta delante mia sin dejar de mirarme.

-No se... Tengo que pagar el hotel, comprar comida... Aprender alemán-Cada vez voy bajando más la voz.

Alex comienza a escribir en un papel sin decir nada para después mirarme. Extiende el cheque hacia mí.

-Toma, espero que te sea suficiente-Cojo el cheque, viendo la cifra.

-Esto es mucho...-Digo sin apartar la vista de los 5000€ bien escritos en el pequeño papel

-No te preocupes ya me lo devolveras.-Alex me mira.-No hay prisas para que me los des. Poco a poco, segun puedas ¿vale?

-Alex, yo... Gracias.

-No tienes que agradecerme nada. Por cierto, ¿ha venido tu novio contigo?-Alex saca un cigarrillo, encendiendolo sin dejar de mirarme.

-No. Lo dejamos antes de venir-Noto como el olor a tabaco se mete en mis fosas nasales, haciendo que me remueva incómoda en la silla.
-Vaya, lo siento. Aunque me alegro, asi al menos tendré alguna oportunidad ¿no?-Alex sonrie de lado, pero su sonrisa no me provoca ni la mitad de lo que de lo que me provoca Álvaro.-Bueno, pues cuando quieras vienes.

-¿Vas a estar aqui mucho tiempo?

-No, dentro de unos dias vuelvo a Madrid, tengo asuntos que atender... Pero pronto volveré. Además si vienes a pagar algun día y no estoy yo, se lo das a él-dice señalando al hombre de la esquina-Es de mi total confianza.-Miro al hombre unos segundos, resultandome familiar.

-Bueno tengo que irme-Me levanto rápidamente de la silla, haciendo que Alex también se levante.

-Cuando quieras quedamos para tomar algo.

-Claro. Adiós.

-Silvia...-Me giro aun con el pomo de la puerta en la mano.-Si algún dia necesitas algo o ayuda, aqui me tienes. Y si necesitas más dinero también.-Asiento una última vez, saliendo de esa habitación.

Camino rápidamente por el pasillo, hasta salir a la calle. Respiro el aire fresco, notando como las náuseas van desapareciendo de mi poco a poco.

-No se si estoy haciendo lo correcto, pequeño. Pero no me queda más remedio.

Decido regresar al hotel caminando. Dos horas más tarde y tras pasar por un banco, me tumbo en mi cama. Cierro los ojos pasando mis manos por mi vientre, imaginandome que es Álvaro el que lo hace. Álvaro...¿Como estará?

Solamente túWhere stories live. Discover now