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P.O.V. Lauren

— Lauren, baja a comer. -oí gritar a mi madre, la verdad no tenía ganas de comer, mucho menos de bajar, pero corría el riesgo de que el castigo sea peor, así que decidí no provocarla. Me levanté y busqué un pantalón más cómodo, me cambié y luego bajé.

— No me sirvas mucho, no tengo mucho apetito. -dije al llegar a la cocina, la vecina nueva estaba sentada al otro extremo de la mesa, me senté en mi lugar de siempre y mi madre nos sirvió la comida.

— En serio tus hijas no van a venir? Hay mucha comida para todas, mi marido recién llega mañana. -decía mi madre, observé a la señora y la vi negar con la cabeza.

— No, mis hijas son algo tímidas, después las llevaré a comer en algún sitio. -respondió apenada. Yo comencé a comer apenas mi madre colocó el plato de comida en mi frente.

— Lauren! Debes esperar a que dé las gracias por la comida. -me reprendió mi madre, pero yo seguí masticando, no lo iba a escupir de nuevo. Mi madre se sentó y dio las gracias, apenas finalizó y ya llevé otro bocado a la boca, pues quería terminar cuanto antes y subir de nuevo a mi habitación.

— Esto está delicioso. -dijo la señora. Estaba mintiendo, mi madre era la peor cocinera que conocía, nunca se le dio bien cocinar y ella misma lo había admitido.

— Me alegra que sea de su agrado. -respondió mi madre.- a qué preparatoria irán tus hijas? -le preguntó mi madre a la señora y deseaba que no dijese.

—Ransom Everglades. -demonios, ahí no.- Parece ser una buena opción, también tengo en mente el Carrollton, -ojalá se decida por ese.- pero no me convence tanto.

— Ransom es horrible, no se lo recomiendo!

— Lauren! -me reprendió mi madre.- La verdad yo quería que Lauren estudiara en el Carrollton, pero por motivos que están fuera de nuestras manos, no fue admitida, -claro, es una preparatoria sólo para niñas y yo tengo un pene.- entonces optamos por Ransom, es un excelente lugar, deberías de llevarlas allí, así irían con Lauren en el autobús escolar.

— Mamá!!!! -por qué me estaba ofreciendo como compañía?

— Ignora a mi hija por favor, esos  modales definitivamente los heredó de la familia de su padre. -la vecina rió y continuó hablando con mi madre.

— Camila sólo iría dos años de todos modos, cumple 16 este año, Sofía es una excelente es tudiante, Camila es un poco más floja, pero quiero un buen lugar para mis niñas.

— El Ransom es el mejor lugar sin duda.

— Puedo retirarme? -pregunté una vez que terminé de comer.

— Ve a tu cuarto y no te olvides de cepillarte los dientes. -rodé los ojos y me fui del comedor.

Subí hasta mi cuarto y me saqué el pantalón, busqué mi bóxer más cómodo y una playera holgada, fui al baño y me desnudé, hacía mucho calor el día de hoy, al sacarme la ropa completamente observé mi anatomía a través del espejo del baño, me comenzaban a crecer los senos, se veían raros, lo de abajo tampoco se quedaba atrás. Mi padre me enseñó muchas cosas, me explicaron tanto mi madre como mi padre las diferencias, obviamente también averigüe en internet otras cosas, a veces cuando me despertaba tenía una erección involuntaria, mi padre me dijo que eso era totalmente normal, que a casi todos los hombres les sucedía eso, pero yo qué era exactamente? Hombre o mujer?

Me quedé observando mi cuerpo unos minutos más, dentro de poco tendría 15 años y debía decidir si conservarlo o quitarlo de mi cuerpo, suspiré y me alejé del espejo para comenzar a bañarme.

Después de la relajante ducha me tumbé de nuevo en la cama y quedé profundamente dormida.


*** 


— Lauren? Oh por Dios! Ponte algo para dormir! -oí la voz escandalosa e inconfundible de Ally. No podía abrir los ojos, me pesaban los párpados.

— Déjame dormir! -dije cubriéndome con mi manta.

— Levanta tu blanco trasero, vístete y vamos a comprar helado, recién son las seis de la tarde! -dijo ella tirándome de los pies.

— No quiero levantarme. -gruñí.

— Para eso me pediste que viniera? Para que puedas hacer tus berrinches? -se oía molesta. Levanté la cabeza con pereza.

— Sal de mi habitación si es que no quieres ver mi bello cuerpo. -no fue necesario repetirlo, pues salió disparada de mi cuarto. Me levanté y fui por mi ropa del baño, volví y me puse el bóxer, busqué un short cómodo y una playera de mi banda favorita. Me fui de nuevo al baño y me lavé el rostro, recogí en una coleta mi cabello y salí a buscar a Ally.

Cuando estuve en la planta baja, la vi hablando con mi madre, de seguro hablaban de la biblia, Ally era mi mejor amiga desde que tengo memoria, era 6 años mayor que yo, ella me cuidaba cuando yo era más pequeña, así que sabía todo de mí y me protegía siempre.

— Lauren, recuerda que estás castigada, pero sólo por ser Ally la que me lo pide, te dejaré salir, compórtate y no vuelvan tan tarde. -dijo mi mamá apenas al notarme. Ally se levantó y me sonrió.

— Gracias tía Clara, la traeré temprano, sana y salva. -dijo sonriente mi amiga, dejó un beso en la mejilla de mi madre y se acercó a darme un abrazo. — Hola ojitos. -dijo después de separarse.

— Hola gigante. -respondí jugando y salimos de la casa.

— Me enteré de que ya llegaron las nuevas vecinas. -comentó. Ahora ya sabía de qué estaban hablando con mi madre.

— Eso creo. -respondí restándole importancia. — Qué hiciste el día de hoy? -quise cambiar de asunto.

— Son ellas? -preguntó Ally.

— Quiénes? Qué? -dije sin entender.

— Las vecinas, Lauren! -dijo dándome una palmada en el brazo. Miré hacia la casa de las vecinas y estaban sentadas en el porche.

— Ah sí, supongo. Qué sabor vamos a  comprar esta vez? -cambié de nuevo el asunto, pero Ally podría llegar a ser muy pero muy testaruda a veces.

— Ven, vayamos a saludar. -dijo tomándome de la mano y haciéndome cruzar la calle.

Accidentalmente Enamoradas  (CAMREN G!P)Where stories live. Discover now