Accidentalmente Enamoradas (CAMREN G!P)

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P.O.V. Camila.

— Cómo que te suspendieron? -pregunté a Dinah, quien entró furiosa al salón de clases. El maestro aún no llegaba y estábamos todos allí.

— Esa maldita fenómeno me las va a pagar! -decía mientras juntaba sus cosas.

— No te preocupes, te vengaremos. -dijo Austin abrazando a Dinah por los hombros.

— No. Por ahora no haremos nada, -respondió ella.- la directora nos tendrá vigilados muy de cerca y apenas inicia el año, tenemos mucho tiempo para hacerla sufrir. Además creo que colocarán cámaras en el colegio, todo por culpa de esa maldita fenómeno.

— Por cuánto tiempo estarás suspendida? -preguntó Shawn.

— Dos semanas. -bufó Dinah.

— Dame tu dirección, te llevaré los apuntes y las tareas. -me ofrecí, quería tener su protección y confianza. Ella me observó.

— No creo que te agrade ir a mi casa. -respondió sincera.

— Es cierto, no sólo su nombre es largo, su familia también lo es. -rió Austin y recibió un codazo por parte de Dinah.

— Son altos como tú? -dije sin entender el chiste.

— No, bueno sí, pero se refiere a que tengo muchos hermanos y son muy fastidiosos. -respondió ella.

— Yo también tengo una hermanita y me llevo bien con los niños. -dije restando importancia. La verdad era que no tenía tanta paciencia con los niños.

— Ok. -respondió y sacó una hoja del cuaderno de Austin y apuntó la dirección y su número.- Llámame cuando vayas. Ahora me voy, antes de que me suspendan por más días por seguir aquí. Nos vemos. -se despidió con la mano y se fue.

— Creo que ahora seré tu guardaespaldas bebé. -dijo Austin meneando las cejas.

— Estás loco? -dijo Shawn empujándolo.- Yo la cuidaré, así que aléjate. -Austin lo empujó de nuevo.

— Oblígame perro. -comenzaron a discutir y yo rodé los ojos. Iba a tener que aguantar a estos tontos en ausencia de Dinah. Ellos siguieron empujándose, hasta que vi entrar a la amiga de la fenómeno, la negra para ser más precisa. Dónde estaban las demás?

— Buenas buenas alumnos. Bienvenidos a mi clase. -dijo el profesor entrando. Escuché los suspiros de algunas compañeras, incluso la de un niño que estaba sentado detrás mío.

— Buenos días maestro Styles. -respondieron algunos alumnos. Todos fueron a sus lugares, el maestro parecía divertido y amable.

— Quiero que vayan directamente al libro en la página 727, hoy hablaremos de la importancia... -no pude prestar atención porque quería saber qué pasó con la fenómeno, también quería saber por qué le decían fenómeno. Será que también la suspendieron? Dinah ni siquiera nos contó lo sucedido.

— Creo que a la señorita no le interesa mi clase. -oí después de que alguien golpeara mi mesa con una regla. Levanté la vista y el maestro estaba frente a mí.

— Yo... claro que estoy prestando atención. -dije acomodándome en mi asiento. Sentía la mirada de todos sobre mi persona.

— Entonces, si estabas prestando atención, podrías decirme en qué año se extinguieron todos los dinosaurios? -preguntó él.

— En... -pensé en hacer un chiste, pero no era el momento.- en el año...

— Incorrecto. -dijo antes de que diga la respuesta.

— Pero ni siquiera me dejó terminar. -respondí molesta.

— Porque en economía y matemáticas, no hablamos de dinosaurios, alumna. -respondió él y todos rieron.- Suficiente. -habló fuerte el maestro y todos guardaron silencio.- Continuemos.

Él comenzó a hablar de nuevo, esta vez sí presté atención. Por suerte el día pasó volando, cuando me di cuenta ya estaba con Sofi y mi madre en casa.

***

— En vez de quedarme en ese lugar pedí que me mudaran. -Sofi le contaba a mamá cómo le fue en su primer día.

— Hoy suspendieron a una compañera por culpa de otra compañera. -comenté. Mi madre me miró y suspiró. Luego miró de nuevo a Sofi y siguieron charlando.- Estaré arriba. -informé y me fui a mi habitación.

Abrí mi ventana y salí al pequeño balcón que tenía, decidí llamar a Dinah, ya que debía llevarle la tarea o invitarla a casa, así no estaría tan aburrida. Marqué el número, pero no respondía, decidí entonces enviarle un mensaje avisando de que era yo quien llamaba.

Mensaje: Dinah Compa.

Hey Dinah, soy Camila Cabello
te llamaba para hablar sobre
los apuntes y tareas del cole.
Respóndeme cuando puedas.

Enviado.

Me recoste por la barandilla del balcón y sin querer me fijé en la casa de la vecina, se oía música a todo volumen, miré en dirección a una de las ventanas y vi a alguien corriendo por la habitación con una... guitarra imaginaria?

Esa debía ser la idiota de la vecina, luego vi a otra chica, era una castaña, parecían divertirse.

Entré de nuevo a mi habitación y me tiré a la cama, mi teléfono comenzó a vibrar, miré pensando que era Dinah o alguna amiga de Cuba, pero no tenía registrado el número, es más, me aparecía algo como "información oculta"

— Hola, quién habla? -respondí.

— Sé lo que hiciste en el colegio. -respondió susurrando.

— Qué? Quién eres? -dije molesta. Oí una risita y la llamada finalizó.- Estúpida! -grité al teléfono.

— KARLA, BAJA! -oí gritar a mi madre. Odiaba cuando me llamaba así. Pensé en hacerme la dormida, pero mi madre era capaz de subir con las chanclas como proyectiles.

Me levanté de mala gana y bajé junto a ella. Al llegar a la planta baja las vi en la sala.

— Vamos a salir? -pregunté ya que las vi cerca de la puerta.

— Sofía y yo iremos a hacer compras, tú te quedarás a cargo de la casa. -informó mi madre.

— A dónde irán? Por qué no estoy invitada? -dije confundida.

— Después hablaremos a solas Karla, ahora cuida la casa. -respondió abriendo la puerta.

— Adiós Kaki. -dijo Sofi saliendo de la casa. Mi madre me dio una última mirada y cerró la puerta tras salir.

Qué ocurría? Mi madre parecía molesta, porque ella sólo me llamaba así cuando hacía algo malo. Pero qué había hecho yo para que ella esté así?
Todo esto estaba raro, me tiré al sofá y me quedé mirando el techo. Pocos minutos después quedé profundamente dormida.