Susto en el mar

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Capítulo 6:

Los soldados superaban en número a los rebeldes, pero estos tenían la ventaja de estar pegados al borde del barco, porque si no les rodearían. También mantenían la esperanza que si armaban mucho ruido, atraerían a los barcos aliados que patrullaban por esa zona.

Erik le propinó a su adversario un buen golpe con el escudo debajo de la mandíbula, cosa que lo dejó mareado, y cuando bajó la guardia, le atravesó con la espada. Celeste luchaba contra un hombre que le sacaba dos cabezas, cosa que le dificultaba la defensa, porque atacaba por arriba. Erik dispuesto a ayudar a su amigo, rompió la formación y se dirigió al otro lado de la falange, que era donde se encontraba su amigo. Los rebeldes al verle romper la formación también la rompieron y, con un grito de guerra se abalanzaron contra el enemigo, dejando claro que iban a vender caras sus vidas. Erik saltó encima del gigante contra el que luchaba su compañero, y le dio un buen golpe en la base del cuello, lo que le dejo aturdido. Aprovechando esta oportunidad, Celeste le atravesó la barriga. Cuando cayó muerto se dirigieron contra otros dos que les venían por delante. Erik se agacho cuando su contrincante le lanzó una estocada, y cuando todavía no se había preparado para lanzar otro ataque, lo tiró por los aires haciendo que diera una vuelta . A su compañero no le iba tan bien, ya que su adversario estaba equipado con una maza y escudo redondo. Éste le dejó el escudo a Celeste abollado, por culpa de los golpes, cada vez más fuertes, que le propinaba. Cuando iba a soltar su escudo por el dolor que le estaban causando los golpes, una lanza se abrió paso entre el pecho de su adversario, era el jefe rebelde que los había salvado. Antes de que pudiera quitar la lanza del cadáver, una espada le cortó la cabeza. Su cuerpo cayó de rodillas antes de desplomarse sobre el soldado que acababa de matar. Celeste al ver caer el cuerpo del hombre, que le había salvado la vida ya dos veces, notó como su estómago se contraía de furia contra aquel soldado y todos los hombres del rey, incluido este. Una fuerza sobrenatural le salió de lo más hondo y con una agilidad y rapidez sorprendentes, le lanzó un tajo al cuello al soldado, que no tuvo tiempo de reaccionar, y su cuerpo sin vida cayó con la garganta lanzado borbotones de sangre. Celeste lanzó un grito que no pudo reprimir mostrando una furia que nunca había tenido. Se lanzó contra un soldado que se hallaba a su derecha, con el escudo paró el ataque de su contrincante y lo atravesó con la espada de lado a lado. El ruido que hizo el soldado al caer fue muy estruendoso, ya que chocó contra el gong que había en el centro del barco para dar ordenes. A los pocos segundos, se escuchó el sonido de un cuerno rebelde. Los refuerzos llegaban.

Llamas de libertadWhere stories live. Discover now