Scream for me [Horrordust] [+18]

CRY FOR ME

Deslicé mi lengua a lo largo de mis dientes saboreando las cenizas que habían cubierto mi rostro en un estallido de real gloria...

Y el rey yacía a mis pies... ¿rey? ¿rey de que? me preguntaba.

"De nadie, todos murieron"

"Y nunca vino en su ayuda" concordé con mi querido hermano vislumbrando a una flor temblorosa al otro extremo de la sala real, atravesada unos segundos después por un hueso ebullendo de las entrañas de la tierra "Nunca nadie vino" reí por lo bajo, luz emanando del cuarto contiguo donde descansaba la inquebrantable barrera.

A veces consideraba la posibilidad de tomar el alma del humano y abrirla, las seis ánimas deberían seguir intactas en algún lugar de este hueco pero... pero no valía la pena, realmente no valía la pena pues la esperanza había fluido fuera de mi alma como agua putrefacta e incontenible de entre mis falanges.

La superficie solo estaba a rebosar de engendros cruentos, sin misericordia, ni piedad; como esa cosa que nos había condenado a un bucle genocida; como los bélicos humanos que nos privaron del placer de la vida y nos enterraron con aún pulso en nuestros corazones, como si de menos que cadáveres nos tratáramos; como esas detestables criaturas que condenaron a muerte a los dos hijos del rey... tantos castigo por... solo ser.

Solo quería dormir, olvidarlo todo... descansar.

Descansar.

No pude evitar sonreír en ironía por el pensamiento, Cerrando mis ojos solo para reaparecer frente al polvoriento pasillo del juicio.

No. Nunca podría descansar, solo bastaba con parpadear para encontrarme una vez más rodeado de pútridos recuerdos, ya difusos, entremezclados, inciertos, algunos ni siquiera reales, solo fragmentos de sueños inconclusos y... a pesar de ello todos congruían en lo mismo; polvo en mis manos, gritos en mi cráneo y lágrimas en vacías cuencas...

Pero ya no sentía nada.

Nada.

No sentía nada y...

"¿Dormirás?"

Me recosté contra una de las largas columnas de oro, el cántico de aves brillaba en su ausencia, los retoños de la primavera se habían congelado como la 'vida' misma en el lugar simplemente cesando su florecer, luz de formaciones minerales luminosas a duras penas atravesaba vitrales a rebosar de cenizas, y ni un paso era dado en el subsuelo... el momento perfecto para 'descansar'.

"Dormiré" respondí buscando la roja bufanda que sostenía su siempre perenne sonrisa "Creo merecerlo" asintió en entendimiento.

Me deslicé hasta una posición cómoda, cerrando mis ojos, dejando que mi natural talento para caer dormido fuese suficiente para simplemente dejarme ir.

El último 'sueño' había sido realmente interesante, aunque no estaba cien por ciento seguro de que se tratase de uno; después de todo, la muerte que se me fue dada en esa ilusión causó un reseteo, la siguiente vez que abrí los ojos estaba siendo jalado por mi querido hermano a la estúpida patrulla de esa mañana... dios, cuánto detestaba tener que repetir todo.

¿Ese otro Sans era real entonces?. En fin, qué más daba, realmente me importaba una mierda.

Pero aquí estaba una vez más, otro sueño lucido, tan poco comunes como un humano con piedad.

Bufé iniciando mi camino por lo que parecía ese laboratorio en Hotlands, ¿como se llamaba la bola amarilla de gafas esa?...

Bueno, qué más daba, no valía la pena recordar los nombres de los difuntos.