Scream for me [Horrordust] [+18]

LOSING IT

Aún cuando ya había despertado hacía unos cuantos segundos atrás, no podía contener esta estúpida risa por... lo que sea que haya sido eso.

Fue muy obvio, si; pero vamos, era un clásico.

"¡Sans, hoy será el día en que atrape a un humano, levanta..." en cuanto entró a mi habitación una serie de huesos emergiendo del suelo le silenciaron por completo. Murmuró algunas estupideces entre un último momento de agonía mientras sus cenizas se arrastraban por el suelo, absorbidas eventualmente por el remolino de basura en una esquina de esta habitación.

"¡Vaya Sans, eso fue bastante rápido; estás mejorando hermano!" sonreí hacía mi querido Papyrus sentandome en el borde de la cama.

"Creo que hoy estoy con el ánimo de romper mi record. ¿Cuanto era?"

"¡Dos horas, veintitrés minutos, quince segundos!" estiré mi cuello metiendo mis pies en el par de pantuflas tiradas en el suelo.

"Hagámoslo dos horas y veinte minutos entonces" comenté dejando aflorar esa sonrisa que muy rara vez tenía a la hora de iniciar otro genocidio, por no decir que nunca.

Realmente quería sentir cenizas bañar mis manos el día de hoy.

"Wowie Sans, ¡ese es el espiritu!" sentenció, siendo lo último que escuché antes de dejarme consumir por este estado de completa ebriedad en instintos puramente carnales, o ¿huesales?, ni puta idea.

Y lo amaba, dejarme engullir.

Figuras caminando en torno a mí como extraños; rostros ajenos, gritos distantes, tan disonantes como una siniestra sinfonía sin forma revoloteando por mi craneo, cegándome, enmudeciéndome, insensibilizándome. Todo se reducía a una droga consumiendo mis inexistentes entrañas, escalando por mis huesos a lo largo de mi columna, impulsando mis movimientos deseosos, dios, tan deseosos de rasgar, destrozar, danzar entre cenizas vistiendo el aire y... respirarlas, profundo, llenándome. Quería consumirme en ellas, el poder subiedo, mi alma desbordándose de veneno, tan amargo y adictivo. Y con cada muerte, con cada corte, con cada grito la cercanía al poder total me sobrecogía y consumía , como una gota más perdiéndose entre un mar de pecado... solo siendo uno con el agonizante ambiente.

Todo simplemente dejaba de tener sentido, y a su vez, todo parecía encajar en su lugar.

Y para cuando volvía en mí; para cuando esa pantalla negra se disipaba de mi vista; para cuando las cenizas ya habían bañado mi abrigo, falanges, rostro y alma; solo podía contemplar en silencio la última víctima de mi extasiante culminación. ¿El rey? ¿el pescado blindado? ¿esa reproducción de mi querido hermano?...

"¡Una hora y cincuenta y nueve minutos con tres segundos, bravo Sans!" una sonrisa de completa satisfacción me llenó, mientras ese extraño rastro de lágrimas secas se reducía a un fragmento dispuesto al olvido en mi difusa monotonía.

Pero esto era como masturbarse, y el clímax definitivamente era ese humano.

Hacia un buen rato que no le mataba, y ya sentía mi psiquis pesar sobre el hecho.

¿Cual era el punto de este mortecino ritual si no era atravesar el alma de esa repugnante criatura?.

Me teleporte a mi laboratorio para reproducir los procesos de rutina, no sin antes tomar algunas muestras de determinación del laboratorio de la gorda amarilla esa.

Hice la mezcla que disminuiría mi alma a nada al entrar en contacto con un humano; y una segunda que bien podría decirse era como un punto de guardado.