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Venus miro muy fijo al hombre que tenia delante. Sus ojos hicieron que la persona que tenia en frente se ruborizara, produciendo que hiciera a un costado su cara, provocando en ella una dulce y delicada risa.

-¡Maldición Tomas!- grito Agatha.- Quédate quieto, no puedo dibujar.
-Hey, se me a calambra la espalda.- contestó el chico.

Agatha siguió dibujando al muchacho que tenia como modelo esa clase, siguiendo el contorno de su cuerpo con un lapiz imaginario en el aire.
  Todas las personas a su alrededor se incomodaron al notar a una persona ajena a la clase, que escribía sigilosamente cada movimiento de la joven.

-Estás incomodando a la clase.- dijo por lo bajo Agatha sin quitarle la mirada al dibujo.
-Lo se.- murmuro Rene.- La verdad, es que no me importa.
-Creo que vas a levantar sospechas, sabes que no quiero que la gente sepa que soy Venus.- murmuro aún mas bajo Agatha.

Rene la miro con compasión, guardo todo y en silencio se retiro del aula, no sin antes ver la cara de alivio de su amiga. Camino muy lento, esquivando a la gente apurada, y mentalizando su próximo párrafo. Aunque se lo veía muy tranquilo, por dentro el trabajo de la tesis lo estaba poniendo muy nervioso. Todo su tiempo en la facultad escribo cosas pequeñas, pero para este final tenia que dejar volar su mente y plasmarla en una seductora prosa; producir un texto tan perfecto, pero a la vez caótico. Caótico, esa era la palabra que siempre usaba para describir a su amiga; y esta fue la razón por la cuál la eligió a ella como su musa. Una chica, que conocia desde los 9 años, que de un dia para el otro apareció en la puerta de su casa con su melena larga hasta la cintura, corta hasta por los hombros; una mujer que a los 11 años se atrevió a llevarle la contra a su profesor de historia; que uso un traje en vez de un vestido para su fiesta de XV; que decidió adentrarse en el mundo del arte, y romper con tradición de ser la próxima abogada de la familia.

Venus solto las manos de sus padres a los dieciocho años, para forjar su propio camino, lejos de la tradición familiar. Siempre llevando la contra de todo lo impuesto, pero siempre orgullosa de eso, y totalmente desvergonzada, sin miedo, sin nada que la frenara. Aunque a veces se sentía insegura, no dejaba que se notara, pues de eso, para ella, es de lo que se agarran la persona para lastimarla. Pero nunca existió una persona que se atreviera a lastimarla, nunca existió alguien que tuviera la valentía de romper su corazón, nunca...

-¿Ésto será verdad?.- se preguntó Rene. No es que nunca se haya preguntado por eso, es que ella nunca se lo contó, y es que el se cansó de rogarle para que le hablara de sus sentimientos.

《Ahora Eres Venus》Where stories live. Discover now