《Ahora Eres Venus》

12.

-Muy bien Rene.- dijo la Psicologa.- Hoy tuvimos bastante progreso.

Rene salió de la habitación un poco consternado, pues no creía que tuviera un avance. Yendo a su habitación se cruzó a Thomas un compañero de rehabilitación. Medio español, medio inglés, Thomas era la única persona que le hablaba a Rene.

-Hey, los "efectos" de la terapia no se dan tan rápido como crees.- le comenta a Rene.- Así que cambia la cara. Porque verse como te ves va a ser que la cuestión aquí dentro empeore.
-¿Por qué no puedo ser infeliz tranquilo?.- preguntó sarcástico.
-Se que no te tengo que contestar porque estas siendo sarcástico, pero en este lugar tienes que mejorar o mejorar.- soltó un lento suspiro.- Vamos a buscar algo para tomar ¿Quieres?

Ambos se fueron a la cocina, lugar bastante concurrido. Habia un par de chicas, unos profesionales, y familiares que estaban de visita. Rene llevaba consigo, todo el tiempo, su libreta de anotaciones. El seguir escribiendo lo distraía de personas flacuchas y tristes como él. Se sentaron en la mesada con unas bebidas, y se dispuso a salir de ese mundo a través de la escritura. Empezó a escribir, y una pequeña sonrisa se asomó. Siguió la escritura, pero no podía ignorar todo a su alrededor, pues notó un sollozo; al levantar la mirada, una mujer que estaba ahí, una madre supuso, se estaba enterando de una triste noticia. Normalmente la cocina no era un lugar para informar algo a algún familiar, pero por lo que escuchó, aquella mujer ya se estaba marchando, ese día era el número uno de la rehabilitación de su hija. Sintió cierta pena.

-¿Así se habrán puesto todos cuándo me dejaron acá?.- se preguntó.- ¿Así se habrá sentido Agatha?.- su mente empezó a divagar

Asi eran todos sus días. Ir a terapia, comer, terapia grupal, comer, receso, divagar, y dormir, o no. Una rutina que con el tiempo dejo de ser una molestia, y paso a ser una cura. Pasaron los días, los meses, y las fiestas. Año nuevo le fue bastante amargo, pues en su vida ya era la segunda vez que lo "festejaba" con un grupo de persona que padecían lo mismo que él.
Cerca de julio, Rene había ganado su peso normal, justo a tiempo para que le dieran el alta. Thomas se había marchado un tiempo antes que él, pero eso no hacía que se sintiera solo, ni triste; no sentía decepción por si, y el dolor que se auto indujo por sus sentimientos ya no estaba. Pero el recuerdo de Agatha seguía en pié, pues desde el día en que se fue, hasta la fecha nunca dejo de pensar en ella. Todo ésto, no solo lo hacía por sus padres, sino por ella también. 

-Muy bien Rene.- dijo la Psicologa Schultz.- Ojala no verte mas.- le sonrió dándole un abrazo muy fuerte.
-Espero lo mismo doc.- le respondió al abrazo a la licenciada.

Rene no paso ni un día mas en aquel sitio y mucho menos en la ciudad de Londres. Tomo el primer avión a Argentina; mientras esperaba su salida su mene empezó a trabajar. ¿Cómo estarán todos? ¿Cómo estará Agatha? Y una sonrisa se dibujo. Se puso a recordar cómo se veía antes de la tragedia. En cuánto anunciaron su próximo vuelo, lanzó un largo suspiro cargado de alegría y nervios.

-Hermosa pintura Agatha.- felicitó su profesor.- Muy buena técnica.
-Gracias profe.- dijo dándole una sonrisa.
-¿Sabés? Sos una de la mejores. Dentro de unas semanas voy hacer una exposición de los mejores trabajos y quiero el tuyo ahí.- sugirió el profesor viendo nuevamente la pintura de una mujer sacandose las vendas de los ojos en un tono de colores pastes.- ¿Qué dices? ¿Le pones un título?
-Claro que lo haré.- dijo muy emocionada.- Esto me abrirá puertas y la gente podrá apreciar lo que hago.- su voz se tornaba mas feliz y aguda.-Mmmmm la voy a llamar El descubrimiento de Venus.- suspiró al decir su nombre.

El profesor se llevó el cuadro, y Agatha pudo regocijarse en paz cuando se encontraba sola en el curso. Se sentía plena y feliz; ese momento era el primero de esa índole después de tanto tiempo. Después de haber caído en cuenta del amor de su amigo por ella, las cosas empezaron a salir bastante bien. Era julio, hacia bastante frio en la ciudad, y los recuerdos de Rene, eran eso, simples recuerdo que no afectaban las emociones de la joven. Pero siempre se preguntaba que pasaría si él volviera.