《Ahora Eres Venus》

7.

-Pequeña criatura en la que me haz convertido.
Venus lloró, después de tanto tiempo; sus lágrimas no eran de tristeza, eran de culpa. Pequeña criatura en la que a convertido a ese joven. Él la amo, pero ella no, ella amaba a alguien, ella amaba a un ser despreciable que le rompió la confianza como si fuera una hoja de papel. 
Y ¿Ese, ahora niño, que tenía en frente? Hechó cenizas, él no resurgió de ellas como lo hizo Venus. No, el se quedo ahí, esperando que el viento se las llevara junto a su dolor.
Venus nos hizo mas que verlo, bajo sus pies se formo un arroyo salado que provenían de sus lágrimas. El agua dejó de brotar, pero minúsculas perlas rosadas caían, y se amontonaban con el arroyo salado junto al joven.

Rene paró de escribir, porque realmente estaba corriendo la tinta de las hojas. Él era ese joven hecho cenizas. Estaba tan mal, estaba tan gastado. Hacía ya un par de semanas que no veia a Agatha. Ella se preocupaba, iba casi siempre a ver como estaba pero él nunca le abría la puerta o contestaba sus mensajes.
Entonces Agatha temío lo peor, que su amigo no la quisiera mas, pero ¿Por qué? Se preguntaba. Después de tanto tiempo, como amigos pasaron por todo, y sin embargo eso no sirve ahora, pues sin razón del aislamiento de su amigo, ella no podia hacer nada, solo pasar notas bajo la puerta.

-Alex ¿Qué ocurre con Rene? Yo se que te contó algo.
-No quiero traicionar su confianza.- uso de excusa Alex.
-Pero hace dos semanas que no sale del departamento ¿Eso no te preocupa?.- dijo muy angustiada.
-Bueno, pero no te va a gustar.- tomó aire, y tomó a Agatha por los hombros.- Él... gusta de vos. Está enamorado. El verte y analizarte para hacer a Venus abrió las puerta de un sentimiento oculto.

Agatha hizo un par de pasos hacía atras, tocó su frente, estaba palida. Sus ojos se llenaron de agua. Agua que empezó a brotar desconsoladamente, tan así que humedecio todo su rostro. Se sentía culpable, y traicionada. En fin, se sentía escupida por los demonios. Alex solo se quedo mirando, no quería acercarse demasiado; está vez no había abrazo que consuele.

-Mira, si tanto te preocupa tu amigo, sera mejor que vayas a hablar con él. Toma esto.- le dio una llave.- Él me la dio en caso de emergencia.

Agatha tomó la llave y se apresuró a ir a ver a su amigo.

Llegó lo mas rápido posible, abrió la puerta; el lugar estaba a oscuras, pero desde la entrada pudo divisar un bulto. Corrió hasta el. Era Rene. Se veía muy mal, pero muy mal. Con una barba cobriza de hace, justamente, dos semanas, su cuerpo estaba muy flaco, mas de lo usual. A su alrededor había botellas vacias de agua, algunas  frutas, y nada mas. Se dio cuenta que había vuelto a caer.