《Ahora Eres Venus》

4.

Venus soltó un grito lleno de placer, y cayó exhausta al lado de su amante. Lo miro, examinó al hombre que tenía a su lado, que también la contemplaba. Al rato de tal escena de amor y pasión; desnuda salió de un saltó de la cama y camino con tal rapidez al baño, para encerrarse y llorar sin consulo, pues habían roto su corazón. Después de que ella haya entregado su cuerpo y alma, el hombre a su lado, decidió que ese sería el mejor momento para decirle a la joven Venus que todo este tiempo que estuvieron juntos él la engañó, y se excusó diciendo que fue otra mujer quién lo engaño a él, que esa mujer lo sedujo. Venus no le creyó, le gritó desde el otro lado de la puerta que se marchara y que nunca mas volviera. De sus ojos brotaron pequeñas perlas cargadas de dolor un dolor que ella nunca quizo experimentar, pero que llego sin previo aviso. Lloro dos dias y dos noches, a las tercera mañana resurgió de entre sus cenizas como si fuera un fénix. Aún  desnuda, y casi en los huesos, le mostró al mundo que un hombre nunca mas la dañaría.

Agatha sonrió al escuchar esas palabras, pero también se sonrojo por la imaginación de su amigo, pues no solo pensó en una escena de sexo, y en un orgasmo, sino que también imagino un perfecto cuerpo desnudo, tan poderoso, que a ella le costaba trabajo creer que esa mujer fuera ella, Agatha.

-Con lo poco que me contaste no se si fue así que traicionaron tu confianza, pero fue bastante... mmmm... excitante pensar en una escena así.- dijo Rene un poco nervioso y avergonzado.
-No exactamente pero bueno es tu historia, e hiciste bastante con lo poco que te di.

Agatha le guiño el ojo, tomo su bolso y salió para su clase de arte de la tarde, dejando en su departamento a su amigo. Por su lado Rene corrió al baño, abrió la canilla del lavadero, y mojo su rostro con agua fria que caía caliente de entre sus dedos. Se miro al espejo, lo que veía no le gustaba. Sus ojos verdes se veían tan exaltados, que podian saltar de sus cuencas, su cara estaba palida y su corazón golpeaba nervioso y agitado en su pecho. ¿Qué le pasaba? Una vaga idea se cruzó en su mente, y la limpio con mas agua. Esa rara idea no le iba dejar dormir por la siguiente noche. Y así fue. En la noche no pudo pegar ojo, su mente se vio invadida por ideas, por sentimientos, se vio invadida por la sonrisa de Agatha. Ahogo un grito con la almohada que coloco sobre su cara, luego de tal descargó se quedó dormido sin darse cuenta.
Se despertó, y su primer pensamiento fue su amiga. Lanzó un quejido y de sus verdes ojos brotaron lagrimas cargadas de angustia. ¿Por qué le tenía que pasar ésto?

-Ojalá que esto sea una broma de mal gusto hecha por vos cerebro inútil.-se dijo frotando con dureza su sien.

Desayuno y se vistió lo más rápido posible. Salió de su departamento, estaba llegando tarde a la clase. No era obligatorio ir pero tenía dudas, y quería sacarsela con un profesor.

[... su brillante sonrisa no se opacada con nada. Ni el estres de tener que enfrentar a su familia y seguir su carrera soñada se la podía borrar...]

-Hijo, que bueno lo que escribes. Me imagino lo que debe ser tu novia.- dijo su profesor.
-Ese es el problema, ella no es mi novia.
-Entonces, creo que el problema que me venis a plantear no es con el escrito.

Rene negó con la cabeza.

-Solo haste esta pregunta ¿Si tus recientes sentimientos son hacia tu musa o hacia Venus?

Luego de la charla con su profesor fue directo al departamento de Agatha. Cuando la vio aparecer por la puerta con la cara manchada de acrílico, Rene se paralizó, en ese momento se respondió la pregunta hecha por su profesor. Pero su ilusión de cristal se vio frágil, y se empezó a fragmentar, al ver que tras ella apareció otro chico, mas alto y fornido, se podría decir que hasta mas guapo, un adonis.  Su cara no podía formular expresión alguna, era como una hoja en blanco.

-Rene, hola.-saludó con un deje de sorpresa.- ¿Pensé que me avisarias cuando vendrías?
-Si, lo se, se me paso por alto. Mmmm mejor me voy.- se dio la vuelta, y a paso acelerado se marcho del lugar, un tanto avergonzado por la situación.