Capítulo 26

7.5K 380 8
                                    


Narra Camila

La fría brisa engrifó mi cuerpo, me abracé fuerte al brazo de Dmitry cuando salimos de la camioneta, el lugar estaba completamente cubierto de nieve. Caminamos hasta dentro de una pequeña cabaña alejada del pequeño caserío, el interior parecía un poco a cogedor, sin embargo el frío no se dejaba de sentir.

—Tan puntual como siempre, jefe —el tinte de coquetería no me pasó desapercibida, una mujer de alta estatura, cuerpo muy bien proporcionado, ojos verdes y de labios rojos se acercó a saludarlo con un beso en la mejilla, ni siquiera reparó en mi presencia sólo me ignoró volviendo a su antiguo lugar.

No pude evitar hacer un gesto de fastidio ante su actitud petulante y la falta de indiferencia de él para con ella.

—Kira —saludó con amabilidad cuando con nadie de sus hombres era así, ni siquiera con Oksana —te presento a Camila, mi mujer.

La mujer posó sus fríos e indiferentes ojos sobre mi, examinándome de pie a cabeza sin cambiar su expresión altanera.

—No es la gran cosa —susurró por lo bajo, siendo casi imperceptible para otros menos para mi.

—¿Y los demás? —preguntó él mirando todo nuestro alrededor buscando sin resultado.

—Algunos están por llegar, tuvieron complicaciones en el camino y otros están en el interior —señaló la puerta a un costado —es más acogedor que aquí. Si me permite lo escoltaré.

Rodé los ojos con fastidio cuando se movió hasta nosotros balanceando sus caderas un poco exagerado. Quizo tomarlo del otro brazo pero fui más rápida impidiendo su cometido.

—No es necesario, pero si insistes puedes ser un buen soldado y abrirnos la puerta —me atreví a hablar enfrentándola soportando el peso de su mirada. Alzó una ceja y forzó una sonrisa

—No soy una simple soldado, Camila —soltó mi nombre con desdén —en cambio tú, supongo que lo eres porque nunca oí que mencionaran tu nombre anteriormente. Ni siquiera sabíamos que tenías mujer, Dima ¿tan poca importancia tiene para ti?

—¡Basta de estupideces! No vine hasta aquí para escucharte decir basura de tus labios, el tema es importante como para estar tratando de bajar a mi mujer cuando sabes que le debes respeto —habló alterándose y jalándome con él hasta el interior de aquella puerta que abrió con agresividad llamando la atención de todos los hombres de trajes negros que yacían en el interior.

Los conocía a todos, al menos de rostro, estuvieron presentes en la reunión en la torre central a la que asistí en compañía de Dima. Tomamos asiento alrededor de una mesa con planos que parecían del lugar en el que nos encontrábamos, habían sitios marcados con la palabra búnker.

El silencio en la estancia se volvió incómoda, pasada media hora la puerta se volvió a abrir dándole paso a varios hombres más y dos mejores con actitud parecida a la de Kira, quien entró tomada del brazo de Nicolay,

Todos se acercaron a la mesa dándole inicio a la reunión que trataba sobre los japoneses y él robo de todo el cargamento.

—En el cargamento de armas habían un dispositivo que nos indica la ubicación y también nos permite detonar todo el lugar donde se encuentran, medida que se implementó hace unos meses para estos casos —comentó Nicolay

—¿Está sugiriendo que hagamos explotar una de sus bodegas?

—Si, pero primero debemos confirmar en qué sitio se encuentran. Puede que aún estén en nuestro territorio y no nos demos cuenta

—¿Y por qué no han actuado antes? —preguntó otro

—La Yakuza es una de las mafias más poderosas, si queremos ser letales debemos ser cuidadosos en cada movimiento —la voz de Dmitry se escuchó por primera vez en la sala —Hemos estado vigilando cada paso que dan pero el que robaran ese cargamento nos tomó desprevenidos, alguien desde dentro les brindó las ubicaciones exactas y el número de nuestros hombres.

Un Balazo Al Corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora