Capítulo cinco: Noches color miel

1.8K 220 47
                                    



Cody

¿Cómo se le dice a tu mejor amigo que besaste a un chico? ¿Cómo les dices a tus padres que besaste a alguien de tu mismo sexo? En realidad, no tengo que decírselos, pero tal vez si tenga que decir, que empiezo a sentir algo raro por Taylor.

— ¿Cómo te fue hoy en el colegio? —  Pregunta mi madre dejando  un tazón frente a mí, el cual está lleno de caldo con verduras.

— Bien, supongo — Meto la plateada cuchara en el plato y la sumerjo para, después, sacarla y darle un sorbo — De hecho, nada interesante.

Claro que había pasado algo interesante, pero no es que mientras veamos una película y dos personas se besen yo diga "Oh, ¿Ves eso? Hice lo mismo, pero con un chico" Es incómodo que no pueda comentar eso, pero sí cuando lo hago con una chica, la mayoría de veces lo digo a causa de la insistencia de mi padre.

— Debiste hacer algo, sino deja de ir a la escuela — La voz de mi madre es frígida y suave, como una pequeña brisa.

— Lo mismo digo — Vuelvo a darle otro sorbo a la sopa y sonrío de manera algo sínica — Bien, pero tu barreras toda la casa, trapearas, lavaras y harás el quehacer

Inclino mi cabeza y hago un puchero — Fui a orange — Digo, puedo decirle eso ¿No? Al final sería cierto. Termino mi sopa y mi mamá recoge el plato para llevarlo al lavabo.

— ¡Bien! Hace tiempo que no sales, ¿Con quién fuiste?

— ¿Acaso no puedo ir sólo? — Arguyo, para no tener que contestar.

—Eso sería muy deprimente, además, eso es cosa de chicos que se cortan las venas o cosas así y tú siempre traes camisas de manga corta, así que lo dudo.

Levanto una ceja y hago una mueca — Eso es un estereotipo, mamá — Digo alzando la mano en forma de protesta. Ella sonríe y abre la llave del lavabo — Ya, ya, está bien. Pero dime, ¿Con quién fuiste?

Termino por desistir. Suelto un diminuto suspiro y pongo mis ojos en blanco — Con Mazon — Su nombre es el primero que viene a mi mente, y mi madre lo conoce bien, así que no tiene por qué dudar.

Me mira desafiante, se ve confundida — Que extraño, porque Mazon vino hace rato para dejarte esto — Me acerca una libreta morada, con una etiqueta blanca e impresas las letras con marcador negro "Trigonometría" «Demonios» Digo para mis adentros — ¿Por qué me mientes? — Dice mi madre. Se ve algo dolida por no decirle la verdad y es que entre ella y yo nunca hay secretos.

— Bien, la verdad es que salí con una chica.

— Oh, ¿En serio? ¿Por qué lo ocultaste? – Su mirada se pone brillosa y llamativa — Sabes que no te impedimos salir con chicas.

Asiento, fingiendo estar avergonzado y le sonrío — Es que ella es especial, más que las otras — Sé que la estoy inventando, pero de alguna forma siento que sí me refiero a alguien.

— ¿En serio? Pues para que vayas despacio debe ser muy buena, ¿Cómo se llama?

Se forma un nudo en mi garganta, y suelto lo primero que llega a mi mente — Sarah... Sarah Dougman — Finalizo. Mi madre eleva una ceja y sonríe — Deberías traerla a la casa— Dice, aunque para mí es una pésima idea.

— Es más, invítala a cenar mañana, para que la conozcamos.

— ¿Conocerla?

— Sí, ¿Por qué? ¿No quieres?

Aunque no te quiero [En pausa]Where stories live. Discover now