- Capítulo diez - Un jardín sin flores

1.2K 122 61
                                    

  Taylor



El bascoso asiento en el que me encuentro arrellanado no es nada comparado con la oficina con aroma a humedad impregnado en cada una de sus paredes y el escritorio de madera desaseado e inestable; la puerta de pino desgastado con un vitral en el centro superior que contiene las palabras "gaceta de mount pleasent" inscrita, se abre. Un hombre alto, de complexión robusta, una ligera calvicie y un traje viejo entra a la habitación; cuando pienso en él no puedo evitar emitir el término "blandengue" en mi mente. El hombre cierra la puerta detrás de él con lentitud, el incesante rechinido retumba en mis oídos.

— Bien, Taylor — Se sienta en su trono de cuero detrás del escritorio de madera — ¿Qué quieres ahora de mí?

Un tablón de información contiene el único papel con un monumental anuncio que contiene la palabra "CUIDADO" como título, algo que te da un indicio de lo malo que será.

Mientras el hombre de estómago voluminoso se ajusta la corbata y acomoda su asiento, yo observo con detenimiento el contenido del "peligroso" anuncio.

«Cuidado: Hombre peligroso» Leo mentalmente «Esta persona ha escapado del centro psiquiátrico Dearmount, consideramos de alto riesgo que este hombre este suelto y le pedimos de la manera más atenta que, si lo ve, se aleje lo más pronto y lejos posible y, cuando este en un lugar seguro, avise a las autoridades.

Nos preocupamos por usted y su seguridad

Atentamente: Gobierno de SticksWood, una comunidad segura»

En medio del título y el contenido, se encuentra la fotografía de un hombre con una mirada aterradora. Es delgado, bastante, la clavícula se le marca demasiado y las fuertes líneas de expresión de su frente muestran los signos de que no es estable cuando de enojarse se habla, se ve de unos cuarenta años. A pesar de ello, en la foto se ve todavía, feliz, no lo sé, me siento Sherlock Holmes investigando un caso, y determinando cómo es una persona en base a una foto.

— ¿Taylor? — Llama el señor desde su trono de cuero.

— ¿Ah?, ¿Qué pasa? — Divago. Me perdí en el "peligroso" paciente de Dearmount.

— ¿Qué querías? — Dice con un tañido amable, pero a la vez hostil — ¿Por qué viniste?

— Cierto — Saco de mi bolsillo una hoja de papel arrugada, lo pongo sobre el escritorio y luego lo extiendo — Necesito que me ayudes con esto, Tom, llamé a la tienda del smoking. Este es el precio — Señalo con mi dedo índice la hoja.

— Oh — Baja su mirada hasta el cajón que está de su lado del escritorio. Ahí es donde guarda sus ganancias — ¿Y cuánto van a querer?

— Trescientos dólares, cerrado.

Traga saliva, se nota por lo marcado que se ve al pasar por su garganta, es visible que está asustado y nervioso.

— Pero es solo renta, ¿No querrán hacer descuento?

— Ese es el descuento.

— Oh, dios, lo siento Taylor, sé que es tu baile, pero por ahora no podré pagarlo.

Para entender un poco mejor el contexto de la situación, es crucial saber que mis padres están separados, lo sé, que vanguardista, un joven sufriendo de los típicos problemas, pero no es así, de hecho, terminaron bastante bien, quedaron como muy buenos amigos, es por eso que mi padre sigue invitando a mi mamá a reuniones familiares y viceversa, eso no implica que estén siempre presentes, por lo menos mi padre no, y, a pesar de que aceptó con gusto mi homosexualidad, no significa que me apoye siempre económicamente, y para él, un puritano con un trabajo establecido de abogado, le parece estúpido pagar cosas tan insignificantes como un smoking para ir a un baile.

Y Tom, el vendedor de bienes raíces que es amante, o novio, de mi mamá, es el sustento por ahora de mi casa, y si le pidiera ayuda a mi madre, me enviaría con Tom, así que me salté la parte en la que hablo con ella y vine directo con él. Desde que entre a su despacho con un aspecto tétrico, me percate de la cruda realidad: Tendré que ir al cotillón con una bolsa puesta y zapatos de latas de refresco.

— ¿No tienes cómo pagarlo tú, amigo? — Pregunta Tom intentando alentarme. Aunque debe ser una pregunta retórica porque es lógico que acudí a él porque no tengo ni un centavo.

— No, no lo creo — Musito con pena. Volteo a ver a la ventana abierta que está a lado de nosotros, que da justo a la calle, mis ojos se centran en el anuncio gigante que dice "Haz un trato ahora mismo, y olvídate de tus problemas. Seguros Mount Pleasent, nos preocupamos por ti".

¿Trato? ¡Trato!, el recuerdo de Cody ofreciéndome trescientos dólares por fingir ser su novio regresa a mi mente; en realidad, me había gustado tanto pasar tiempo con Cody como amigos, que incluso ya no lo tomaba como un trato, sino un favor, pero al fin, él lo prometió ¿No?

— ¡Espera! — Me levanto del asiento y sonrío victorioso— Sé cómo puedo pagarlo

— ¿En serio? ¡Qué bueno! — Dice Tom ciertamente aliviado. Rasca su barba y me mira fijo — Pero, ¿Cómo?

— ¡Fingí ser novio de un chico a cambio de dinero!

— ¿Qué? ¿Acaso te... te prostituiste?

— Sí, si lo quieres decir así pues sí. Aunque es una fea forma de nombrar a tu hijastro.

— ¿Debo decirle a tu madre?

— No lo creo, era para una buena causa, así que, ¿Qué más da?

Antes de que pueda mencionar algo, salgo por la odiosa puerta de pino y voy  a la calle. El despacho de Tom queda a unas cuadras de mi casa así que corro lo más rápido posible. Me siento emocionado por haber sido prostituta decente.

Mientras corro, saco el celular de mi bolsillo y le marco a Cody, el ringtone suena mientras espero a que conteste.

— ¿Hola? — Responde Cody por fin. Me empiezo a sentir cansado.

— ¡Cody! ¡Necesito tu ayuda!

— Espera, Taylor, hay algo que debo decirte.

Cody no suena a Cody, parece más serio y decidido.

— Suenas extraño, ¿Qué pasa?

— No quiero sonar tan dramático y no quiero hacer esto por teléfono, pero...

— Me estás preocupando, ya dime, ¿Qué ocurre?

— Creo... creo que me gustas, Taylor.

Un quiebre se concentra dentro de mí, una disociación de sentimientos se convierten en una telaraña unidireccional que va en varios destinos. Siento un gran aprecio por Cody, pero solo lo considero como un amigo. Las personas siguen caminando, hacen las cosas comunes de las que se supone deben ocuparse, mientras que yo estoy aquí, varado en un mar de confusa ambigüedad, esperando a que alguien venga y me lleve más lejos todavía, aunque creo que ahora, me voy a quedar sólo.


Nota del autor: Hola, primero que nada, lo sé, no tengo excusa, soy una persona terrible por no actualizar :'( merezco estar en la hoguera, la verdad es que  no me he sentido con mucha inspiración, he estado bajo estrés por eso de ingresar a una nueva etapa de mi vida y tal, no me sentía con ganas de escribir y cuando me ponía frente al monitor nada se me venía a la mente, tenía la idea, pero no sabía cómo redactarla, y no me gustaba nada de lo que escribía, igual, no es excusa, perdonen en serio y espero ya no estar tan ausente, como entre en vacaciones y tengo un mes de desahogo emocional, muy seguro que tendrán más de esta novelita 7w7 esperen un carrusel de emociones, sí, carrusel, porque una montaña rusa sube y baja, pero en el carrusel te puede quedar atorado sin saber que sentir, oh, que poético, jaja, ya, en serio, espero sigan leyendo y muchas gracias, "corazón, corazón, quintillones de corazones" oh, cierto, he cambiado de portada, la verdad me emocioné mucho porque yo hice la imagen, y la verdad me gustó mucho el resultado a pesar de que se ve un poco fantasioso, igual diganme qué portada les gustó más, diganme si quieren que haga un apartado con las portadas que ha tenido mi novela y voten por cuál les gusta más y la que quieren que se quede, los amo mucho!! y pues nada, voten, comenten y compartan, se los agradecería y, sin más, que pasen una lindísima mañana, tarde, noche o cualquier momento en que vean esto.

Besos y abrazos — Netsuki K.

Aunque no te quiero [En pausa]Where stories live. Discover now