Aunque no te quiero [En pausa]

- Capítulo nueve - Una esquina en el universo

Cody

Todos los años, la iglesia presbiteriana de Deerstreet proporciona una generosa donación al cotillón de beneficencia anual como una demostración de apoyo a nuestra causa; a cambio, Pier view School, acepta alguna de sus propuestas - Exigencias, a mi parecer - para el mejor desempeño del cotillón y recibir mayor cantidad de donaciones. El año pasado fue que los profesores vendieran chocolates, sujetos a una invitación al evento y, claramente, a la iglesia.

Aunque hace un año aquella decisión no nos afectó directamente, esta vez es un tanto más personal. La iglesia, o más bien, la escuela, ha decidido hacer Los chicos del cotillón que será la nueva forma de selección de pareja. Consiste en que nosotros, los hombres, o como me gusta denominarnos ahora, los objetos, formaremos parte de una subasta, en la que nos vestiremos de traje y tal, junto con una tarjeta de presentación y, prácticamente, seremos vendidos a las chicas e invitados, nadie está exento.

— Eres mi héroe, ¿Sabías? — Comenta Mazón, mientras caminamos por el pasillo del ala B de la escuela.

— Ah, ¿Sí? ¿Por qué? — Respondí sin interés, en realidad, mi atención la capta por completo Taylor, quien está recargado en su casillero hablando con una chica pelirroja. Intento disuadirlo, pero cada vez que siento su presencia cerca, mis ojos pierden el control y van directo a él. Hoy trae puesto una camiseta roja, con un pantalón de mezclilla y un cinturón, la hebilla está atorada a su camisa, aunque creo que no se ha dado cuenta.

— Porque Lucy PowHouse y Mandy Sellens lucharan por ti en la subasta, ¡¿Entiendes lo que es eso?! Las más ardientes de toda la escuela lucharan por ti, ¡Por mi mejor amigo! — Responde extasiado.

Escucho su voz, pero sigo disperso, me siento un completo idiota, mi subconsciente me sigue repitiendo «Ve, idiota, está justo ahí» Pero mi cerebro niega eso, cada vez que lo veo, también recuerdo el mensaje que le envío a Alex, quiero ignorarlo, pero siempre se crea un nudo en mi estómago, cada vez que intento darme una explicación de cómo es que se conocen, mi garganta se cierra.

— ¿Cody? ¿Estás ahí? — Mazón eleva la palma de su mano hacia mis ojos y la agita.

— ¿Qué? ¿Qué? ¿Qué pasa? — Respondo exaltado. Mi mente y cuerpo regresan a la realidad, aunque no quiero hacerlo, es momento de olvidarme del mensaje, o de enfrentarme a Taylor, o Alex.

— Hoy estás muy raro, oh, ¡¿Luchas con tu sexualidad?! — Dice en tono de broma, aunque, de alguna forma, es así.

— No soy tú — Intento recuperar la forma en la que habitualmente hablamos, si bien en realidad no sé cómo sería exactamente nuestras conversaciones asiduamente.

— Bien, debo irme, Stacy y yo quedamos en ir a clase juntos.

Antes de que pueda decirle "Sí, está bien, vete" Se retira.

— ¿Ya se fue tu otro novio? — La voz dulce de Taylor se oye por atrás de mi hombre.

— No, mi amigo se fue, tu eres mi único novio — Esto último lo digo con inflexión de broma, o por lo menos, eso intento.

— ¡Ja! Bueno, claro — Hace una pausa para acomodar los tirantes de su mochila. — ¿Y qué harás con tu boleto? Por eso de la subasta y los cambios de plan.

— Lo conservaré, creo que todavía lo necesitamos para entrar, aunque es una lástima, me siento como una perra con la subasta.

— ¡Yo igual! Además, es algo sexista, ¿No crees?