Carnívoro「Meanie|Omegaverse」

Capítulo 6; Alerta

— ¿Qué haces aquí, Seokmin? —Pregunta usando su voz de mando, sabiendo que entre alfas eso denominaba la posición de cada uno y él, obviamente, estaba por encima del menor.

Después de que Wonwoo lograra dormir un poco, él había salido sigilosamente de la habitación para interceptar en el pasillo a un muy furioso Jun haciéndole una llave a Seokmin, únicamente sacando sonoros quejidos de la boca de éste. Los cuales varios doctores y enfermeras prefirieron ignorar a atreverse a acercarse a una zona de peligro, donde claramente saldrían heridos.

Seokmin no era un carnívoro común y corriente, de hecho, por el contrario, era una persona buena a la que le habían pasado cosas malas con malas personas en malos momentos, fue así que terminó trabajando para Lee SooMan, el padre de Irene. No por gusto, sino por culpa, y a causa de esa culpa había terminado con un bozal de cuero negro que le impedía hacer una vida común y corriente, mostrando hacia la sociedad que era peligroso, y del que solo SooMan podía disponer, quitándoselo solo para comer y lavarse sus dientes.
Una triste realidad entre varia gente de su raza.

— SooMan lo sabe, Mingyu. Él quiere que mate a ese beta que anda contigo, por el que te muestras interesado —

Bufa, queriendo reír de la corta imaginación de aquel gordo hombre que lo tenía vigilado. — ¿Interesado? No nos hemos dirigido más allá de unas simples palabras, no es como si de pronto le invitara a salir conmigo. Dile a tu dueño que no debería de preocuparse por mi vida privada, que mejor me deje en paz si no quiere que haga algo malo ante sus ojos —aprieta los dientes y gruñe hacia el ahora hincado Seokmin, asustándolo con lo filo de sus palabras—, si él quiere amenazarme, que lo haga, pero las cosas no saldrán como él desea, lo sabe. Desde el momento que me puse en la mira de todos y gané atención, lo que yo diga y haga será algo llamativo. Aunque se trate de alguien poderoso él no puede ni siquiera contra eso.

— Pero también sabe que estás comunicándote con Jun. Está muy enfadado hasta tal punto en que si le digo eso a él no le importará —abre sus ojos como platos, dándole una mirada fugaz al chino que se encuentra en un estado casi igual al suyo; ambos preocupados—, dice que matará a “eso” de ser necesario. No le gusta la idea de que lo reten, ya deberías de saberlo mejor que nadie.

— Ese maldito... —susurra, siseando y revolviendo sus oscuros cabellos con desesperación.

— Y eso no es todo —continúa el menor—, él ha dicho que si quieres volver a encontrarte a ti mismo, y a lo que tanto amas, no deberías de jugar con algo que no puedes manejar.

— Entonces... —Jun suelta a Seokmin y deja que éste se levante con lentitud y sobe sus muñecas—, ¿por qué estás haciendo esto? ¿por qué nos lo cuentas cuando no has saldado tu deuda con él? —el pelinegro suelta un suspiro—. ¿Eres consciente del peligro al que te acabas de exponer?

Seokmin sonríe, dejando entrever sus blancos dientes entre el cuero que los cubre. — Soy consciente de lo que he hecho, más de lo que tú, de lo que ustedes creen. Nos conocemos desde hace años, cuando la pasábamos mal y no teníamos a nadie más que a nosotros, siempre buscábamos el consuelo de uno. Ese tipo de detalles son lo que se vuelven irreemplazables, como joyas —el menor toma su chaqueta—. Como un extra podría decirles que saquen todo lo que necesiten de la zona roja; documentos clasificados, datos VIP, incluyendo a “eso” que está en la zona blanca —mira a Jun—. SooMan planea despedirte pronto, no podrás estar en el tablero de juego por mucho más tiempo, tampoco intentes atrasarlo, te matará, es capaz de hacerlo sin que nadie sospeche.

— De cierta forma ya me lo esperaba, me refiero al despido. No era algo normal que SooMan se siguiera haciendo de la vista gorda, debe de estar realmente cabreado —