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Al llegar al apartamento me encerré en mi cuarto. No llore... La verdad que no lo hice, claro que me duele. Mucho. Pero no tengo razón para llorar, porque no vale la pena.

A veces pienso que es demasiado ser débil cuando en verdad no te hace bien... Cuando en verdad debes estar aun en la batalla. No hablo de romance ni nada, hablo de la vida misma. La vida nos da de a chupitos, que irónico es aveces tener que hablar de ello cuando las cosas son al revés y no las tomas tan personal.

No por esto odiaré a mi hermana, no la perdonare que es otra cosa ¿Quien hace algo así? Y para acabar de a justar ¿Justo tuvo que ser ella? ¿Y saben que es lo mas irónico...? Que me dolió mas el hecho de que Ilana me vio la cara de idiota a que Evans me engañase con ella. ¿Será que cuando me dijo que le caía mal era solo para fingir? ¿Para que no me diese cuenta? Patrañas.

Dejo de pensar y me centro en buscar mi maleta... Necesito tiempo, no quiero quedarme mas aquí. No con Ilana.
Ya sea para reírse en mi cara o dándome una mirada de arrepentimiento que en si, esas dos cosas no me harán ni sentir mal o bien. Solo quiero tiempo para mi, para encontrar a esa persona que alguna vez empecé a olvidar pero, que siempre le necesite... Volver a verlo. Iré a Canadá.

Empiezo a sacar mi ropa y la pongo en mi cama. Cojo otro bolso de mano para meter algunas cosas que necesitaré. Empaco todo para dejarlo al lado de la puerta, para cuando despierte solo sea arreglarme e irme de aquí. Prendo la computadora para comprar un ticket destinado a Canadá.

Miro... Miro... Pero casi todos los que salen en la mañana son para Estados unidos...

—¡Te encontré!

Exclamo cuando veo que hay un vuelo hacia Canadá, lo malo, es que sale a las cuatro menos quince ( 3:45 pm). En fin, no me queda de otra si quiero irme de aquí cuanto antes.

Me acuesto en mi cama luego y cojo mi celular... Veo, veo unas diez llamadas de Evans, pero que se joda ¿No tiene cabeza o que? ¿Que después de lo que me hizo le voy a contestar? Idiota. Por un momento dejo de ver mi celular y veo el techo que tiene como adorno las fotos de él y yo, sonrió un tanto melancólica. Pero me veo parada en la cama saltando y tratando de quitar todas las fotos que ya están siendo tiradas al suelo.

Después de haberlas quitado, y también haber arrancado unas cuantas que tenía en un cuaderno y haber quebrado un foto en la que estaba en mi mesa de noche... (si, tenia muchas fotos con él) hasta con el dolor en el alma borro todo aquello que alguna vez me hizo sentir feliz, hasta las fotos del celular. Pongo todas las fotos arrugadas en el cesto de basura, cojo la cajita de fósforo que tenia en mi armario (no pregunten como es que tengo algo allí. Yo ni se como fue que llego) prendo uno de los tantos fósforos y lo lanzó al cesto, cojo otro fósforo y hago lo mismo.

Después de eso me dispongo a dormir o a tratar de hacerlo. Son las 2:15 am y solo espero que Ilana no llegue hasta que amanezca o ni que trate de pensar en venir. Y luego de pensar en tanto con mis ojos cerrados, caigo en los brazos de morfeo.

Me despierto porque el sol pega directo a mis ojos...

¿Pero que demonios?...

Pregunto a la nada tratando de tapar con mi mano el sol que me da en el cara. Mi otra mano esta apoyada en ¿Césped? Espabilo tratando de ver con claridad en donde es que estoy... ¿Será que alguien me secuestro y me trajo donde estoy ahora? Ridículo ¿No? Cuando veo y distingo donde estoy solo puedo observar césped, miro a mi derecha y me encuentro una pequeña casa. Bueno, no es tan pequeña, es de color azul y tiene una valla que le rodea de color blanco. Sin pensarlo estoy caminando hacia ella.

LA PROMESA Where stories live. Discover now