15 Estás muerta.

32 7 8
                                    




Pesadillas...

No he podido dormir en los últimos dos días. No sé ni qué hora es. Tal vez estoy siendo paranoica, tal vez esto no es tan grave... Pero las cosas que se manifiestan en mi mente no evitan que me ponga ansiosa. Debo hacer algo, ya. No puedo quedarme de brazos cruzados.

Cómo había dicho, debo ir a hablar con mi padre. ¿Y saben que es lo peor? Que yo no tengo su contacto, ni nada. Que la que lo tiene es Ilana e imposible hablar con ella. Había pensado en Bonnie y en Venus, a ellas no las meteré en esto. Bueno, no hasta que lo vea necesario. No las quiero perjudicar, pero al menos necesito ayuda para averiguar.

Ellas deben de saber que ya estoy acá, lo más extraño es que ellas no se han comunicado desde que llegué. Cómo muy bien se, no estuve disponible en los dos meses cuando me fui para Canadá, así que imposible que ellas se comunicaran conmigo a no ser que hayan pensado que cambie de número y por ello no me han llamado. Pero de seguro se dieron cuenta que estoy bien porque he subido post a mis redes sociales...

Debo salir de acá cuánto antes.

En el reloj son las dos de la tarde. Bueno, si, estaba pendiente de la hora y de lo demás. Soy paranoica con exageración.
Me visto con lo que veo primero y emprendo mi viaje a la universidad.

— Deben estar allá. Bueno, al menos Bonnie.—— Digo mientras cojo una manzana y la muerdo.

Salgo del apartamento y me encuentro con Hans...

— Hola... ¿En dónde habías estado?—— pregunta él.

— Ya sabes, por ahí... —— mentira.

— ¿Por ahí en tu casa?—— pregunta cuando alza la ceja.

— Pues si ya sabías que andaba haciendo ¿Por qué has preguntado? Hasta das miedo con pensar que de pronto me espías. —— le digo y hago el gesto de sobarme los brazos mientras "tiemblo".

— Es fácil. No he visto que salgas. Casi siempre mantengo abajo, por si lo querías saber. Y pregunté, porque quería saber que me respondías.

— Tu psicología inversa sí que funciona, eh.—— le contesto haciendo el amague de subir una ceja, pero fracasó en el intento. No soy capaz.—— Está bien. Buen intento con tus preguntas... Pero me tengo que ir, ahora sí.

— ¿Y a dónde irás?

Me pregunta de nuevo mientras él me sigue el paso hasta el ascensor.

— No te incumbe... Y si me disculpas, creo que no debes saber qué hago siempre. Si solo llevo viviendo acá casi una semana. —— No soy así, no soy de esas palabras tan cortantes, para mí lo fueron. Pero debo decirlas. Quiero mantenerlo alejado. Y siendo sincera, por lo que veo él también guarda muchos secretos...

Es muy extraño. No lo conozco bien. Si, hemos tenido momentos en el cual se nota que es como tímido, pero también un poco extrovertido. Hasta me confunde a mi.
Aunque quisiera saber de él y demás, debo primero encargarme de mi, de lo que pasa y ha estado pasando con todo este rollo de mi familia y la de él...

Cuando ya estoy en el ascensor y estoy apunto de cerrar, Hans entra de un momento a otro asustandome en el instante. Pensé que se había quedado atrás y se de volvió... Al parecer no fue así.

LA PROMESA Where stories live. Discover now