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Me encontraba viendo el televisor en la estancia junto a mis hermanos. Veíamos una película de terror. Hoseok gritaba y Namjoon y yo nos asustábamos más por sus gritos que por lo que ocurría en la cinta.

Había pensado mucho la noche anterior y esa tarde sobre el auto. ¿Qué hacía fuera de mi casa si le pertenecía a JB? Tal vez solo era alguien más con el mismo auto. Decidí dejar el tema y disfrutar de ese día y noche con mis hermanos.

La película terminó y Hoseok fue el primero en levantarse, los 3 nos estiramos.

-No estuvo tan mal.- dijo haciéndonos reír. Revisó su móvil.- Oh, corran, se nos hace tarde para la carrera de esta noche.

Nos levantamos y subí a mi habitación. Usé unos shorts, un hoodie negro y mis amados vans.

Bajé a esperar a mis hermanos, y cuando bajaron salimos de casa.

En el camino Hoseok me dijo que me taparía las piernas a lo cual solo reí.

Cuando llegamos la carrera ya estaba por comenzar. Esta noche era Namjoon contra Jin y otro corredor desconocido para mí.

Nos dimos prisa y la carrera comenzó.

Estaba alentando a mi hermano y a Jin cuando en uno de mis pequeños saltos sentí que alguien chocó conmigo por la espalda.

Miré y era Él. Dios como hacía para verse siempre tan bien.

El me miró neutro, yo le sonreí y seguí gritando y viendo la carrera entre los 3 autos.

En un momento sentí que Yoongi tomó mi mano entrelazando nuestros dedos y dio un ligero beso en el dorso. Hoseok fingió una tos.

La carrera terminó con un Namjoon ganador. ¿Orgullosa? Por supuesto.

Me dirigí al auto de Hoseok por la chaqueta de Namjoon para dársela, la había traído porque sabía que le daría frío. Yo también lo tenía en las piernas, pero yo no quería ser regañada. Cuando cerré la puerta choqué con alguien al darme la vuelta.

-Hola preciosa.- dijo. Estábamos solo Él y yo

-Aléjate.- y comencé a caminar. Me jaló del brazo.- Que haces, suéltame.- dije intentando safarme de JB.

-Te regresaré la bofetada del otro día.- dijo y se acercó a mi oído.- Pero en otra parte.- susurró y dio una leve palmada a mi trasero.

Fue ahí cuando me solté de su agarre y le di esta vez un puñetazo que me dejó la mano adolorida. Su labio sangraba por una minúscula herida que le había hecho. Mi golpe fue muy débil para mi gusto.

-Déjame en paz.- dije alejándome.

Escuché como soltó una risotada y se fue en dirección contraria a la mía.

Obviamente no diría esto a mis hermanos, solo esperaba que esta vez le quedara claro todo a aquel cabrón.

Llegué junto a los chicos.

-Tardaste mocosa- dijo Namjoon tiritando y colocándose la chaqueta.- Oh, te amo hermana.

-Lo sé, lo sé gigante.- dije

-Bien, vayámonos, el billar nos espera señores.- dijo Jin

¿Billar, alcohol, chicos ebrios? No gracias.

-Eh si... yo, paso.- dije sonriendo.- Prefiero irme a casa.

-¿Segura? Te llevo.- dijo Yoongi.

-Eh. Eso lo digo yo ¿Segura? Yo te llevo.- dijo Hoseok poniéndose delante.

Rodé los ojos y reí por el acto de celos de mi hermano.

-Sí, segura. Y no, puedo ir sola, conozco el camino.- dije riendo

Me despedí de los chicos.

-Cuídate.- me dijo Yoongi cuando todos habían avanzado ya para marcharse. Asentí y se marchó.

Me quedé con ganas de darle un beso. Bah, ya pasará.

Comencé a caminar, en mi mente imaginaba como sería tener una relación con Yoongi, no es del tipo de chico común, de esos que te llaman cada segundo para decirte que te quieren o alguna cursilería de aquellas. Él es más... interesante.

Seguí caminando hacia casa.

De vez en cuando reía por las tonterías que me imaginaba.

No sé por qué razón de pronto me imaginé la espalda o torso desnudo de Yoongi.

-Dios, borra eso, borra eso.- dije sacudiendo mi cabeza.

Después de unos cuantos pasos más llegué a mi hogar.

Pánico.

El auto estaba ahí. De nuevo. Esta vez estaba frente a mi casa. Tenía las luces prendidas ya, no podía ver quién era el conductor.

Me apresuré en abrir la puerta invadida por el miedo.

Abrí la puerta y justo cuando iba a dar el primer paso para entrar sentí que alguien me tomó del cuello y me arrastró hacia atrás. No podía gritar, su brazo envolvía mi cuello, sofocándome.

Pataleé y rasguñé. No lograba nada, solo cansarme.

Sentí que otras manos tomaban mis pies y entre las dos personas me subían al auto que había visto anteriormente. Cuando me soltaron dentro comencé a toser desesperadamente buscando aire y lágrimas comenzaban a salir.

El auto avanzó.

Miedo. Más pánico.

Escuché por fin su voz.

-Preciosa, no llores.-

Wonderful Storm ➳ M.Y.G;BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora