Nacida en 2020.
Congelada en el tiempo en 2038.
Apocalipsis Nuclear en 2052... Espera, qué?
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No se suponía que debía despertar temprano. Me faltaban otros 15 años todavía. Pero eso no importa. Lo que importaba era que había despertado en...
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NARRADOR OMNICIENTE
-Teik's go. Osir don chit osir need.- (Vamos. Tenemos lo que necesitamos) anunció la Comandante con voz superior, usando su idioma nativo: Trigedasleng.
Puso la espada en su cadera y se acercó al caballo, su pelo castaño y con ondas se movía con la gentil briza. Antes de que monte el caballo, escuchó que uno de sus guerreros la llamaba.
-Heda, encontramos algo.
Al ser mencionada, Lexa se dio la vuelta con una expresión seria en su rostro. Sus ojos captaron la mirada de sus tres hombres quienes se encontraban alrededor de algo, que obviamente había captado su atención. Lexa caminó hacia ellos y ante la presencia de la Comandante, los guerreros se hicieron a un lado, dejándole una completa vista de lo que sea que estaban mirando.
Era un largo cuadrado de madera con palabras en el, desconocidas para todos ellos ya que no podían leer en Español, solo hablarlo.
BUNKER DE LOS ____ (T/APELLIDO)
- Parece una puerta.- dijo Lexa en voz alta, pero ese comentario era más para ella misma. Ella había explorado estos lugares desde pequeña, y nunca había visto esto antes, así que por supuesto que sentía curiosidad por lo que se encontraba frente a ella. Levantó la mirada y se dio vuelta y vio que sus guerreros la miraban con atención.- Ayúdenme a abrirla.
Los cinco se acercaron. Eran tres hombres y dos mujeres. Entre todos, empezaron a agarrar los bordes de la puerta de madera. Parecía ser como una bodega subterránea. Minutos más tarde, luego de hacer mucha fuerza y tener las manos sudadas, los seis lograron mover la puerta de madera hacia un costado, provocando un fuerte rechinado. Había polvo en el aire, por lo tanto, provocó que los seis tosan, mientras movían las manos para que las partículas del polvo vayan desapareciendo.
Luego de eso, volvieron a prestar atención. Lexa hechó un vistazo a su alrededor. Su postura estaba lista para pelear si fuera necesario. Su mano estaba ubicada en el mango de su espada, esperando para que alguien aparezca y ataque, pero nada pasó. Ningún animal, ninguna bestia, ningún humano, nada. Estaba todo oscuro y vacío. La única cosa visible para ellos, era un conjunto de escaleras que conducían a lo desconocido.
-¿Iremos adentro, Heda?- preguntó Indra, la mejor guerrera de Lexa, cautelosamente .
Mientras Lexa pensaba que decir, su expresión se mantenía neutra. Sin embargo, en su mente rondaban muchas posibilidades de lo que podría llegar a pasar. Esta cosa evidentemente ha estado acá por mucho tiempo, y no ha causado ningún daño. Por lo tanto, no podía causarlo ahora ¿o no? Pero aún así, su lado lógico le decía que debía chequear todo, por las dudas de que haya alguna amenaza dentro que ella tenga que enfrentar para proteger a su gente.
-Siganme.- anunció con confianza sacando su espada.- Manténganse alerta todo el tiempo.
Dio un paso hacia el primer escalón, el cual estaba empinado, y comenzó a bajar las escaleras, continua, cautelosa y cuidadosamente. Alejándose de la entrada y yendo más profundo por aquél oscuro lugar. Sus guerreros se encontraban justo detrás de ella, sus ojos se empezaban a acostumbrar a la minúscula luz que había ahí. Estaba oscuro pero cada vez ella descendía un poco más, vio algo que llamaba su atención. Cuando se encontraba medianamente cerca, notó una luz que titilaba.
