Nacida en 2020.
Congelada en el tiempo en 2038.
Apocalipsis Nuclear en 2052... Espera, qué?
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No se suponía que debía despertar temprano. Me faltaban otros 15 años todavía. Pero eso no importa. Lo que importaba era que había despertado en...
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Me sentía como un tiburón en un acuario con todas las miradas que estaba recibiendo de los otros grounders. La mayoría de las miradas eran porque realmente creían que lo de ayer en la noche fue mi culpa, y estaba muy segura que el dueño del puesto le estaba diciendo a todos. Aunque no me importaba para nada. Todo lo que me importaba era Lexa.
No estaba segura de si ella estaba enojada conmigo o no. Ella no habló exactamente conmigo en el desayuno pero tampoco me estaba ignorando, lo cual me hacia reflexionar si ella pensaba si lo hice o no. Pero algo me decía que después de la forma en la que reacciono ayer, ya no era más por el fuego. Si no por algo más grande.
No tenía ni idea de lo que pasaba entre Lexa y yo. Sentía que con ella estaba yendo en círculos. Un minuto me ignora, al siguiente nos estamos besando, al siguiente me ignora nuevamente, y ahora esto. Sentía que siempre que estaba a un paso cerca de entender lo que ella sentía por mi, daba tres pasos hacia atrás. Y era agotador.
Sabía que me gustaba Lexa, y no iba a negarlo. Pero no iba tampoco decirle directamente. Al menos no hasta que este segura si ella sentía algo por mi también. En cambio decidí esperar y ver como va a continuar todo, porque en este momento, estaba intentando con todas mis fuerzas evitar ser golpeada por algún terrestre enojado, que odie mi presencia sin ninguna razón aparente.
Actualmente estaba caminando hacia la habitación del trono, intentando encontrar a Lexa y esperando poder hablar sobre la otra noche. No necesariamente del fuego, porque eso se había solucionado ayer por la noche y los daños se arreglaron. Pero más sobre nuestra conversación, o debo decir, yo intentando hablar y ella interrumpiéndome cada dos segundos. Solo quería llegar al fondo de todo y ver si ella estaba bien. A pesar de que ella actué de forma rara conmigo, sabía que algo estaba pasando, y obviamente ella estaba intentando ocultármelo.
Mientras caminaba, termine chocando los hombros de un tipo alto y voluminoso y me congelé en mi lugar, esperando que no sea un terrestre enojado y listo para matarme.
-Vos sos ___.-
Me giré y me relaje cuando vi que no era alguien que conocía, aunque el sabia quien era yo, haciéndome recordar que lo había conocido una vez. Su largo cabello castaño cayendo sobre su cara, y este tenía una sonrisa en sus labios mientras me miraba con diversión.
-Perdón, nos hemos conocido antes?.- le pregunté, intentando no mostrar cuan incómoda me sentía por su mirada. Él tenía estas cicatrices raras en su cara, y eso estaba empezando a asustarme.
Negó con su tonta sonrisa aún en sus labios.- Soy el príncipe Roan de Azgeda.-
Asentí, a punto de presentarme pero me di cuenta lo que acababa de decir. Fruncí mis cejas, mirándolo curiosamente.- Azgeda? como en...-
-Ice Nation?.- me interrumpió con una risa sarcástica.- Si.-
La historia que Lexa me contó sobre la Nación Hielo y lo que le hicieron a Costia, también lo que me dijo Nyko sobre ellos de repente vinieron como flashes en mi cabeza, y di un paso hacia atrás, lo cual estaba muy segura que él lo había notado.
