Nacida en 2020.
Congelada en el tiempo en 2038.
Apocalipsis Nuclear en 2052... Espera, qué?
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No se suponía que debía despertar temprano. Me faltaban otros 15 años todavía. Pero eso no importa. Lo que importaba era que había despertado en...
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La mañana siguiente, Lexa y yo nos dirigimos directamente a Polis. De acuerdo con ella no estábamos tan lejos. Más o menos a una hora caminando, ese tiempo si no teníamos ningún problema.
Mis heridas no estaban tan mal como antes, gracias a que Lexa las desinfecto. La medicina de los grounders era mejor que la que teníamos en el siglo veintiuno. Esto lo aseguro porque ya mi cuerpo no se sentía tan débil, gracias a la medicina y a lo bien que descanse ayer, la caminata devuelta a Polis no era para nada difícil.
-Espera.- susurró Lexa, haciéndome hacía atrás antes de que cruce las puertas de Polis.
Ella me señaló para que me quede quiera, y ambas nos ocultamos detrás de los arbustos mientras mirábamos al frente. Me sentía curiosa por saber por qué me había parado, pero me empalidecí cuando vi a los grounders que estaban vigilando una de las tantas entradas de Polis.
Ice Nation.
-QUÉ MIERDA ESTÁN HACIENDO ACÁ?.- susurré gritando, mirando con ojos abiertos a los terrestres con cicatrices en sus caras que conversaban el uno con el otro.
Lexa maldiho en Trigedaleng antes de fruncir sus labios.- No tengo idea. Pero esto no se ve para nada bien.- dijo apretando su mandíbula mientras estudiaba la entrada, probablemente intentando ver cuantos terrestres de Azgeda habían en Polis.- Necesitamos encontrar una manera de entrar. Mi gente si los hubiera visto hubiesen peleado, lo cuál significa que algo no esta bien.-
Asentí y un silencio se hizo presencia entre nosotras mientras pensábamos cuidadosamente. Los grounder de la Nación Hielo estaban vigilando, lo cual solo se puede significar que también estaban adentro. Lo cual significa que habían ocupado el territorio. Pero eso no podía pasar, o si...?.
-Conozco una manera de entrar.- dije recordando algo. Miré a Lexa quien estaba esperando que siga hablando.- Más allá a la izquierda, hay un camino que te lleva detrás de algunas tiendas. No esta tan lejos de la torre. Podemos meternos por ahí.-
No le dí oportunidad de responder porque ya me encontraba dando la vuelta y dirigiéndome nuevamente dentro del bosque y lejos de Ice Nation. Escuché a Lexa seguirme mientras caminamos por las afueras de Polis y hacía el atajo que había descubierto cuando tiraba el agua sucia de el balde y vi a los terrestres cazando en el bosque. Cuando llegamos al pequeño atajó, vi que no había muchos grounders y los que estaban ahí eran los civiles regulares haciendo sus rutinas diarias.
-Vamos, es por aquí.- susurré cautelosamente.
No había moros en la costa, o al menos eso creía.
Lexa me miró con una ceja arqueada.- Cómo descubriste este atajo?.-
Recordaba como logre encontrarlo, y sabía que no sería bueno decirle, teniendo en cuenta sus posibles castigos.- En serio queres que te diga como lo encontré?.- pregunté con una sonrisa leve mientras la molestaba.
