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Mire con sumo terror a todas las personas que miraban con esperanza hacia alguien; hacia mi.



Habían pasado tres días desde que toda Nueva Orleans se nos vino encima, desde que la facción de brujas alzó las salvaguardas, desde que Misty murió y me dejo su poder, desde que Roslyn casi mata a su propio padre.



Me esperaba un pequeño respiro, no pedía nada más. Pero ahora tenía a cientos de criaturas justo allí, rogando con la mirada para que las dejara pasar al pueblo.



Voltee hacia Bonnie, pidiendo permiso. Porque aún que este fuera una tipo sede para nosotros, seguía siendo su hogar.




La morena hizo una mueca, pero asintió mientras apretaba con fuerza la mano de Elena.



-Antes de entrar-comencé.-deben saber que estamos contra cualquier cosa de esclavitud, por lo cual serán revisados para ver que no tengan la marca. Si ustedes conocen a alguien que tenga esto-señale mi tatuaje.- deben traerlo aquí; Bonnie Bennett es la última de su linaje, la más poderosa. Tiene el poder de desvincular a las personas de La Grande, pero tiene que haber cooperación por ambos lados- asentí hacia ellos, mientras bajaba de un brinco la roca en la cual me encontraba.-Déjalos pasar, Tanya.



La voodoo asintió, mientras tocaba con lentitud la engaña invisible que protegía a todo Mystic Falls, y todas las personas no tardaron en meterse enseguida.



Habíamos colocado tiendas de acampar, al igual que Damon y demás personas decían que casas estaban disponibles. También había ropa, comida a la mano para todas las personas. Así que verlas asustadas y llenas de suciedad, lo primero que se me venía a la mente era que irían corriendo por comida, por la necesidad de seguridad.



Pero no lo hicieron; todas fueron hasta donde yo estaba, dejándose caer de rodillas mientras murmuraban.




-Gracias, Heredera.



Sentí una extraña sensación en mi estomago, mientras retrocedía varios pasos. Había demasiadas personas que estaba arrodilladas frente a mi, aquellas que lograban verme a los ojos lo hacían con admiración.




-Están a salvo-fue todo lo que pude decir, mientras me apartaba el cabello del rostro, dándoles un asentimiento.




Después de varias palabras de Roslyn y demás, lograron hacer la gran separación de Nueva Orleans y los desterrados de todos los lugares.



Cuando todos dejaron de prestarme atención para poder alimentarse, no tarde en dejar salir todo el aire que estaba conteniendo.


-Estuviste bien-me consoló Stiles a mi lado, tocando ligeramente mi hombro.



Mire hacia el con lentitud, dandole una pequeña sonrisa.



Al rededor de todas estas semanas, el no se había separado de mi lado. Podía ser la fuerte líder que todos ellos estaban esperando, pero cuando necesitaba respirar o llorar de frustración, el estaba a mi lado.



-No creo que lo haya estado-suspiré.-pero no importa. ¿Hay suficientes...?



La llegada de Allison nos interrumpió; la había mandado junto con su padre a que diera el mensaje al resto de los Argent acerca de la guerra que estaba en pie.



Mire con detenimiento a mi amiga; llevaba su largo cabello en una coleta alta y tensa, tenía su traje de combate al igual que su arco detrás de ella. A veces, por más amable que fuese Allison, su sangre Argent se notaba a millas de distancia.




We Want WarWhere stories live. Discover now