(V)

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Natalie hacia oídos sordos a lo que Talia Hale le comentaba, acerca de cuan grande ya estaba Cora, acerca de lo problemático que era Derek, acerca del apoyo que encontraba en Laura. La bruja no podía escuchar nada de lo que ella dijera, porque sino, sabía que se echaría para atrás.



-Bueno, creo que tengo que dejarte-suspiro ella, mientras se paraba para ir hacia Cora, quien gruñía hacia otros niños por haber tomado sus juguetes.-eso es algo que debo resolver.


La bruja asintió con cuidado, para después pararse ella también. Antes de salir por la puerta, vio una vez más hacia dentro; había niños allí, no solo los hijos de Talia, sino también niños humanos. Había hombres lobo por doquier, pero también sus parejas eran humanas. Y sí, muchas de ellas estaban embarazadas.


"Merezco tener un lugar a lado de la Reina, esto valdrá la pena" pensaba una y otra vez, mientras que sus pies se rehusaban a salir de la casa.


-Hola Natalie-le sonrió con educación el hijo de Talia, mientras que traía en brazos el bebé de alguno de los de la manada.-luces nerviosa, ¿necesitas algo?



Natalie se obligó a tirar de sus labios en una sonrisa que decía mil cosas, ayúdame, no sospeches nada, mátame antes de que haga esto. Pero el hijo de Talia aún era inocente ante estas miradas, por lo cual no supo interpretarla.


-Me tengo que ir-se disculpó.-mi esposo... -decía mientras abría la puerta, para después salir con rapidez por esta.


Soltó un suspiro tembloroso, mientras que se recargaba sobre la puerta. Ya estaba cambiando su mente.


-¿Por que tardaste tanto?-escucho que le siseaba una voz a su lado, enseguida trayéndola a la realidad de que no podía cambiar su parecer.



-Lo siento, es solo... hay niños allí, Kate-mordió su labio, viendo hacia la cazadora.-¿por que querría La Grande reducir a niños a cenizas?


-Lo que ella quiere es terminar con la casa Hale-insistió Kate.-tal como lo hizo con los Labonair. Mira, ya tengo todo preparado, solo me hace falta que hagas el hechizo para que no puedan salir por las puertas. Si te hace sentir mejor...-se inclinó para sacar de su bota un encendedor.-yo haré todo.


Natalie se abrazo a si misma mientras se separaba de la puerta, pero terminó por elevar ambas manos hacia la casa y comenzar a recitar los hechizos que harían que nadie pudiera salir. Pero claro, ella no podía dejar sin una posibilidad a Talia, así que dejó la ventana del cuarto de Laura abierta, para que quien pudiera, saliera de allí.


-Y así, es como la joven cazadora termina con toda una dinastía-canturreo Kate, aventado el encendedor hacia un lugar en específico.



Natalie esperaba un fuego enorme, pero lo que tuvo fue una explosión que la hizo saltar hacia atrás en puro terror.


-Crei que solo íbamos a incendiar esto-musitó.-no a explotarlo.

La rubia le guiñó un ojo, mientras pasaba una mano sobre su cuello para atraerla como si fuera una vieja amiga.


-Te apuesto a que La Grande nos da puntos extra por creatividad.


Una vez que los gritos y lamentos comenzaron, la bruja se quitó de encima los brazos de la cazadora para salir despavorida de allí. No sé creía lo que había hecho.


We Want WarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora