We Want War

IX

No debería actualizar así de rápido, pero bue; aquí tienen. Por cierto, quería preguntarles si les gustaría un Q&A, idk.

•••

-Si viene Ekaterina -comencé con voz relajada, aún cuando Hayley lucia como si me quisiera sacar los ojos.-ustedes se quedan fuera; están marcando como mercancía y no dejaré que les hagan nada. Vamos nosotros y vampiros, no lo verán venir.

-¿Es por eso que lo haces?-golpeó ambas manos contra la mesa, logrando que mi hermana, quién era la única de nosotras que seguía sentada, le diera una mirada intensa.-¿O es por qué tú hijo es un lobo?-preguntó mientras que sus ojos se transformaban.

Enseguida se puso frente a mi, y yo no tarde en hacer lo mismo, aún cuando me sacaba mucha altura.

-No lo metas en esto-conteste con voz tensa.

-¿Sientes eso?-se burlo, picoteando mi pecho.-Es lo que se siente cuando alguien hace planes peligroso con tus hijos.

-Que no se te olvide quién mierda salvo a Hope en primer lugar-explote, dandole la espalda para poder tranquilizarme. Ekaterina nos ponía a todos de cierto humor, pero teníamos que recordar cuál era la principal causa de que estuviéramos aquí.

Antes de que Hayley pudiera ponerse en mi contra de nuevo, la puerta del estudio que usábamos como mesa de juntas, fue tocada.

-Adelante-suspire, y fruncí el ceño al encontrarme a Allison justo allí, con el semblante serio.

-Los cazadores quieren hablar- comentó.

Voltee hacia Hayley, quien a pesar de las diferencias que estábamos teniendo, solo asintió, ya sabiendo que debía llamar a Klaus y a Roslyn, junto con algunas personas de Mystic Falls.

-No-le detuvo Allison, tomándola del brazo cuando ella intentaba salir.-Solo quieren hablar con Amara.

Hayley frunció el ceño, mientras que quitaba con brusquedad el agarre que tenía Allison sobre ella.

-¿De que se trata, Al?-Pregunte a la peli-negra, mientras que hacia que Hayley se clavara en su lugar. Allison tenía que entender que no podía darles la espalda, no podía dejarles atrás.

La cazadora paseo sus ojos por Hayley y Lydia, quienes le miraban con ambas brazos cruzados.

-Quemo la capital de México -escupió ella sin tacto alguno.-Murieron millones de humanos.

Sentí como la sangre se me iba del cuerpo, y por unos segundos me quede estática. ¿Que demonios sucedía con ella? Estaba haciendo de esta guerra algo mundial. No solo se estaba metiendo con nuestra libertad, sino que estaba arrasando con la vida humana.

-¿Como lo hizo?, ¿como saben que fue ella?-preguntó mi hermana, y hasta que note su mano al rededor de mi cintura, supe que se había parado para apoyarme.

Extinguí la necesidad que tenía de caerme rendida en sus brazos y sollozar desesperada que esto era demasiado para mí, pues como antes había dicho, ella era el lugar más seguro para mi.

-Porque uso a una niña para hacerlo-contestó Allison, cruzándose de brazos.-llegaron los militares y aunque no entendían del todo lo que estaba pasando, amenazaron con matar a la niña sino paraba con lo que fuera que estaba haciendo. Fue terrible-movió su mandíbula con dolor.-millones de personas murieron en todos los edificios, las que lograron escapar murieron tiempo después porque se refugiaron cerca de la estatua de un ángel y este les cayó encima. Los militares mataron a la niña con cientos de balas.