¿COMO HAGO PARA SEDUCIRTE? (ZAYN MALIK) (Editando)

capítulo 44 "la decisión para un nuevo comienzo"

Con lágrimas en los ojos me monte en el piloto y encendí el auto para dirigirme a la casa de Enrique. En cuestión de una hora llegue a su casa. Salí del auto y fui hasta la puerta. Toque el timbre. Cuando el abrió la puerta me lance a sus brazos. El quedo sorprendido pero al instante me abrazo y me hizo pasar a la sala. Nos sentamos en el sofá y le conté todo lo que paso. Enrique se molestó al instante y dijo que no lo necesitaba, que lo tenía a él y que me quedaría en su casa. Yo le agradecí de corazón. Me ayudo a bajar las cosas de mi auto y las puso en una habitación vacía que tenía. Yo le dije que no era necesario, que pronto buscaría una casa y que además debía volver a Londres, tenía trabajo, pero el hizo caso omiso y lo guardo todo ahí.

Solo le agradecí y lo abrace fuertemente. Nos sentamos en el sofá y Enrique me dio una copa de vino. Lo necesitaba. Habían sido dos días de infierno y ahora que no tenía casa, peor se puso. Seguimos tomando en silencio. Enrique me tenía en sus brazos. Recordé las palabras de  Franco. Fueron muy dolorosas y me hacían sentir mal. Comencé a llorar otra vez.

Shu shu linda---dijo Enrique acariciando mi cabeza--- todo pasara ya veras

Enrique ¿Qué voy a hacer?—dije llorando en su pecho--- no tengo a nadie. Me quede sin familia. Estoy sola en la vida. Ya no hay un lugar a donde pueda volver. He perdido mis raíces.

Oh Laura no digas eso, uno nunca pierde sus raíces, tu naciste en este país, y por supuesto que tienes un lugar a donde volver, mi casa es tu casa Laura---dijo el sonriendo y acariciando mi mejilla--- no importa si no estaremos aquí, tus cosas quedaran aquí, para cuando quieras volver.

Pero Enrique…

Laura hay algo que en Londres no pudo decirte y eso que lo tenía todo preparado, pero debido a las circunstancias--- dijo con una sonrisa triste--- Laura Castillas eres el amor de mi vida y por eso pido que te cases conmigo. Sé que no es el momento debido a la situación.

Oh Enrique—dije asombrada y secándome las lágrimas, jamás pensé que me lo pediría.

Antes de que tu padre partiera de Londres, yo le pedí tu mano, él estuvo muy contento cuando se lo dije y acepto con gusto---dijo Enrique con una sonrisa triste--- le prometí que te cuidaría con mi vida. Quiero que sepas que conmigo nunca estarás sola. Ambos formaremos una familia y nos cuidaremos. Nos tendremos mutuamente. Solo estaremos tú y yo.

Quede en silencio analizando cada una de las palabras de Enrique. No podía creer que le haya dicho a mi padre, pero recordé lo último que él me dijo cuándo me susurró en el oído “Quiero que sepas que espero seas feliz con Enrique, es un buen partido para ti”. Unas lágrimas corrían por mis mejillas. Mi papa estuvo de acuerdo con eso. Además que Enrique tenía razón solo lo tenía a él. Lo mire a los ojos y acaricie su mejilla con cariño. Tal vez no lo amaba pero lo quería demasiado. Así que…

Acepto Enrique Fernández---dije con una sonrisa triste

Ambos nos besamos en los labios, cerrando aquel compromiso. Culminamos nuestro beso y recosté mi cabeza en su pecho.

Si quieres nos casamos la semana que viene—dijo el acariciando mi cabello

¿tan rápido?—dije sorprendida y viéndolo a los ojos

Si, si no te importa claro está—dijo el triste--- linda ambos debemos regresar a nuestros trabajos. Tú debes ir a Londres con Mónica y yo debo recibir la embajada en Japón. Y si no lo hacemos ahorita ¿Cuándo lo haremos? Además ¿no te quieres casar aquí, en nuestro país? Tus amigas están aquí, le podemos decir que se queden unos días. Nos casaríamos después de los novenarios de tu padre ¿Qué dices?

Lo pensé bien y él tenía razón. Después sería muy complicado. Pero tenía mis dudas. Mi papa acaba de morir ¿cómo puedo celebrar una boda? Creo que Enrique leyó mis pensamientos porque agrego.