¿COMO HAGO PARA SEDUCIRTE? (ZAYN MALIK) (Editando)

Capítulo 45 "Cuatro años después..."

Cuatro años después…

-          Señora Fernández el auto está listo—dijo Alex mi guardaespaldas.

-          Gracias Alex—dije con una pequeña sonrisa.

Me monte en el auto y salimos de la gran casa del embajador. Como odiaba esa casa. Deseaba regresar a Londres, pero no podía. Era la esposa del embajador de Argentina en Japón y se supone que estaba ahí por comisión de servicio. Suspire y observe por la ventana. Han pasado cuatro años. Unos cuatro largos años desde que me case con Enrique. La gente nos ve como un estable matrimonio, pero no lo siento así. Suena mi teléfono, era Enrique.

-          Hola cariño—dije viendo al chofer y mi guardaespaldas

-          ¿A dónde vas?—dijo el seco

-          Te dije ayer que asistiría a un congreso de Cambio Climático y la geopolítica—dije nerviosa

-          Muy bien cariño, nos vemos en la casa—dijo el serio

-          Si, lo que tú digas cariño---dije con manos temblorosas.

-          Adiós, que te vaya bien—dijo el contento

-          Gracias amor, adiós---dije forzando una sonrisa. Los que iban adelante no podían darse cuenta de mis nervios.

Colgué la llamada y seguí mirando por la ventana totalmente ida.

-          Señora ya llegamos—dijo Alex abriéndome la puerta

-          Gracias—dije vacía

Salí del auto y camine hacia la entrada principal. Salude a varias personas conocidas. Había muchos diplomáticos reconocidos. Todos me conocían como la esposa del embajador de Argentina.

-          Señora Fernández, espero que la pase muy bien---dijo uno de los coordinadores del congreso

Sonreí tensamente y le di las gracias. Fui hasta los asientos designados y comencé a ver a los expositores.

En realidad no preste atención. Estaba sumergida en mis pensamientos. Aún recuerdo cuando Enrique y yo nos casamos y Mónica me dijo que no estaba de acuerdo. Ojala le hubiera hecho caso. Me arrepiento de haberlo hecho. Muchos piensan que soy como una princesa adorada y querida por su esposo. Que él me ama y cuida todo de mí. Pero no todo es color de rosa, es decir todo eso es cierto, pero él va mucho másallá. Su amor raya en la locura, o eso opino yo. Es muy celoso. No me deja salir para ningún lado si no está el y cuando me deja, tiene que ser con un guardaespaldas.

Luego de habernos casado, cada uno se fue a su trabajo. Él se vino a Tokio y yo me quedé en Londres. Pasamos todo un año tratando de vernos pero a veces no podíamos. Enrique cada vez estaba más molesto por la situación, quería estar conmigo, así que le suplique a Mónica que me mandara de comisión a Japón. Ella no estaba de acuerdo, pero entendía que yo debía estar con Enrique, como su esposa. Recuerdo lo que me dijo “Laura aquí siempre tendrás tu puesto, recuerda que tú eres parte de esta embajada, tu eres de mi personal, así que cuando quieras regresa”. Ojala tuviera el coraje de hacerlo, pero no lo tengo. Una vez, hace casi tres años, tenía solo cuatro meses de haber llegado a Japón,  amenacé a Enrique con irme si no dejaba sus ataques de celos, esa fue la primera vez que me golpeo y luego me dijo que si me iba de su lado, me mataría, que yo era de él. Sus ojos irradiaban ferocidad y locura. Me asuste tanto que más nunca tuve el coraje de amenazarlo y mucho menos de irme.

Siempre supe que él odiaba a mis amigos, pero no imagine que no me dejaría verlos. Desde que me residencié aquí en Tokio, hace tres años, no sé nada de ellos. Para que el no se molestara y golpeara, no volví a contestarle las llamadas ni lo mensajes a ninguno de los chicos. Solo cambie de número, cerré mis cuentas sociales. Desaparecí del mundo. Nadie sabía de mí.