2| MY ONLY HERO ||teen wolf [ᴍᴏᴅ]

2. Wendolyn y "La cosa".

2. Wendolyn y "La cosa".

Samantha

Después de la escuela me dirigí a casa en mi Citroën. No quería nada con las cosas sobrenaturales por el momento. Necesitaba distraerme y...

No otra vez...

Mi cuerpo comenzó a sacudirse. Esos incontrolables tics. No tuve control del auto e inevitablemente choqué. Sin embargo, no me percataba de ello ya que me encogía en el lugar del conductor y se me cerraba la respiración. Las manos se movían, temblaban.

"—Por ahora tengo una A en francés y una B- en economía —dijo... ¿Isaac? ¿Por qué veo a Isaac?"

Las imágenes eran borrosas. Una detrás de otras. Era la casa de Isaac, lo sabía. Estaban él y su padre sentados en la mesa central. Cenando. 

"—¿Química? —no es por ser criticona pero siempre me dio miedo el padre de Isaac (...)—No me mentirías, ¿Verdad, Isaac?(...)"

"(...) —¿Isaac? —ahora su padre estaba en la entrada de un callejón. Era oscuro casi podía verlo nítido. —¡Isaac! —lo siguiente que vi, fue una figura... Atacándome."

Volví a respirar abriendo los ojos asustada, sentándome. Miré a mis costados. Había paramédicos con mirada preocupada sobre mí. Cambié la mirada a dónde estaba ubicada y me encontré en una camilla. A unos metros, mi auto. Completamente destrozado.

—Señorita, ¿Recuerda su nombre? —preguntó uno de ellos, aunque no pude distinguir cuál pues yo sólo miraba el horizonte. Únicamente pensando en lo que había visto. Una lágrima se desprendió de mi mejilla.

—Samantha.

—Okey, Samantha, ahora te llevaremos a emergencias. ¿Está bien? —levanté la vista y la dirigí a la voz. El hombre era rubio, tenía unos ojos claros muy bonitos.

 —No, no lo está... yo... no quiero molestarlos —intenté sonar sincera y despreocupada—. Estoy bien. 

El muchacho no pudo contestar ya que llegó el padre de Stiles. Olvidé mencionar que también estaba la policía. Por el accidente, por supuesto.

El señor Stilinski suspiró aliviado al verme.

—Sam, estás bien —me unió a un abrazo, que sencillamente no correspondí. 

—Quiero ver a mi padre, ¿Puede? —supliqué. Mis ojos estaban a punto de estallar por la conmoción. No obstante, Noah sólo intentó sonreír con amabilidad.

—Tu padre no vino conmigo, Sam. Está en la comisaria. No sabíamos que eras tú la del accidente, por lo que decidimos que sería mejor dividirnos —asentí sin querer creerle—. De igual forma ya llamé a Holly.

Holly. Genial. Mi tía al rescate.

—Oh, por Dios, cariño, ¿Te encuentras bien? —su desesperación me agradaba. Me envolvió en un abrazo y yo se lo seguí. La abracé con fuerza y cerré mis ojos de la misma manera. Las lágrimas simplemente se deslizaron sobre mis mejillas—. Vamos a casa, ¿Sí?

No hablé en el recorrido a casa. Me sentía lo demasiado estúpida como para poder decir algo. ¿Qué diablos está pasando conmigo? ¿Qué es esto? ¿Por qué no entiendo?

—¿Vas a decirme qué sucedió, Sam? —sentí su mirada seria en mí—. ¿Por qué chocaste?

—¿Qué pasará con mi auto? —me atreví a preguntar ignorando cualquier interrogatorio.

—Tal vez en un día o dos... —Genial... otra razón para querer morir—. Tiene destrozado el parachoques y la luz delantera izquierda. Tal vez, mañana esté lista, no lo sé. Ahora ¿Vas a explicarme?