8. Sterek es Real

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8. Sterek es Real.

Samantha

Apesar de tener un ánimo del carajo, tenía que fingir lo mejor posible. Vinimos con Mari y Majo, una amiga nuestra, en mi auto después de un rejalante helado, y ahora nos encontrábamos en la cancha de Lacrosse, sentadas en las tribunas.

Si se preguntan por qué tomé la decisión de invitar a mi prima y nuestra amiga a ver un partido insignificante que ni siquiera saben cómo se juega... bueno, fue  para distraer a papá. Quería ayudar a mis amigos. Tal vez no pueda aportar mucho pero no los dejaría solos.

—Entonces... ¿Juega Isaac? —Ante la mención de su nombre, sonreí.

—¿Por qué preguntas? —La morocha de ojos marrones subió y bajó las cejas y esta comprendió a lo que le insinuaba.

—N-no lo di-dije con esa intenci-ción...

—Tranquila Mari, tu secreto está a salvo con nosotras.

—Pero tú sabes que tengo novio —se removió en su lugar incómoda. Yo reí a secas y no dije nada más. Sólo tomé mi cuaderno de dibujo y me dediqué a lo que sé hacer: dibujar. Tampoco crean que lo hago como profecional. Creo que una de las pocas cosas que hago bien es diseñar ojos. Mis bocetos no son perfectos, pero por lo menos se entiende lo que quiero transmitir.

Pero últimamente había algo raro en ellos. Los ojos que hacía... eran iguales. Le ponía la misma sombra.

Además, hoy dibujé un vidrio. Un pedazo triangular que apareció en mi mente ¿Qué tiene que ver? No sé. Pero yo no dejo de dibujar lo que se me pasa por la cabeza.

—Oh por Dios —levanté la mirada cuando escuché la voz de Marinette. Un chico de Beacon con la camiseta número 9 salió volando por los aires hasta caer estrepitosamente al suelo.

—¡Por favor! ¡¿En serio esa mole es un adolescente?! ¡Quiero ver la documentación! —gritó el entrenador mientras se sentaba al lado de Stiles.

—¿Quién es ese...?

—Edward Obomovitz. Le dicen Eddie, tiene 1,9' y pesa 70 kg. Lo llaman "La Abominación" —Mari y Majo me miraron rara—. Stiles lo mencionó —me encogí de hombros y sus caras se llenaron de entendimiento.

El partido siguió su curso con normalidad pero antes de volver a mis bocetos golpeé la nuca de Allison quien tenía al lado a su abuelo. Le hice señas con los ojos y ella asintió. Claro, después de mirarme feo por golpearla.

A los minutos, Gerald le ofreció el camperón negro que tenía las llaves.

Sonreí. Esa es mi niña.

—Parece que tienes un admirador —murmuró la morocha en mi oído y yo confundida miré donde indicaba: Encontré a Matt. Fruncí el ceño cuando cambió la mirada rápidamente.

—¿Por qué lo dices? Es inofensivo.

—Inofensivos, los ojos de Eren*...  —interfirió Mari—. Ese chico ha estado sacándote fotos.

—¿Qué? —casi me río de ella— Están locas.

—Bueno... eso es cierto —me codeó Majo y meneé la cabeza cabizbaja mientras ella reía. No puedo con estas chicas.

Recuerdo la primera vez que la conocí a Majo. Teníamos 10 años y fue justo después de... la muerte de mamá.

Mi mente volvió a recrear imágenes de ella cuando se clavó ese vidrio en el pecho. E inevitablemente, mis ojos se aguaron.

2| MY ONLY HERO ||teen wolf [ᴍᴏᴅ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora