2| MY ONLY HERO ||teen wolf [ᴍᴏᴅ]

20. Difícil es decir adiós

Convencimos a Lydia de ir por Jackson. La chica no lo dudo no dos veces y vino con nosotros. Me aseguré de que trajera la llave y le expliqué todo lo que pude. Estábamos estacionacios a unos metros. No se cómo iría la disputa. Pero alguien tenía  que ir y ya a espiar.

Me obligué a pensar. ¿Qué hice cuando vi lo que Matt iba a hacer más adelante? Lo toqué.

Sin pensarlo por segunda vez, toqué el brazo de Stiles sin embargo, nada sucedió.

—¿Qué haces? —me concentré sin imaginar nada en especial y repetí el gesto sintiendo como mis ojos volteaban poniéndose blancos.

Estaban Lydia y Stiles. El rapado en el asiento del conductor y la pelirroja del copiloto ambos gritaban y se estrellaron con algo.

—¿Estás bien? —Preguntó mi mejor amigo cuando volví a la realidad.

—Tengo que ir a ver qué sucede. —Quise moverme pero Stilinski me lo impidió. Si en la imagen estaban él y Lydia, yo no me encontraba en el cuadro. Ellos tenían que hacerlo sin mí.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Déjame ir. Haré de espía unos minutos. Les avisaré cuando vengan y prométeme aparecer a toda velocidad. Me refiero a Roscoe  —indiqué pero mis amigos seguían confundidos—. Sólo... confíen en mí. Siento que esto es lo que tengo que hacer.

Stiles me vio a los ojos por unos segundos y asintió.

—Ve pero ten cuidado. —Asentí dándole una sonrisa.

Corrí hacia adentro. Me escabullí entre los pequeños espacios que encontraba. Si no quería salir herida, necesitaba esconderme bien.

Seguí el sonido de los quejidos y algunos disparos. Me oculté detrás de un cajón observando al mutante Jackson rugir y después Derek saliendo de la oscuridad haciendo una voltereta en el aire para caer con un estilo soberbio.

Rodé los ojos.

—Parece que alguien ama hacer entradas dramáticas —me sobresalté cuando Peter me susurró al oído.

—Sí, y parece que viene de familia —dije con sarcasmo—. Creí que no eras cobarde, señor álter ego.

—Pues verás niña, volver de la muerte te deja algo cansado.

Miré la pelea. Ahora estaban Derek, Scott e Isaac enfrentando al kanima.

—Supongo, entonces, que si tú estás aquí...

—Lydia vino conmigo, sí.

Por el rabillo del ojo pude ver que Peter asintió.

—¿Cuándo vendrá?

—Todavía no es tiempo.

—¿Cómo lo sabes?

—Porque así lo siento. —lo vi a los ojos—. Si ya sabes la respuesta no me preguntes. Puedo llegar a mis propias conclusiones sola. Gracias.

Volví a mirar la escena habiendo callado a Peter de una vez.

El Kanima era astuto. Seguía batallando pero no estaba solo. Allison se encontraba allí con una actitud que jamás había conocido. Superada. Fría. Ajena a la niña que alguna época fue. La bestia inmovilizó a Derek. En un movimiento, Allison apuñaló a Isaac. Quise gritar pero Peter tapó mi boca. Al parecer la pelinegra aún no había terminado. Quería venganza. Por su madre. Se acercó al hombre con veneno paralizante en su pecho y levantó las dagas para clavárselas.