Capítulo 8.

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¡Fin de semana de maratón! 

8:15 a.m.



El moreno y el castaño se encontraban sentados en la banqueta y detrás de ellos se encontraba la “Mansión Horan”. Era sábado y la Cafetería no se abriría hasta las 10:00 a.m. el Señor Horan se había ido a su Oficina desde las 7:00 a.m. y los dos chicos suponían que a esta hora, apenas Maura se iba levantándose y preparándose psicológicamente para otro día de trabajo. 

El silencio que invadía a los chicos era cómodo. Simplemente miraban a cualquier lado y se sentían bien, y lo mejor era de que la presencia del otro le gustaba. Louis comenzó a sentirse cómodo con Zayn y sabía que se volverían buenos amigos, además de saber que las intenciones del moreno siempre serían buenas; por otro lado, a Zayn le gustaba mucho más la compañía de Louis, “Él es de Harry” se repetía mentalmente pero algo no le quedaba claro. “¿Por qué tenía que ser de Harry?, Zayn no dejaría de aconsejar a su ahora nuevo amigo, pero esa chispa de celos que sentía no podía evitarla, ¿acaso le estaba gustando el castaño? Era obvio, pero así como Louis no admitía al principio su amor por Harry, Zayn no admitiría estar sintiéndose atraído por el castaño de hermosas orbes azules zafiro. 

— ¿Qué era lo que te quería decir Maura ayer en la noche? —Pregunto Zayn rompiendo el cómodo silencio que había. 

—Quería darme buenas noticias… excelentes noticias diría yo. —El castaño sonrio de oreja a oreja inconscientemente, provocándole otra sonrisa al moreno que se inundo de felicidad al saber que por fin la vida le sonreía a Louis. 

— ¿Se puede saber que son esas excelentes noticias? 

— ¡Claro! —El castaño hablo emocionado, como un niño pequeño provocando ternura. —Me dio trabajo en la Cafetería, comenzaré el lunes, ¿No es genial? Ya no me siento como un bueno para nada, creo que las cosas por fin me salen bien; y otra cosa muy importante es que Harry ira a la escuela. 

Zayn se sorprendió y se mostro evidentemente entusiasmado, pero lo único que lo desconcertó fue el hecho de enterarse que el pequeño rizado no asistía a la escuela, para después caer en cuenta de que Louis no tenía los recursos suficientes como para poder pagar una escuela que valiera la pena. 

—Se ofrecieron a pagarle la escuela a Harry, estudiara en la misma que Niall. No me dejaron pagarles, si lo intentaba me iban a despedir. —Rio tímidamente. —Lo único que faltaría sería el departamento para sentirme completo. 

¿Sentirse completo? Zayn podría jurar que para poder sentirse completo también necesitaba a Harry con él. La idea de que quizá Louis le confesó a Harry la noche anterior sus sentimientos y que el rizado le correspondiera comenzó a asustarlo de sobremanera. 

—Uhm, ¿completo? ¿No deberías también tener a Harry para estar completo? —Pregunto Zayn, sintiéndose estúpidamente entrometido por primera vez. 

—Ya tengo a Harry, de todas las formas posibles. También le gusto, me lo confesó ayer, incluso me hizo prometerle que un día nos casaríamos. Me sentí tan emocionado y pervertido a la vez. 

— ¿Pervertido? —El moreno alzó una ceja y sonrió burlonamente. 

—Te cuento después, eso no es lo importante, lo que importa es que Harry siente lo mismo y no sé, creo que tendremos una “relación secreta” —Hizo comillas con los dedos y puso sus ojos en blanco. La idea no le gustaba tanto, pero tenía que aceptarla ya que era la única forma y de eso tendría que hablarlo con Harry en la tarde, explicarle que nadie podía enterarse de eso. Ni de su pacto de casarse cuando el rizado tuviera 18 años. 

— ¿Seré invitado en la boda? 

—Serás un invitado especial, mi querido y nuevo amigo. —Dijo Louis con un tono gracioso en su voz, abrazando a Zayn por los hombros y atrayéndolo más a él. El moreno se sonrojo y sabía que algo andaba mal, él jamás se sonrojaba. 

Continuaron hablando de cosas sin sentido hasta que sus estómagos comenzaron a rugir rogando por ser alimentados. El reloj ya marcaba las 8:50 a.m. y sabían que no faltaba mucho para que Maura bajara, seguro ella les ofrecería algo de desayunar y sin su consentimiento ellos no tocarían la alacena. Y exactamente a las 9:00 a.m. Maura bajo totalmente arreglada y con una gran sonrisa, saludando a ambos chicos para que la acompañaran a la cocina ya que sería ella quien les prepararía el desayuno. 

— ¿Dónde está Prudence? —Pregunto Malik, tomando asiento en una de las sillas. —Creí que trabajaba los fines de semana también. 

—También los trabaja, pero ayer me pidió permiso para faltar hoy por asuntos familiares y no pude negarle el permiso. 

—Oh, ya veo. 

Había sido lo último que dijo Zayn, su idea de tener una conversación no había funcionado del todo bien, pero se sentía bien saber que por lo menos lo intento. Satisfacción de un trabajo increíble. 

Maura se acerco a cada uno de los chicos tendiéndoles el plato con huevos y tocino para después acompañarlo con un delicioso jugo de naranja recién hecho. El desayuno había estado delicioso y después de eso, Maura salió de la casa a las 9:35 a.m. Le gustaba ser puntual. 

Maura había dejado a ambos chicos a cargo, principalmente a Louis que era el mayor de todos. El castaño acepto y espero a que los chicos bajaran. 

10:00 a.m.



Por fin un sobreviviente había bajado. Liam. El castaño con el que no tuvo la oportunidad de convivir, pero sabía que tenía trece años, a simple vista se veía tímido, pero a la vez simpático. 

Saludo a ambos chicos y Louis se dispuso a servirle el desayuno. Los tres comenzaron a hablar y Liam y Louis se habían llevado bastante bien; el castaño se dio cuenta de lo condenadamente tímido y agradable que era Liam y eso le gustaba y Zayn lo notaba. 

Unos pasos ruidosos comenzaron a escucharse, al igual que unos cuantos bostezos por parte del niño irlandés, entró a la cocina de un golpe con las mejillas sonrosadas, el cabello alborotado y con un mal humor terrible. Saludando a todos tomo asiento al lado de Zayn, quien se burló de la actitud del rubio. 

Louis le sirvió su desayuno y después de agradecerle comenzó a comer en silencio. Louis sentía curiosidad por saber si Harry aun dormía o si estaba despierto así que decidió preguntárselo al pequeño quien respondió que seguramente seguía en el quinto sueño y Louis sonrió y Zayn volvió a notarlo. 

El castaño se disculpo y se adentro escaleras arriba para ir a la habitación donde el rizado aun dormía. Estaba hecho un lio, dormía boca abajo, una almohada tirada y otra en su espalda, unas cobijas tiradas y otras hechas un desastre. El ojiazul se acerco silenciosamente y tomo asiento al lado del pequeño, acariciando su cabello que se sentía tan suave.

No pudo dejar de imaginarse una vida con Harry. Juntos. 

El rizado comenzó a moverse y Louis alejó su mano de su cabeza y Harry gruño en desaprobación; con todo el esfuerzo del mundo logró ponerse de lado para mirar al mayor y dedicarle una sonrisa adormilada. 

—Me gustaba como se sentía. —Comentó Harry rompiendo el silencio que reinaba la habitación. Louis sonrió y volvió a acariciarle el cabello, provocando que Harry cerrara los ojos y disfrutara de la suave caricia. 

—Me gustas tú, Harry. —Soltó el mayor repentinamente. No pensó en lo que dijo, simplemente salió y por primera vez… no se arrepentía. Harry sonrió aun más y sus mejillas se colorearon de color escarlata. 

—También me gustas tú, Boo. —Dijo Harry mirando fijamente esos orbes azules que tanto le gustaban. 

Se quedaron mirando fijamente un largo rato. Los segundos comenzaron a pasarse cada vez más lento y sintieron como si lo que sucediera fuera en cámara lenta. A Louis le gustaba Harry y a Harry, Louis. 

Louis rompió contacto visual y Harry se lamentó. 

—Oye, Lou. 

— ¿Mande, cariño? 

— ¿Cómo dormiste anoche? 

—Excelente, mejor que nunca. ¿Qué tal dormiste tu? 

—Nunca antes dormí mejor. Creo que nunca me había dado cuenta de lo cómodo que se siente cuando se duerme contigo. 

Cada palabra que salía de los finos y rosados labios de Harry provocaba mil y un sensaciones en todo el cuerpo de Louis. Amor, cariño, ternura, etc. Louis adoraba a Harry y de eso no había duda y con cada palabra que Harry decía se podría decir que Harry comenzaba a sentir el sentimiento del amor verdadero.

—Cuando tengamos nuestro departamento quiero dormir contigo todos los días. No necesitaré una habitación para mí. ¿Verdad que dormiremos juntos?

— ¡Claro que sí! Sí eso es lo que quieres, por mi esta perfecto. —La voz de Louis se escucho un tanto sucia y pervertida que dulce y adorable. Se dio un golpe mental, pero Harry ni siquiera logró notar la diferencia del sonido de su voz y Louis lo agradeció infinitamente. 

Louis le habló a Harry sobre que pensaba de ir a la escuela y el rizado no pudo más que hablar, hablar y hablar de lo emocionado que se sentía, pero a la vez preocupado: “¿Y si no encajo?” “¿Y si no les caigo bien?” “¿Y si no soy tan inteligente como para estar en ese Colegio?”. A Louis le parecieron preguntas totalmente estúpidas pero comprensibles por ser un pequeño niño asustado por su primer día de escuela.

El castaño intentaba tranquilizar a Harry y decirle que todo estaría bien, que todo el mundo lo amaría pero no tanto como él lo amaba. El rizado agradecía a Dios poder tener a Louis con él, poder sentir estos sentimientos nuevos que tenía. Poder sentir las mariposas en el estómago cada vez que el castaño se le acercaba. 

—Boo Bear. —Llamo el rizado, poniéndose de pie y haciéndole una seña a Louis para que se parara frete a él. —Ven. —El mayor asintió y se puso frente a él pero la diferencia de estatura era demasiado notable así que decidió sentarse en la cama mientras Harry se ponía frente a él. 

—Dígame Señor Harold, ¿Qué desea? —Bromeó Louis y Harry lo miro serio. 

—Quiero que me prometas otra cosa. 

— ¿Qué cosa? 

—Que siempre estaremos juntos

—Prometo que siempre estaremos juntos, mi vida.

We are not real brothers.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora