Cerca. Muy cerca del final.
La semana había sido pesada para Harry. Todos se amontonaban para ayudarle a pasar su examen y se los agradecía, pero lo estaban atormentando e irritando. Todos se habían involucrado de buena manera, incluso Louis, quien se había jurado no meter su nariz en eso, sin embargo, ya lo había hecho.
Louis era el encargado de hacer que Harry se sintiese mejor y lo lograba. A veces le leía, otras veces le cantaba canciones de cuna, le hacía sentir mejor de diferentes maneras y Harry no sabía cómo agradecérselo.
El gran día había llegado. Todo era un lio. Louis llevaba horas levantado y apenas comenzaba a escuchar señales de vida por el resto de la casa, podía escuchar la voz adormilada de Maura anunciando que bajaría a hacer el desayuno. Ya era una rutina, pero hoy estaba realmente nervioso.
Le tranquilizaba ver a Harry dormir, se veía adorable y en paz. Louis deseaba sentirse en paz en ese momento, pero el pánico lo estaba matando y mejor, decidió irse a dar una ducha fría para despertarse por completo. Una vez que salió Harry estaba levantando hurgando en la ropa para ver qué era lo adecuado para ponerse.
Louis decidió ayudarle a elegir algo cómodo pero presentable. Lo consiguieron y una vez todo listo Harry fue corriendo a la ducha. Louis bajo las escaleras encontrándose con Maura y su perfecta sonrisa, ofreciéndole el desayuno que él no se molesto en rechazar. Tomo su asiento y desayunaron juntos, hablando sobre el tema principal: El examen. Maura le comentó que el examen sería a las nueve, pero tendrían que estar mucho antes para hablar con la Directora acerca de todo. Louis asentía pesadamente, deseando poder estar con Harry pero el trabajo lo llamaba y no se atrevía a pedirle el día libre a Maura.
Todos estaban listos para irse, faltaban quince minutos para la entrada escolar y las pequeñas manos de Harry sudaban. Niall le regalaba palabras de aliento y el siempre le agradecía de corazón el ser el amigo irlandés más adorable de todos y las mejillas de Niall siempre se encendían haciéndolo ver adorable ante los ojos de Harry.
—Louis, ¿Estarás conmigo verdad? —Pregunto el rizado y Louis negó.
—Lo siento, Hazza. Iré a trabajar, pero no te preocupes, yo se que te ira genial. —Louis le dedico una sonrisa triste y Maura se dio cuenta.
— ¿Bromeas? Hoy no iras a trabajar, muchas cosas que hacer. Tienes que acompañarnos. No te preocupes, cielo, Louis ira. —Dijo volteándose un poco para poder mirar los ojos esmerada de Harry iluminándose.
—Gracias. —Susurro Louis y ella solo asintió.
Habían llegado a la escuela y se habían despedido también. Niall se había ido a su salón dejando a los demás fuera de la Dirección, esperando su turno para entrar. Bobby intentaba tranquilizar el ambiente de vez en cuando, pero le parecía imposible cuando todos estaban tan nerviosos.
Harry cargaba con él un folder lleno de hojas que estaba estudiando. Había problemas de matemáticas y varios tips de otras materias, palabras clave que le servirían y mil y un apuntes que Liam y Zayn le escribieron.
Una vez que la directora pudo atenderlos toda la familia entró. Bobby se encargo de presentarlos, empezando por Maura y terminando por el pequeño rizado que se escondía detrás de las piernas de Louis. Harry era tímido y a la Directora le pareció lindo.
Margaret Webber. Era la directora del tan envidiado colegio. Una escuela prestigiosa. Doctores, abogados, arquitectos, diseñadores gráficos, todos los estudiantes que salían de ahí tenían un futuro casi asegurado.
