Capítulo 11.

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Louis se sentía completamente agradecido, sus compañeros de trabajo eran bastante amigables con él y lo habían recibido de buena manera, ofreciéndole a ayudarle o aclararle cualquier duda que tenga, al igual de que él sería totalmente incluido en las pequeñas juntas o reuniones fuera del trabajo. 

En la Cafetería había dos cajas; la “caja 1” era dirigida por una chica, 23 años y de nombre Lilith Moreau, una pelirroja de grandes ojos verdes y una hermosa sonrisa, sin contar que era bastante agradable y graciosa. Ella fue la primera persona del personal que le habló amistosamente, presentándose y explicándole bien como estaban las cosas en el trabajo, Maura la había dejado a cargo de Louis en lo que ella salía a hacer algunas cosas.

Cuando tenían tiempo hablaban sobre su vida. Louis supo que la chica tenía una hermana menor de 16 años, su padre había muerto hace ocho meses y su madre había entrado en una espantosa depresión de la cual apenas estaba recuperándose, ella llevaba trabajando desde hace once meses en la Cafetería y tenía muy buena comunicación con Maura, lo cual la hacía tener algo de ventaja cosa que seguramente Louis tendría también. 

Lilith le habló acerca de las personalidades de cada uno de los que ahora serían sus compañeros; le comentó acerca del chico de aseo: Mathew Allen, demasiado raro para su gusto y de todos era el único que no convivía con nadie y solo esperaba su hora de salida. Lynette una castaña de 20 años era la encargada de la repostería, mientras que Dante de 19 era su ayudante. Menciono acerca de que Lynette era bastante enojona y era preferible no meterse con ella, pero fuera de eso era un amor. 

Y así fue contándole un poco de todos los trabajadores e incluso le conto acerca de algunos clientes que frecuentaban la Cafetería y se ponían a contarles su historia en lo que acababan su café y su pastelillo. 

—La Señora Connor siempre viene en eso de las 2:30 p.m. se sentará en la barra y comenzara a narrarte su vida. Se dará cuenta que eres nuevo y te contara todo desde el principio. Es viuda y hasta donde sé, sus hijos la dejaron hace seis años, no la visitan y bueno, no la ayudan económicamente. Esta sola. —Contó Lilith mientras hacía una mueca esperando a que algún cliente nuevo se acercara a ordenar. —Es horrible. Creo que tiene 73 años ¿Y sabes que es lo increíble? 

— ¿Qué cosa? —Pregunto Louis sorprendido por la triste vida de aquella señora sola. 

—Que ella es feliz. Me ha invitado a su casa varias veces, tiene una bonita casa con un enorme jardín repleto de toda clase de flores que puedas imaginarte. Siempre me dice que se siente sola, pero jamás ha puesto mala cara por eso, al contrario. 

—Es una mujer fuerte. —La pelirroja asintió y le dedico una cálida sonrisa mientras se acomodaba para tomar la orden de una adolescente de cabello negro y de actitud bastante sangrona. 

Y ahora que lo pensaba, Louis no le conto nada sobre él.

Después de que a su caja llegaran varios cliente y fueron atendidos por un entusiasta Louis, dejando una buena imagen de él la puerta de la Cafetería volvió a abrirse dejando entrar a un niño de pelo rizado y sonrisa deslumbrante buscando a alguien con la mirada. 

Y encontró a Louis y corrió a él emocionado. El mayor lo abrazo con toda la emoción que le fue posible demostrar, besando la frente del menor haciéndole preguntas acerca de qué tal le había ido y como le había parecido la que sería su nueva escuela; su compañera pelirroja se percató de la presencia del niño que Louis abrazaba y le dio ternura ver como trataba a un niño. 

Harry respondió cada una de sus preguntas entre risas, Louis lo llevó hacia detrás de la barra, acomodándole una silla para que se pusiera cómodo mientras el menor seguía relatándole que tal le había parecido todo y hasta donde iba todo era maravilloso. 

El castaño se mostró completamente feliz al saber que todo había salido bien con Harry y que Bobby había arreglado todo perfectamente para que Harry presentara su examen el viernes a las 9:00 a.m. y Harry tenía que admitirlo, estaba nervioso; Louis le prometió que pasaría, que era muy inteligente y que principalmente confiaba en el. El rizado prometió poner todo su esfuerzo para sacarse un 100 en esa prueba dejando a un Louis completamente orgulloso. 

El mayor le comentó que a partir de mañana en la tarde comenzaría a ver departamentos en distintos lugares y de preferencia que estuviesen cerca de aquí o de la casa Horan, así las cosas se le facilitarían un poco y le pediría ayuda a Bobby para eso y más porque sabía que ya saldría de vacaciones de su otro trabajo y tendría el tiempo suficiente para ayudarle a encontrar un departamento con el precio y en la zona perfecta. 

Después de eso Harry le pregunto qué tal le estaba yendo en su nuevo trabajo y más que feliz Louis le respondió que de maravilla y que todos eran bastante agradables y seguramente a él le caerían bien y en ese momento Harry se percato de la presencia de la pelirroja quien se encontraba parada detrás de Louis. 

Louis se movió para que Harry la mirara bien y este le sonrió pensando que era inofensiva e inocente. El castaño la presentó y sí, al principio a Harry le agrado, pero solo al principio. 

— ¿A qué hora sale Niall de la escuela? —Preguntó Lilith mientras atendía a una clienta.

—A las 2:00 p.m. —Dijo Harry dulcemente. 

— ¡Perfecto! Ya va a salir así podrás quedarte con él mientras Louis y yo… 

Y Harry no pudo evitar interrumpirla, con el ceño fruncido pidiéndole una explicación. 

—Tú hermano me ha parecido de lo más agradable y aunque sea unos años menor que yo pues me ha interesado… sé que es demasiado pronto, pero no sé, Louis tiene algo que muchos chicos no tienen. —La chica se sonrojo ante aquella declaración, rogado mentalmente para que el pequeño aceptara que ella saliera con su hermano mayor.

Harry sabía que Louis tenía algo que muchos otros no: Tenía carisma, era adorable, simpático, gracioso, tierno, dulce, cursi, inteligente, humilde y fuerte. Sabía perfectamente que Louis podría enamorar a cualquier chica o chica que se le cruzara y ahora el miedo lo invadió sintiéndose vulnerable y pequeño. 

—Deja a Louis, el no te hará caso. Aléjate de él, no te le acerques y no quieras inténtalo con él. ¿Entendido? —El rizado se armo de valor y hablo, dejándole en claro que Louis jamás sería de ella, ni de nadie. 

— ¡Oh, cariño! No planeo quitarte a Lou, jamás lo haría he visto lo cercanos que son; creo que tú deberías pensar en él un poco y darte cuenta que él esta grande y algún día tendrá que conocer a la chica indicada y bueno esperaba que…

—Tú no eres la persona indicada. —Y dicho esto, el menor se alejo de la chica dirigiéndose a donde estaba Louis sonriente hablando con Lynette, la chica repostera. 

Harry presentó a Harry con la chica y esta le sonrió y besó la mejilla, el mayor se alejo para volver al trabajo dejándoselo encargado a Lynette quien encantada acepto pasar tiempo con el adorable rizado. 

Lynette le hablo sobre su trabajo dejando sorprendido a Harry, prometiéndole que un día hornearían un gran pastel juntos y que desde ahora pensara con quien compartiría el pastel y realmente no le costó demasiado trabajo pensar en la persona indicada: Era alto, con 18 años, tez bronceada, ojos azul zafiro y sonrisa encantado. Louis Tomlinson.

Al pequeño le agradaba la forma en la que Lynette lo trataba; le hizo un pequeño interrogatorio para sacarle su información básica: Edad, color favorito, pastel favorito, cumpleaños, mascotas y la más importante si estaba en una relación y con un “Llevo hermosos meses de relación con mi novio Jonathan” dejo a Harry completamente tranquilo y encantado con la castaña amigable. 

Lynette había puesto en marcha su trabajo, comenzando a corretear a Dante su asistente, disculpándose con Harry y pidiéndole de favor que saliera de la cocina que el trabajo empezaría pero dejándole en claro que el día menos esperado hornearía ese fabuloso pastel y Harry encantado y agradecido salió de la cocina con una sonrisa. 

Le echo un vistazo para darse cuenta de que en una hora y media saldría Niall de la escuela y que aun así no planeaba separarse de Louis ni un solo momento; además de tener que vigilar a la pelirroja arrastrada que planeaba quitarle a su Louis. 

—Oye, Boo. —Llamo el pequeño tocando el brazo de Louis para llamar su atención. 

— ¿Si, Harry? —Dijo agachándose para quedar a la misma altura que Harry dándose cuenta de que en unos años más sería más alto que él. 

—Me duele la cabeza, ¿a qué hora termina tu turno? —Pregunto Harry mientras llevaba una de sus manos a su cabeza sobándosela. Louis entró en pánico al saber que Harry se sentía mal, aunque solo fuera un dolor falso de cabeza. —Después de que tu turno acabe iremos a casa, ¿verdad? 

—Claro bebé, siéntate en una de las mesas libres, te traeré un panecillo ¿Sí? Ya casi empieza mi descanso, podría pedir que te traigan algo de comer antes de… 

—Prefiero comer contigo —El menor sonrió haciendo sonrojarse a Louis, quien fijándose a todos lados y asegurándose de que nadie estuviera viendo, le planto un beso en los labios al menor. 

1:30 p.m. 

Louis y Harry comían tranquilamente en una de las mesas que había libres, el menor le contaba sobre la infinidad de cosas que la Directora le relató acerca de la escuela, además le prometió que el examen estaría sencillo y que sin duda lo pasaría con una excelente calificación provocando que el rizado se emocionara aun más y tuviera el doble de esperanzas de poder estudiar. 

El mayor estaba más que orgulloso y confiado con que Harry lo aprobaría, rogaría y rezaría a Dios por eso. Harry merecía esa oportunidad. 

Todo iba perfecto y Harry se pregunto porque no llegaba Niall, debía de haber estado ahí desde hace 10 minutos y el rubio prometió ser puntual para después ir al parque o a jugar pero con lo que la pelirroja le había dicho todas las ganas de jugar y divertirse con su amigo se fueron al diablo, ahora lo importante era cuidar a su Louis. 

— ¿La chica pelirroja te cae bien? —El menor pregunto provocando sorpresa por parte del mayor. Louis podría jurar de que el tono de voz que utilizo Harry había sido más de molestia que de felicidad. El ojiazul asintió y le sonrió, mientras bebía de su bebida. 

Harry frunció el ceño. 

—A mí no. Al principio sí, después no. Es una zorra. —Louis soltó una carcajada al escuchar decir eso a Harry, era la primera vez que se refería de esa forma de alguna persona y debía admitir que le sorprendió que esa primera persona fuera su nueva amiga. 

— ¿Por qué dices eso? A mí me ha parecido muy agradable, creí que tú y ella podrían ser buenos amigos también, ¿Qué fue lo que cambio todo? 

—Ella quiere salir contigo, Lou. —El menor gruño y apartó su sus ojos de los penetrantes ojos de Louis, sus ojos verdes cayeron sobre una joven pelirroja que se dirigía a su mesa con una gran sonrisa y una libreta en su mano derecha y una pluma en la izquierda y en ese momento Harry quería abalanzarse sobre ella y dejarla calva a ver si así podía presumir el exótico color de cabello que tenía. 

Lilith llegó saludando a ambos chicos y ofreciéndoles algo más de comer, Louis pidió dos malteadas sin siquiera preguntarle a Harry si quería una, sabía que no se negaría después de todo. La pelirroja asintió y despeino a Harry y el rizado la fulmino con la mirada sin siquiera preocuparse por como reaccionaria Louis por el trato que estaba dándole a su nueva amiga. 

La joven apartó su mano rápidamente entendiendo que ese gesto no había sido del agrado del menor. Avisando que les traería las malteadas en unos minutos se retiro para ir a la cocina. 

—Pensé que era cajera, no sabía que también iban a las mesas a pedir las ordenes. —Harry rodo los ojos. Era pequeño, pero no estúpido sabía que había otros cuatro meseros, también sabía que ella no atendía a las personas sin contar que estaban otros tres clientes esperando para que tomaran su jodida orden y eso le molesto a Harry. Ella quería la atención de Louis y quizá también buscaba su propia aprobación pero no la tendría, no de Harry. 

Las malteadas habían tardado más de lo que Louis hubiera deseado y con solo ocho minutos restantes de su descanso se decidió a aprovecharlos tomando tranquilamente su malteada mientras pensaba en el extraño comportamiento de Harry hacía Lilith. 

Louis adoraba ver como sonreía Harry y la adorable forma en la que sus hoyuelos aparecían en su angelical rostro. Lo adoraba más de lo que debía. 

—Harry hablaremos de Lilith en la salida, ¿de acuerdo? Por cierto, ¿ya te sientes mejor? —El menor negó con la cabeza mientras jugueteaba con sus dedos, Louis lo miro por unos segundos, sabía que no podía enojarse con él pero le parecía estúpido que pensara que Lilith quería salir con él. 

Louis volvió a su puesto en la caja registradora y fijó su mirada en la puerta que estaba abriéndose para dejar entrar una cabellera rubia. Un niño de once años entraba muy feliz saludando a todo el que se le parara enfrente; llego hasta donde estaba Louis y lo saludó preguntándole como le estaba yendo y Louis agradecía la amabilidad del pequeño, después de tener esa pequeña conversación le mostró donde estaba Harry, dejando a un rubio feliz y dispuesto a salir a jugar con su amigo. 

Louis observaba como creció la felicidad en Harry al ver que su mejor amigo por fin había llegado para hacerle compañía. 

La hora de salida del castaño sería a las 4:00 p.m. y él estaba más que impaciente para que por fin llegara la hora de ser libre. 

La pelirroja se le acercó con una sonrisa en su rostro. No faltaba mucho para salir, poco más de media hora quizá. Lilith le había sonreído de manera cálida haciendo sentir bien a Louis, pero a la vez, haciéndose una nota mental: “No aceptar salir con ella, jamás”, por si acaso. Con un movimiento algo exagerado de cabello, la chica terminó al lado de Louis intentando entablar una conversación que el castaño entendía muy poco. 

Después de varias indirectas hechas por la pelirroja Louis logró captar lo que realmente quería ella y efectivamente, era una cita. Romántica. El rechazo en su nota mental le pareció más sencillo que tenerlo que decir a la cara con la preocupación de decepcionarla o lastimarla, además no tenía una excusa realmente creíble para decirle porque tenía que rechazar su invitación. 

El dolor de cabeza falso, de Harry. 

Louis pensó más rápido de lo normal, sonriendo triste y fingidamente, intentando actuar lo mejor posible para que la pelirroja se creyera todo lo que él le dijera. Maldiciéndose por no poder el mismo talento que Zayn en la mentira, comenzó. La chica muy poco convencida creyó todo y cada una de las mentiras que Louis le había dicho, desde:“Harry no se siente muy bien” y “Tengo un compromiso más tarde”

A decir verdad ni siquiera se sentía culpable de mentirle, no la conocía así que el sentimiento de culpa aun no aparecía. Sintió alivio a pesar de la notable tristeza en el rostro pecoso de la chica, pero, Louis no quería ni querrá algún día algo serio con ella y él no le daría falsas esperanzas, si quería algo con él sería solamente una bonita amistad y de eso no saldrían. Él solo tenía ojos para una persona. 

Harry.

We are not real brothers.Where stories live. Discover now