Capítulo IV

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Dylan se había ido luego de hablar sobre cosas triviales, mientras yo evitaba temas de cuando eramos novios, y sus disculpas constantemente.

No sabía que iba a hacer, mi plan de destrozar el corazón de Sergio seguía en pie, eso sin duda. Pero estaba Dylan; quien llegó queriendo volver.

En el fondo sé que quiero regresar con él, pero necesito terminar lo que empecé respecto al merecido de aquel mujeriego.

Si Dylan veía mis actitudes con Sergio, estaba segura que pensaría que ya no me importa y que ahora tenía interés en aquel idiota.

Pero tampoco podía decirle de mi plan, era tan ingenuo que lo podría decir, sin la intención de hacerlo.

Entre a casa debatiendo que debía hacer, minutos después escuche la puerta abrirse.

--Vengo muerto ¿No quieres prepararme un sándwich? -Pregunto Jaden mientras se quitaba su chaqueta y la lanzaba al piso.

¿Por que los chicos son tan desordenados?

--Solo porque también tengo hambre -me dirijo a la cocina y comienzo a hacer los sándwiches.

--Ten -le toendo el plato con su comida,me sonríe agradecido.

Algo pasaba con este chico, no llegaba siempre sonriente después de un largo e intenso entrenamiento.

Normalmente llegaba, tomaba un baño y se dormía hasta el siguiente día.

--¿A que se debe tu buen humor? -Pregunto entrecerrando los ojos

--¿Acaso es delito venir feliz? -Una sonrisa de bobo se plantó en su rostro.

--Si cuando vienes de un largo entrenamiento, normalmente te quejas de que te duelan tus músculos y te vas a dormir. No llegas con sonrisa de bobo -él me da una mala mirada y luego abre la boca.

--Natalia ya es mi novia -expresa feliz, oh eso es bueno. Excepto que a Sergio no le va a gustar nada.

--Felicidades, ella me agrada -le sonrió mientras él sigue comiendo.

--Todo va perfecto, porque aún no sabe nada su hermano. En realidad aunque lo sepa y quiera golpearme, no me pienso alejar de ella. -Habla seguro y firme.

El maldito se va a desquitar conmigo...

Y la noche llego, de nuevo sin noticias de mis padres. Ellos nunca hablaban para decir que estaban bien, o para preguntar que tal todo acá. Y si nosotros hablábamos ellos no respondían supuestamente porque estaban muy ocupados.

Si me muriera, ellos se entrarían 6 meses después, o cuando volvieran.

Estaba acostada en mi cama mirando mi techo, uno pintado simulando la galaxia y las estrellas.
Papá y yo lo habíamos pintado cuando yo tenía 5 años, cuando ellos no estaban pegados a su trabajo y lo más importante éramos Jaden y yo.

Luego todo eso cambio.
Ellos comenzaron a viajar, a tener mucho dinero, nos mudamos de cuidad y nos metieron a un colegio privado.

No entiendo como pase de tener la vida perfecta a la más solitaria.

Primero mis padres se alejan, luego Kensy y Dylan se van, y solo me quedo con Jaden.

Podía parecer que tenía todo: era guapa, tenía dinero, era popular, tenía pretendientes y había sido novia de Dylan Martz; el más guapo y popular del colegio.

Pero yo no quería esa vida, extrañaba mi casa pequeña, mis amigables vecinos, mi familia unida y no ser el centro de atención.

Muchas chicas desean ser el centro de atención, pero la verdad es que es una gran responsabilidad. A penas cometes un error y ya te están juzgando sin tomarse la molestia de por lo menos escucharte.

Los recuerdos de cuando mi vida era perfecta solían invadirme por las noches.

Hasta que lloraba tanto y me quedaba dormida, esta vez no fue la excepción.

Desperté sintiendo mis ojos más pegajosos de lo normal ya que había llorado en la noche.
Tome una ducha rápida, arregle mi cabello y mi maquillaje.
Lo que más amaba de las mañanas era la hora de escoger que ropa usaría, mi ropa no mostraba mucho pero tampoco era discreta y seria.

Jaden y yo llegamos a juntos a la escuela como de costumbre. De nuevo las miradas de los estudiantes se posaban en nosotros.

El chico guapo y popular y la zorra, no tenía amigas aquí así que básicamente si las chicas no estaban odiandome, estaban ignorandome.

Entramos al instituto, cada quien tomando el camino que le correspondía, abrí la puerta del salón esperando que aún no hubiera llegado el profesor. Cuando siento algo pegajoso resbalar por mi cabello, cara y cuerpo, tenía un olor bastante desagradable y no tenia claro que era exactamente.

--Y la próxima vez te dejaré caer algo mucho peor -Escucho su maldita voz burlona, volteo encontrando a una Ross sonriendo de lado y de brazos cruzados.

--Eres tan estúpida, ¿es que tu cerebro de nerd se bloqueo de celos que solo pudiste pensar en dejarme caer una sustancia asquerosa? Vaya, creí que con tu gran "inteligencia" se te ocurriría algo mejor. -Su sonrisa se desvanece y entonces yo sonrió.

La clase nos está observando, nadie dice nada, solo se escuchan unos cuantos murmullos.

Hasta que aparece él rompiendo el silencio y sorprendiendome.

--Ross, la próxima vez que te metas con Pirs asegúrate de que ella es la que tiene la culpa, o si no vas a quedar como una ardida. Justo como ahora -Ross nos observa molesta, está roja y sus manos ahora son puños a sus costados.

--Eres tan puta que ahora vas con Roggers. Primero Dylan, luego Rees y ahora este imbécil. ¿Quien sigue por amanecer en tu cama? -Siento la rabia recorrer mi cuerpo, avanzó hacia ella hasta que alguien toma mi brazo y me hace retroceder.

--¿Por que tanto odio a este bella chica? Ah espera, ya sé. Porque sabes que es mejor que tú y que si quisiera tener a Rees, él fácilmente te dejaría por ella. Después de todo la nerd si tiene miedo de que le roben a su chico -Ross tiene los ojos rojos, puedo notarlo a través de sus grandes gafas.

--Solo aleja tu culo de Rees -toma sus cosas y sale a toda prisa del salón.

--De nada -dice Sergio pasando a mí lado para tomar su lugar.

¿Que mierda había pasado?
¿Por que Sergio se había tomado la molestia de defenderme?

Hasta ahora el único chico que salía en mi defensa era mi hermano.

Tenía que aceptar que su gesto me había parecido lindo, pero luego recordé que él lo único que quiere es un buen polvo, y entonces recuerdo lo idiota que siempre ha sido.

A mitad de la clase siento que algo golpea mi cabeza. Un papel hecho bola.

"¿Tuviste una mala noche? Tienes unas grandes ojeras.
                                     -S

Frunso el ceño, este chico es bipolar.
De nuevo la misma pregunta.
¿Por que se preocupa por mí?

¡Golpe bajo, preciosa! (En Edición) Kde žijí příběhy. Začni objevovat