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Llegar a casa era sinónimo de soledad, había veces que me aterraba mi "hogar"

En el momento en que cruce la puerta de mi casa sentí sus pesadas miradas sobre de mí, levanté la vista y los mire firme.

Papá me miraba con tristeza, Jaden me dió una sonrisa de boca cerrada y mi madre me retaba con la mirada, solo a ella le devolví la mirada

¿De dónde había sacado el valor?

--La decisión está tomada, nos vamos el jueves... -y subió las escaleras con sus odiosos tacones repiqueteando.

--Sugiero que comiences a empacar y a despedirte de tus amigos, nes vamos en dos días Nikky. --Papá trato de sonreírme y fue tras mi madre.

Seguramente fue a rogarle que trate un poco mejor a su hija, como suele hacer cada que mi madre me habla feo.

Odio que le ruegue el amor que antes ella me daba de corazón.

Rogar es de débiles.

--¿De verdad te quieres ir Jaden? -le pregunto atenta, ya que no ha dicho nada y él no es un chico que no hable, al contrario.

--Todo sea por esta familia, quiero reconstruirla -besa mi frente y va a la cocina

¿Y ahora que?
¿Debo empacar y hacerme a la idea de ir a otro país solo con mi padre?

No quiero dejar a Jaden, ni a Dylan y aunque suene raro ni a Sergio.

No malinterpretemos las cosas, es solo que mi plan no terminaría como yo quiero.

No tengo nada que hacer así que tomo mis cosas y voy a la biblioteca local, por alguna razón me siento segura entre estantes altos llenos de libros. Todo tipo de libros.

Tomo un libro de poesía, en lo personal es mi género favorito. Lo que los autores plasman en aquellas hojas, a veces es mi historia. Mi vida resumida en unas cuantas líneas.

--¿También eres ratón de biblioteca? --me giro alterada al escuchar su voz, ¿Por qué tiene que estar donde yo estoy? Y para con estos cliché, vida.

--Largo, déjame leer -vuelvo a poner mis ojos en el libro fingiendo leer.

--¿Poesía? Creí que te iban los de romance entre vampiros y hombres lobo --la burla en su voz y su arrogante sonrisa deberían enojarme, pero me río y no sé porque mierda me estoy riendo.

--Devuélveme el libro -pido cuando termino de reírme

--Solo si me das un beso -y aquí es donde luce tierno, pensé que eso era imposible.

--Te voy a dar todos los besos que quieras si tú escribes un poema.

--No soy cursi -se encojo de hombros

--Eres cobarde -arquea una ceja y niega con la cabeza.

--¿Por qué lo piensas chica cursi?

--Porque te da miedo escribir lo que sientes, lo que piensas o lo que te dejo el corazón roto. -por breves segundos puedo ver la vulnerabilidad en sus ojos.

¿Qué tan fuerte eres realmente Sergio?

--No me da miedo escribir lo que siento, porque simplemente sé dominar mis sentimientos.

--¿Quieres decir que jamás te han roto el corazón? -pregunto divertida, me emociona poder ser la primera.

--Eso no importa, pero no soy tan débil como para demostrarlo -me guiña el ojo y se dirige a la estantería de libros de terror, toma dos y se sienta junto a mí.

--¿El chico malo sabe leer? -esas mi momento de burla y voy a disfrutarlo.

--¡Ay! Preciosa, hay tantas cosas que no sabes de mí, pero a decir verdad; prefiero que así sea, entre menos sepas va a ser mejor. --me sonríe sinicamente.

¿Qué significa eso?

--No me gustan los chicos difíciles -acepto mirándolo cautelosamente

--Entonces no pierdas el tiempo conmigo, si te gusta lo simple es porque quieres algo monótono, común y aburrido. Te da miedo el cambio y salir de la rutina -¿Cuando pasamos a que este chico me analizará?

--Eso no tiene nada que ver -me defiendo enderezando la cabeza.

--Eres novia de Dylan ¿Vas a decirme que es un chico complicado, una mente loca y un amante de la adrenalina? ¿O que es un chico de deberes, sigue las reglas de sus papis y nunca se mete en problemas? Tú chico rosa y yo somos un clara diferencia.

Vaya, era verdad.

--Dejemos a Dylan fuera de esto, siempre tienes que meterlo

--No te molestes, pero sabemos que es verdad, ahora que estás conmigo vas a saber lo que es divertirse de verdad...

--¿Qué somos? -esa pregunta sale de mi boca sin balbuceos.

--Somos novios ¿No ya estaba claro eso? -asiento dándole la razón

¿Y ahora como le iba a decir que me iba a ir del país y que era posible que no lo volviera a ver?

--Novios --la palabra daba vueltas en mi cabeza, Kensy nunca llegó a ser su novia, solo eran "amigos con derechos"

--Debo irme, te veo mañana -me levanté dispuesta a irme, pensé que me tomaría del brazo y me besaría como en las historias cliché. Pero la verdad es que ni siquiera se molestó en detenerme. Me dijo ir como si no le importará.

Llegue de nuevo a casa, hice tarea y me bañé. Me encantaba el agua, hacia que me relajara y por un momento no me importará todos los problemas que me estaban rodeando.

--¿Podemos hablar? --Jaden estaba sentado en mi cama cómodamente, yo solo llevaba una toalla al rededor de mi cuerpo.

--Supongo que si -respondí un poco de mala gana.

--Sabes que si nos vamos con nuestros padres no nos veremos por mucho tiempo, tú y yo somos los únicos que siguen unidos de esta familia. No quiero que eso cambie nena --la preocupación es clara en su voz, Jaden suele ser un poco sentimental

--Jaden solo serán unos meses -trato de calmarlo pero es inútil

--Yo no te quiero dejar, pero veo que tú a mí si...

--No es eso, pero podemos recontra esta familia, solo tenemos que sacrificarnos un poco

--Yo ya sacrifique al amor de mi vida, ya no estoy dispuesto a más. ¿Dime qué sacrificarse tú?

--Nada -respondo luego de unos segundos.

Siento que le estoy arrebatando la felicidad a mi hermano. A decir verdad sacrifique a Sergio.

¡Golpe bajo, preciosa! (En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora