es lunes, una semana más.
buscaba a hanna por los pasillos, con cuidado de que ninguno de los otros hermanos de castiel me viera, porque de hacerlo, soy hombre muerto.
cuando la encontré, estaba platicando con cas, pero no el que yo recordaba, si no uno al cual se le nota el cansancio, la desolación y profunda tristeza. no puedo evitar sentirme aún más deprimido, al notar, que obviamente, castiel está así de mal por culpa mía.
espero a que castiel se aleje de ella, lo cual tarda unos cinco minutos más, ahí es cuando actúo y corro hacia ella, al momento en que me ve, su cejas se fruncen, y lo siguiente que sé, es que me ha abofeteado.
-eso es por romper el corazón de mi hermano, tienes suerte de solo estar frente a mi, de ser por lucifer ya estarías muerto, pero al parecer te escondes bien, cobarde.-
-yo no quise lastimar a cas, yo...- no logro terminar porque me vuelve a abofetear.
-pero lo hiciste.-
-tenía que, he teñido problemas algunos problemas, y no quería involucrar a castiel en ellos, lo hice porque quería protegerle...-
-pudiste habérselo dicho, o al menos explicarte. gracias a ti, piensa que no merece vivir porque nadie lo querrá realmente.- suspira
-¿qué? cas...- no puedo decir nada, más bien, no sé que decir.- le he hecho una carta, explicándole bien el porqué rompí nuestra amistad, yo quier...-
-¿dársela? mándasela por correo, aún tenemos un buzón.- me interrumpió, de nuevo.
-hanna, por favor, sé que ahora en este justo momento no te agrado, ni siquiera un poquito. y merezco los golpes, agradezco que no le hayas hablado a lucifer para que viniera a mi asesinarme, pero en serio, necesito que cas lea esta carta, le quiero, y se ha convertido en una persona muy importante para mí. y me di cuenta que no quiero perderlo. así que no seas una idiota como yo, y dásela.- le entregué el sobre con la carta adentro.
hizo el ademán de romperla, sin embargo no lo hizo.
-está bien, dean.- suspiro. -pero si vuelves a lastimar a mi hermano, te despedirás de tu descendencia, y no será lucifer quien te la quite.
-dile a cas que me busque después de que lea la carta.- digo, para luego caminar en dirección contraria.
-él lo hará por su cuenta, si cree que realmente vales la pena.- grita a mis espaldas.
ahora lo único que faltaba era buscar a sammy.
ok, soy una mísera y despreciable persona, desaparecí por muuuuuuucho tiempo, y lo lamento.
perdón por tan poco, gracias por tanto.
