castiel estaba esperando dean en la entrada de la escuela, pero al ver que se bajaba del auto de su padre, quien era el conductor, decidió darse la vuelta y entrar al instituto, podía esperar adentro.
dean entró unos minutos después, acompañado de una pelirroja, que no era anna. ambos iban muy sonrientes y dean se reía de lo que ella decía. él la conocía, su nombre era charlotte o algo así, iba en su clase de informática
cas sintió una punzada de celos, pero mentalmente se repetía una y otra vez: "dean es hetero, castiel. él mismo te lo dijo."
castiel siempre supo que a él le iban mejor los seres humanos que desprendía testosteronas hasta cuando respiraban. y él también sabía que dean lo sabía. porque castiel era el ser más obvio del planeta, y quien no se hubiera dado cuenta aún, era porque le faltaban los dos ojos y un pedazo de cerebro.
pero últimamente cas sentía atracción por el que decía ser su mejor amigo, hasta que le dijo esas cosas horribles. pero según la carta que él le había escrito, todo fue una farsa para que su papá estuviera contento. asi que los sentimientos estaban ahí de nuevo, aunque castiel dudaba de que alguna vez se hayan ido.
"john winchester es el más grande idiota que haya conocido" pensó castiel.
la chica se dio cuenta que castiel los observaba, así que lo saludó, y él no tuvo más remedio que devolverlo. dean también volteó, se despidió de la chica y empezó a caminar hacia él.
castiel creía que se desmayaría.
"dean winchester es demasiado hermoso para este mundo"
-cas ¿podemos hablar?- dean estaba nervioso
-vamos a un lugar más privado.- el chico rubio sonrió y lo tomó de la muñeca. caminó lo más rápido que pudo, mientras arrastraba a castiel al baño.
cerró la puerta con seguro y se aseguró de que ningún otro chico estuviera en algún cubículo.
-muy bien, habla.- cas trató de sonar firme, pero estar a solas con dean no ayuda a mucho.
-supongo que leíste mi carta.- castiel asintió. -bueno, cas, yo te quiero mucho.- castiel no pudo evitar emocionarse. -eres mi mejor amigo.- se desanimó. -y lamento haberte dicho eso, haberte tratado así e ignorarte cuando más me necesitabas. pero mi padre me obligó, está tan cerrado, hasta sam se fue de casa y...-
-alto.- lo interrumpió. -¿sammy se fue de tu casa? ¿cómo es eso possible?
-bueno, mi papá a vuelto al alcohol. y ese día se enfureció conmigo y me golpeó. sam quiso que nos fuéramos pero me negué, así que se fue, sin mí.- su voz se quebró. castiel lo abrazó y él le correspondió.
-¿no es la primera vez que te pega, verdad?- dean negó. -dean, lo siento mucho. te ayudaré a encontrar a sam, tú y yo no somos tan diferentes.- soltó una risita. -mi padre también se emborrachó y corrió a lucifer se la casa. no lo he visto desde hace casi tres semanas.
-no puedo creerlo, creí que él era su favorito.- dean lo abrazó más fuerte.
-se suponía que lo era.
-lo siento, ángel. -cas se estremeció, era la primera vez que dean lo llamaba de tal manera. -cas, no te pongas nervioso.- rió. -no tienes porqué, tú eres un ángel para mi. y desde ahora te lo recordaré en cada momento que pueda. nunca creas que te odio, porque yo nunca podría ¿entiendes?- cas asintió.
-tú también eres un ángel, dean.
-no, cas. el único ángel aquí, eres tú.- terminaron el abrazo. -¿amigos de nuevo?- le extendió la mano.
-nunca dejamos de serlo.- lo abrazó de nuevo, pero esta vez fue rápido.
el timbre habia sonado, y era hora de entrar a clases.
