castiel le llamó a balthazar, le había dicho a dean que lo ayudaría y eso es lo que haría.
-oye balth, necesito un favor ¿puedes llamar a luci y preguntarle si algún amigo suyo, aparte de ser criminal, puede entrar y ver los videos de las cámaras de seguridad de la ciudad?- balthazar asintió, pero frunció el ceño.
-¿para que quieres saber eso?- temía que cas hubiera asesinado a alguien y fuera a ser descubierto.
-sam se fue de casa y no ha vuelto en varios días.- balth hizo un sonido de sorpresa. -sipo, el niño winchester, no preguntes y haz lo que te dije.- lo miró serio, y agregó: -te quiero, gracias.- colgó.
...
lucifer se negó, le dijo que no podía hacer nada, y que no sabía quien era sam winchester.
pero balth no era tonto, se dió cuenta como el tono de voz de luci cambió cuando le preguntó sobre el niño. sabía que sí lo conocía, pero decidió creerle.
...
-¿lo hiciste?- balthazar asintió. -¿qué dijo?- cas estaba emocionado, seguro lucifer tenía las respuestas de todos los problemas de dean.
-me dijo que no lo conocía. -la cara de castiel solo expresaba confusión. -pero obviamente está mintiendo, seguro sí lo ha visto, hasta puedo apostar a que lo está encubriendo.
-dime dónde está lucifer, por favor.
-lo siento hermanito, pero esa información no te la vengo manejando.- castiel suspiró.
-dame tu teléfono.- y sin esperar la respuesta de balthazar, castiel le arrebató el celular y salió corriendo, tenía una idea, una muy buena.
...
-¿seguro que puedes, kevin?- castiel no dudaba de la capacidad del niño prodigio, pero necesitaba que él mismo se lo confirmara, para evitarse ilusiones.
-¿soy kevin tran, no?- el niño asiático rió. -sólo necesito la contraseña- señaló el celular. pan comido, balthazar puede ser muy poco creativo para sus contraseñas.
-prueba con titanic.- balth decía odiar esa famosísima película, pero él sabía que en el fondo, está era su placer culpable. aún recuerda cuando entró sin permiso a su habitación, y él se excusó que estaba viendo porno, pero él sabía que lo que verdaderamente veía, era la escena en donde jack y rose estaban por fornicar.
-ya pude acceder. - castiel se felicitó mentalmente.
...
kevin sí había podido conseguir la dirección del teléfono de donde lucifer y balthazar se comunicaban. que resultó ser un teléfono fijo de un motel a cuarenta y ocho minutos de su casa. y ahora ahí es donde se dirigía.
en el mostrador estaba una chica que parecía tener unos veinte años, con un labial rojo potente, que sí llamaba mucho la atención.
-hola guapo, ¿una habitación?- castiel negó.
-no, busco a alguien. ¿te suena lucifer?- la chica abrió los ojos como platos.
-no. -negó repetidas veces con la cabeza. -no tengo idea de quién hablas, lárgate a otro lugar con tus satanidades.- castiel pudo notar lo nerviosa que estaba, así que trató de convencerla de que le dijera en donde estaba su hermano.
-por favor, no son satanidades. es mi hermano, lo estoy buscando porque...- "vamos castiel, saca tus poderes de actor" pensó. -mi padre tuvo un accidente y está grave en el hospital.- castiel logró sacar unas cuantas lágrimas, falsas obviamente. -si último deseo es verlo, por favor, se que sabes dónde está, dímelo.- se tapo la cara, porque de no hacerlo se hubiera reído de la cara de lastima que la chica había puesto. así que con su risa simuló pequeños sollozos.
la chica suspiró. -muy bien, habitación diez. no le digas que fui yo quien te atendió.- sonrió condescendiente. -te esperanzas, tu papá se va a recuperar.- castiel solo asintió y salió de allí victorioso.
no le fue difícil encontrar la habitación, estaba frente a la puerta, soltó un largo suspiro y tocó, se alejó del mirador para que lucifer no dudara en abrirle.
-¿quién es?- y en efecto, su hermano mayo abrió la puerta.
-hola hermano.- castiel sonrió y no pudo evitar abrazarlo.
últimamente estoy publicando casi diario, y este es el más largo. porque siento que se lo merecen, por todo el tiempo que estuve desaparecida.
