al siguiente día, dean agradeció que john se haya ido a trabajar más temprano de lo normal, así podría buscar el antiguo maquillaje de su mamá, quería ocultar los golpes más notorios que tenía.
buscó en la habitación de john, pero no había rastro alguno de las cosas su madre, así que decidió ir al ático y ahí fue donde encontró todo, sus más lindos vestidos, los jeans que solía usar cuando iba de compras, sus joyas que usaba cuando iban a alguna fiesta, sus zapatos bajos y sus tacones. y en un pequeño baúl, halló lo que necesitaba, el maquillaje de mary, dean hurgó entre los labiales y las sombras, hasta encontrar el corrector y la base de su madre.
dean trató de que pareciera lo más natural posible, sin embargo, al no tener conocimiento o práctica alguna, lo único que logró es que una mezcla pastosa se formara en su cara, ni tantito se veía bien. así que decidió quitárselo.
"ni siquiera eso puedo hacer bien" pensó.
guardó los productos en su mochila por sí acaso, tal vez charlie podía enseñarle cómo usarlos. pero se tuvo que resignar a ir así a la escuela, no le molestaba tener que decir una excusa estúpida a sus compañeros de clase, pero no quería que cas lo viera así, y que le tuviera lastima.
...
castiel llegó un poco molesto a la escuela, se seguía sintiendo mal por no poder hacer que lucifer y sam volvieran. no le comentó a nadie más sobre lo sucedido, a excepción de dean.
no quería rendirse tan fácilmente, debía hacer que ellos volvieran.
estaba pensando en un plan, cuando vió a dean con un moretón más grande que su cara.
bueno, cas era algo exagerado. el moretón no era tan grande, pero sí se notaba con facilidad. castiel preocupado se acercó rápidamente a su mejor amigo, y lo acorraló con preguntas.
-¿quién te hizo eso? ¿fue john? sí fue tu padre te hizo esto, lo mato. ¿por qué no te defendiste? ¿te duele? ¿mucho o poco? ¿te pusiste hielo o algo? ¿tomaste algo? respóndeme.- dean se sentía feliz al ver cómo castiel se preocupaba por él, pero también se sintió algo avergonzado.
-gracias cas, pero no tienes que preocuparte, no fue john, me asaltaron ayer, de camino a mi casa. no lograron quitarme nada, por suerte. pero si me dieron una buena paliza.- rió. -estoy bien, ni hay nada que un buen pie no pueda solucionar. ¿quieres acompañarme por uno, luego?- esperaba que castiel se creyera todo eso, y aceptara su invitación sin hacer más preguntas.
castiel no se lo creyó para nada, pero entendió porque dean había decidido mentirle, a él también le avergonzaría tener que aguantar a un viejo borracho que lo golpeara.
aunque cas sí tenía un viejo borracho en su casa, pero agradecía que chuck no fuera alguien violento. su padre era más el tipo de que se emborracha, dice cosas sin sentido, a veces cosas hirientes, mientras estaba sentado, lamentándose por cualquier cosa, y al final se quedaba dormido.
castiel aceptó la invitación de su mejor amigo, y juntos fueron a sus clases respectivas.
...
era la hora de salida, ambos chicos se encontraron en la entrada, caminaron por el estacionamiento para poder tomar un atajo a la cafetería más cercana. cuando vieron a sus hermanos, lucifer y sam, recargados sobre un auto rojo, algo viejo.
ambos se miraron sorprendidos, y cas no pudo evitar correr hacia su hermano mayor, saltó y enrolló sus piernas en su cadera y sus brazos en su cuello. a lo que este rió.
-pareces una colegiala que no había visto a su novio después de estar varias semanas castigada.- castiel también se rió y se bajó.
-es que te extrañaba mucho.- ambos se volvieron a abrazar.
-y yo a ti cassie.
en cambio dean, no corrió alterado hacia sam, solo siguió caminando con el paso ligeramente rápido.
cuando estuvo frente a él, sonrió y dijo: -te extrañé, hermano.- y ambos se abrazaron, mientras que el menor comenzaba a llorar.
-dean, perdóname. no debí dejarte, no debí dejarte solo. no debí dejarte con él.- rompió el abrazo para poder tomarlo de la cara, al ver su moretón su expresión reflejaba enojo, preocupación y culpa. -¿él te hizo esto, verdad?- dean asintió despacio, aún sentía algo de vergüenza. sam aún lloró más. -no debí dejarte.- repitió.
-ya no importa sam, ahora lo que importa es que estas de vuelta, conmigo. no sabes lo mucho que te extrañé.
después de la pequeña y emotiva reconciliación, los cuatro chicos subieron al auto rojo viejo, rumbo a la cafetería, querían celebrar.
estaba apunto de entrar en pánico, porque anteayer dije que publicaría y no lo hice, ayer tampoco pude y creí que hoy tampoco podría. así que me desespere porque no quería volver a desaparecer, solo tenía la mitad del capítulo y no sabía desarrollar la segunda mitad, pero aquí está. no estoy tan feliz con el resultado pero no quería dejarlas más tiempo sin capítulo. espero que les guste. 💓
