Perfect Drug

25.- Las Dudas De Sirius

Si tan solo hubiera escuchado a Remus, se decía a sí mismo Sirius. Pero no, fiel a su carácter "impulsivo y tonto de Gryffindor", Sirius Black había decidido ir un par de horas antes a la casa de su cachorro y su ¡Ugh! Esposo.

Remus le dijo que lo mejor era que anunciaran su llegada, que podían estar ocupados y que no era muy agradable para nadie el recibir invitados "sorpresa", por mucho que hubiera esa noche reunión de la orden. Debió haber escuchado.

Harry y Severus, que habían descubierto apenas un par de días atrás que su relación de amigos había cruzado la línea hacia el amor (aunque ya sentían amor desde mucho antes, solo faltaba un "empujoncito" como diría Albus-Me-Meto-En-Todo), y tan solo un día antes, descubrieron que eran almas gemelas, estaban disfrutando de lo lindo del placer que podían prodigarse.

En un vano intento de hacer otra cosa que no fuera tener sexo en cualquier parte de la casa (literalmente, cualquier parte), habían salido a nadar al río que estaba a un par de metros de su casa, incluso habían sacado un mantel y una canasta con bocadillos y bebidas para tomar un "refrigerio" en el jardín antes de la reunión de la Orden.

Harry había hechizado el agua del río que llegaba a su casa, desde que se mudaron para que siempre estuviera fresca (pero no fría), así que se quitó toda la ropa y saltó al agua. Severus lo siguió y estuvieron nadando un rato y jugando a aventarse agua, hasta que las cosas subieron de tono y estaban besándose con pasión dentro del agua. Lo intentaron mucho, de verdad que intentaron pensar en algo más que en sexo, pero en esos momentos solo había espacio para una orden "sexo, ahorita, ya", en sus cerebros.

—S-Sev... Severus... —Harry apenas podía coordinar sus ideas con las caricias que le prodigaba su esposo.

—¿Mmm? —.

—Para, alguien nos puede ver—.

—Nadie puede ver nuestra casa ni esta parte del río por las protecciones—.

—Pero ¿Y si alguien llega antes? —.

—Pues espero que disfrute el espectáculo—.

Harry iba a contestar, pero los besos que estaban recorriendo su cuello y hombros le impidieron pensar en nada que no fuera su esposo. Aunque ya habían probado a hacer el amor en la tina y la regadera, no era igual a estar en un cuerpo de agua como era el río. El agua ayudaba muchísimo para mantenerse a flote y le daba a Harry y Severus muchas ideas lujuriosas.

—Sev, quiero hacértelo ahora a ti—.

—No sé, aun eres muy inexperto... —Severus empezó a decir, pero le sonrió a su esposo antes de que pensará que hablaba en serio.

—¡Estabas bromeando! —.

—Claro que sí—Beso—Me encanta estar dentro de ti—Beso—Sentir como se abre tu cuerpo—Succión en el cuello—Como me estrechas—Mordidita en el hombro—Pero también me gustó sentirte dentro—Lo último lo selló con un beso profundo y lleno de lujuria y deseo.

—Entonces quiero hacértelo aquí—.

—¿Y si nos ven? —Severus sonrió sarcásticamente hacia Harry.

—¡Entonces que disfruten el espectáculo, porque voy a darte mucho, pero mucho placer! —.

Severus rodeo el cuello de Harry con sus brazos y el Gryffindor se dedicó a preparar a Severus, gracias al agua, podía sostener en "vilo" a Severus y no tardó mucho en empezar a penetrar a su esposo. Severus empezó a gemir cuando sintió la intrusión de Harry, quien lento, pero sin pausas, entro en él. Harry esperó un momento, para que Severus se acostumbrara a su miembro.