Y si... nos conocemos? |joerick| [TERMINADA]

Cap 59

Joel

Estoy con Erick en mi habitación como tantas veces lo imaginé y no pude evitar comerle la boca de una manera algo desesperada.

Es que no puedo resistirme ante él, jamás creí que algo así podía suceder y menos a mí, es que vamos.. si me pongo a pensar ¿Cuántas personas que se conocen a través de redes sociales y que viven en diferentes países llegan a estar en frente una de la otra? Para que eso suceda tienes que amarla de verdad y si Erick vino hasta aquí por mi es por que realmente lo hace. Juro que no puedo creer que esté aquí, en México, en mi casa, para ser más específico en mi habitación y para ser aún más exacto en frente mío, con esos hermosos ojos verdes que me cautivaron desde el segundo cero y esa sonrisa que te desarmarma por completo. Esto es una locura, aún sigo esperando que esto no sea uno más de mis malditos sueños en que lo veo, me besa y me dice que me ama, tanto o más de lo que llegue amarlo a él.

Me resulta imposible de creer, aún después de verlo, de besarlo, de tenerlo en mis brazos. Yo siempre pensé que estás cosas  eran imposibles, pocas personas logran esto y que me pase a mi? Aún no lo entiendo, pero quiero disfrutarlo.

Nos pasamos la tarde en mi habitación hablando, su voz.. ah su voz es como escuchar a los angeles cantar y su carita, cada facción de su rostro es perfecta, como si se hubiesen tomado todo el tiempo del mundo en crearlo, él.. todo él es perfecto, parece sacado de revista. Por eso es que me siento tan extraño, es el tipo de chico por la que cualquier persona mataría por tener a su lado y yo lo tengo aquí, frente mio, mirandome, hablándome, sonriéndome y lo mejor de todo besándome. Si esto es un sueño juro por mi vida que no quiero despertar.

¿Será cosa del destino que justo su madre y la mía sean amigas? ¿Qué su madre haya venido a ver a la mía por su cumpleaños y justo un mes antes de todo eso, yo me haya enamorado de él?

La vida tiene sus vueltas dicen, muchas veces he escuchado eso, pero jamás pensé que fuera de tal manera. Ahora es cuando siento que todo encaja, que por fin las cosas tienen un sentido, que si él y yo nos conocimos fue por algo y algo grande a decir verdad.

Antes jamás me enamoré, nunca nadie llamó mi atención, como lo hizo él, irónico ¿No? Pero siempre soñé con tener un amor real de esos de novelas o películas, de esos en que piensas "esto jamás me pasaria", "eso solo sucede en la ficción". Pero veme aquí, rendido a los pies de un chico de Cuba que vino para conocerme y que se ha robado mis pensamientos sin dejarme conciliar el sueño, un chico que al que veía muy dificil de conocer pero que moría de ganas de hacerlo. Y hoy está en frente mío y yo perdido en mis pensamientos por la sorpresa de que ésto realmente está sucediendo.

Chicos ya está la cena -mamá nos llamó a comer, ambos nos levantamos de la cama para bajar a la sala, el se acercó a a mi y dejo un corto y suave beso en mis labios volviendo a crear el caos que intenté organizar en mi cabeza.

Nos sentamos en la mesa, él lado de su madre y yo de la mía, quedamos en frente el uno del otro.

Mamá nos sirvió la comida y comenzamos a comer, mientras ellas seguían charlando, una batalla de miradas se disputaba entre nosotros dos, miles de gestos, sonrisas y expresiones se cruzaron en cuestiones de segundos, cuando de repente siento su pie chocar con el mío, tal vez inconscientemente. Lo miré detenidamente,  su ceja arqueada y una sonrisa tentadora se asomaban discretas en su rostro, me estaba provocando y unas ganas locas de arrojarme sobre el intentaron apoderarse de mi.

Comi lo más rápido que pude y me levanté de la mesa con la escusa de estar satisfecho. Segundos después el imitó mi acción, nos sentamos en el sofá de la sala y prendí la televisión con la intención de que el sonido de esta opacara el de nuestras voces.

Que fue eso? -susurré acercándome a él.

Nada -habló en el mismo tono con una sonrisa un tanto pícara.

Estás jugando con fuego -dije acercándome a su oído.

Tal vez es lo que busco -respondió de igual manera haciéndome sentir su aliento cálido en el lóbulo de mi oído.

Me aleje unos centímetros de él para conectar con su mirada.

Sabés que sería una locura, verdad? -hable bajo, pero audible para él.

Lo se, pero tu me vuelves loco Joey -dijo y posó una mano en mi rodilla, dejando un beso fugaz sobre mis labios.

Mi cuerpo se tensó, mi corazón comenzó a latir con una rapidez que nunca antes había sentido, dirigí mi mirada hacia la cocina en busca de nuestras madres, quienes aun se encontraban conversado en sus lugares, sin notar la situación en la que estábamos.

El quito su mano de mi rodilla y comenzó a reírse de una manera suave y seductora a la vez. Lo miré, creo que mis mejillas iban a reventar en ese mismo instante.

Estás loco?! -intente gritar susurrando, el solo se río más, despues de unos segundos se acercó a mi.

Me encanta ponerte así -dijo con una sonrisa de satisfacción, para finalmente dirigir su mirada a la televisión, intenté calmarme y hacer lo mismo que él.

Minutos después nuestras madres se levantaron y se dirigieron hacia la sala junto a nosotros. Su madre dijo que debían volver al hotel antes de que se hiciera más tarde, prometiendo volver al día siguiente.

Ellas salieron hacia el jardín para despedirse dejandonos nuevamente solos en la sala y rápidamente pegó su cuerpo al mío.

Te quiero Joey -dijo sobre mis labios y seguido de eso besarlos como si fuera una necesidad.

Yo también -respondí después de separarnos del beso, jadeando un poco por la situación.

Te quiero para mi -dijo está vez, mirando mis ojos, podía sentir mi cuerpo tensarse por su agarre.

Vamos cariño? -la voz de su madre hizo que nos separemos de forma un tanto brusca y rápida.

Voy -grito suavemente para que lo oyera, volvió a besar mis labios y se dirigió a la puerta.

Recordé que no salude a su madre y lo seguí, los despedí junto a mi madre y tomaron un taxi, el cual no se en qué momento llamaron, me perdí tanto estando con Erick que no tuve noción del tiempo.