Cap 107

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Erick 

Despertamos bien temprano con mamá, nos arreglamos para salir y agarramos nuestros bolsos, todo lo que trajimos de Cuba, aunque teníamos unos mas pequeños para estos días en las cabañas y lo demás lo dejaríamos en la casa de Joey. Salimos del hotel después de que mamá pagó nuestra estadía y tomamos un taxi hasta su casa, donde nos estaban esperando.

Al llegar, él nos abrió la puerta, nos saludó a ambos y nos ayudo a cargar los bolsos.

Quieres dejar tus cosas en mi habitación? -preguntó mirándome y ví como mama nos miraba- tengo que buscar mis cosas- agregó al notarme un poco nervioso y asentí.

Cargó mi bolso y subimos las escaleras hasta su cuarto. 

Al entrar dejó mi equipaje en su cama, se giró hacia mí con una sonrisa y sin decir palabra alguna unió nos labios rápidamente en un suave y tierno beso. 

Extrañaba tus besos -susurré sobre sus labios al separarnos.

Y yo, bebe -respondió con una pequeña sonrisita, dejando pequeños besitos por todo mi rostro. 

Bajamos a la sala donde nos estaban esperando nuestras madres, tomamos las cosas que llevaríamos y salimos hacía el auto de Paty para emprender el viaje. 

No se cuanto tiempo ha durado el viaje pero a mí se me hizo re corto entre charlas, bromas, risas y canciones con Joey, que cada tanto nos acompañan nuestras madres a cantar. 

Llegamos al frente de la casa principal y paty junto a mamá bajaron unos minutos para ir a la recepción y alquilar una cabaña, nosotros nos quedamos en el auto. 

Estos días serán geniales -dijo Joey alegremente.

Si y más por que estaremos juntos -respondí sonriendo.

Miró hacia la dirección a la casa en la que nuestras madres entraron y dejó un rápido beso sobre mis labios, a los segundos ellas salieron y volvieron al auto, para dirigirnos a la cabaña. 

Las cabañas eran preciosas, rodeadas de altísimos árboles al igual que todo el lugar, cada una separada de la otra como a una distancia de 2 o 3 metros y todas conectadas por un camino de piedras en el que al final se podía divisar la playa y el mar uniéndose perfectamente con el celeste del cielo en el horizonte, estaba totalmente hipnotizado por la hermosura del lugar.

Al bajar del auto respiré hondo absorbiendo esa paz que transmitía tanta naturaleza.

Te gusta? -preguntó Joe a mi lado mirándome mientras seguía observando todo lo que pudiera. 

Es hermoso -respondí con una sonrisa.

No tanto como tú -susurró a mi oído y dejó un beso en mi mejilla haciéndome sonrojar- ven.

Tomó mi mano adentrándome a la cabaña en la que nos quedaríamos los siguientes días y mi asombro volvió a crecer, era uno de los lugares mas bellos en los que había estado, recorrimos cada rincón de la cabaña como si fuéramos niños que intentaban explorar un espacio totalmente desconocido, todos y cada uno de los muebles estaban hechos de madera, un ventanal enorme iluminando toda la sala, que ocupaba casi toda la pared con vista al abundante verde que predominaba en el lugar. Una pequeña cocina, al igual que el baño y dos habitaciones unidas por un pequeño balcón, en el que habían sillones atados a la madera que conformaba el techo, parecía el paraíso.

Por la tarde poco después de almorzar salimos a recorrer el lugar, mientras ellas fueron conocer el lugar en busca de tiendas y esas cosas, con Joe nos metimos entre medio de los árboles, después de caminar un poco encontramos un pequeño arroyo en las profundidades del bosque, bastante alejado de las cabañas y nos sentamos a la orilla de este.

Este lugar es perfecto -hablé rompiendo el armonioso silencio que brindaba el lugar.

Si -respondió con su mirada puesta en el arroyo- pero lo que lo hace perfecto es que tu estés aquí conmigo- me miró con una sonrisa y volvió a posar su mirada en el agua que corría- sabes.. una vez vinimos cuando era pequeño con mamá, papá y Richard, yo estaba igual a como estas tú ahora, observaba con gran admiración todo lo que se presentaba ante mí, cada espacio, cada rincón, nada se me escapaba, sentía haber encontrado el mejor lugar que alguna vez había podido conocer. Después de que papa nos dejó, jamas volvimos y siempre me decía a mí mismo que si algún día volvía iba a ser con alguien a quien de verdad amara, alguien con quien sintiera haber encontrado mi lugar y lo encontré -hizo una pausa y tomó mi mano- te encontré Erick.

Podía notar en su voz una mezcla de nostalgia y alegría a la vez.

Joey -no sabia exactamente que responder a eso- tu eres mi mundo -lo sé, fue muy cursi, pero fue lo primero que se vino a mi mente y lo que de verdad siento.

El volvió a mirarme, depositó un delicado beso en mi mano y otra vez miro hacía el arroyo.

Me recosté sobre el césped observando el claro cielo encima nuestro, mientras escuchaba detenidamente en el silencio que nos acompañaba, los hermosos sonidos de la naturaleza dejando que estos inundaran todo mi ser, él imitó mi acción posando su mano sobre la mía, giro su cabeza observándome unos segundos y volvió a mirar el cielo. Creo que si tuviera que elegir uno de los mejores momentos de mi vida, este seria uno de esos.

Y si... nos conocemos?  |joerick| [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora