Mini-serie: La casita de Natsu (32)

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Ume lloraba en una cama.

Hisui, le dijo, que Natsu, rechazó la oferta de trabajo y se marchó; gritando que su virginidad anal, no tenía precio. Ni siquiera escuchó las explicaciones de Hisui, no le dio tiempo a nada y sin más que hacer, la princesa fue a dar las malas noticias a su querida amiga. Le llevó una botella de refresco, Coca-Cola, su favorito; para que se pasara el mal trago.

— Tranquila, Ume —dijo Hisui, sirviéndole su refresco en un vaso largo—. Hombres hay muchos y eres hermosa, no te faltarán estúpidos, que se quieran acostar contigo. Tu virginidad la pierdes sí o sí.
— ¡No lo entiendes, Hisui! —Gritó Ume, sin dejar de chillar como niñita. — ¡Yo amo a Natsu! ¡No se trataba sólo de sexo o de querer corromperlo! ¡Ahora que sabe que soy una depravada, no va a querer volver a verme! ¡Dirá que estoy sucia! ¡Que si quiero sexo, que venga a este lugar! ¡Nunca me va a profanar el cu...!

Hisui le ofreció la soda, que Ume aceptó, bebiéndola de golpe. Se sintió un poco mareada, pero lo atribuyó al gas y al subidón de azúcar. Un poco más tranquila, por el aturdimiento, se quedó acostada boca abajo. Hisui se sentó a su lado, acariciándole la cabeza; con una ternura casi maternal. Por supuesto, las intenciones de la princesa, distaban mucho de las que tendría una madre, hacia su cría. La quería amamantar, sin embargo, esa era otra historia completamente diferente al amor de mamá.

— Tal vez te puedo ayudar, Ume —Hisui sonrió—. Natsu no aceptó, pero te conseguiré a alguien parecido, para que sientas que estás con él. Con eso bastaría, ¿no? Si Natsu no te quiere, después de que le mostraras, tu secreto más profundo, entonces no merece estar contigo.
— ¡No, Hisui! —Ume se incorporó rápidamente, todo le dio vueltas y cayó de nuevo en el colchón. — Si... Si no puedo perder la virginidad con Natsu, entonces, me quedaré virgen para siempre... Hasta que me muera... Si Yume tiene hijos, yo seré la tía genial y rica, que siempre da buenos regalos...

Hisui, sin quitar su sonrisa, le ofreció un caramelo verde. Ume lo tomó y se lo echó a la boca, sintiendo un sabor intenso a limón y naranja. El caramelo, que parecía duro, se deshizo en su saliva en apenas un minuto y un cosquilleo, empezó en su vientre. Lo reconoció rápidamente: La misma sensación, de cuando pensaba en cosas morbosas, cuando veía escenas de sexo en películas no pornográficas; unas cosquillas privadas y fuertes. Las que le daban, al momento de soñar con Natsu y antes de despertar, al fallar en tener sexo en esos sueños.

— ¡¿Qué me diste, Hisui?! —Preguntó, alterada. Trató de levantarse, a lo que la princesa, le agarró por los brazos; poniéndolos sobre la cabeza de Ume, se sentó encima, impidiéndole escapar. — ¡Hisui! ¡Contesta!
— Lo siento tanto, Ume, me odiarás por esto al principio, pero después me vas a amar; tenlo por seguro. Esto es sólo por tu bien. Tienes que olvidarte de Natsu... ¡Haru-kun, ya puedes entrar!

Por la puerta de la habitación, entró un chico, de cabello alborotado. Por un segundo, Ume creyó, que se trataba de Natsu; pero su tono de cabello era plateado y no tenía cicatriz en el cuello. Aun así, era por demás parecido a Natsu, hasta podría ser su gemelo o medio hermano. Se parecía tanto a él. ¿Ese era el remedio de Hisui? ¿Una copia descolorida de su amor imposible? ¡Pues no ayudaba en absolutamente nada! Al verlo, lo único que Ume quería, era tener al verdadero Natsu ahí.

— Su... Su broma no me hace gracia, Hisui... ¡Natsu, quítate ese tinte mal hecho de la cabeza! ¡Te ves horrendo!
— ¿Quién es Natsu? —Preguntó el tal Haru, su voz, no sonaba como la de Natsu; no era él. — Mi nombre es Haru Glory, soy el empleado de Hisui.

Haru, que estaba completamente desnudo, se subió en la cama con ellas. Ume sintió miedo. Ese no era Natsu, su voz lo delataba, no era él. ¿Qué demonios pasaría? ¿Qué rayos pensaban hacerle?

— No... No, Hisui, no te atrevas...
— Es por tu bien, Ume —insistió Hisui—. Ya verás que te olvidas de tus problemas en una hora. Me lo vas a agradecer eternamente. Sólo relájate... No te va a pasar nada malo...

***

Los que conocen Rave Master y vieron la ova 6 de Fairy Tail, sabrán qué Haru es el que entró a la habitación. Los que sólo vieron la ova 6 de Fairy Tail, también se lo imaginan y no negarán, que con su nuevo aspecto, estaba casi igualito a Natsu :v ¡Más tarde subo otro capítulo! ¡Espero que les haya gustado! ¡Gracias por leer! En el siguiente capítulo, sabremos qué pasará con Ume, que es lo que planea Hisui y qué demonios hace Haru en una casa como esa... ¡Esperenlo con ansías! ¡Se llevarán una gran sorpresa! O tal vez no :v Para los que conocen a Haru de ninguna forma, aquí les dejo su imagen, con el diseño con el que apareció en el OVA 6: 

 ¡Esperenlo con ansías! ¡Se llevarán una gran sorpresa! O tal vez no :v Para los que conocen a Haru de ninguna forma, aquí les dejo su imagen, con el diseño con el que apareció en el OVA 6: 

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Tú y yo (Natsu Dragneel harem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora