Capítulo 1 A.

8.1K 348 121
                                    

Recuerdo... Recuerdo voces, voces y rostros de personas que jamás en mi vida había visto. Nunca antes había experimentado lo que era el dolor, pero durante un largo tiempo soporté la peor agonía que nunca antes creí que experimentaría. ¿Será una especie de castigo?. ¿Qué fue lo que hice?. Mis últimos recuerdos son... Yo estaba en mi casa en Dublín Irlanda oyendo a mis padres discutir respecto a nuestro próximo destino, debíamos salir del país una ves más (por mí). Recuerdo haber caído dormida sobre el sofá de mi habitación y luego todo se puso borroso, comencé a sentir una sensación horrible en varias partes de mi cuerpo.

Una luz cegadora me iluminó en el rostro y luego vi el rostro de un hombre robusto frente a mí, un hombre que jamás había conocido en mi vida.

— Lo lamento mucho linda, esto es Por La Resistencia –dijo éste, y luego cubrió mi boca para evitar que gritara con todas mis fuerzas. Rogué por auxilio pero nadie me escuchó. Esto no parece un sueño, se sintió demasiado real.

¿Cómo es posible que yo pueda sentir dolor? ¿Quienes son éstas personas? ¿Qué es "La Resistencia"? ¿Donde están mis padres? ¿Qué sucedió con mi familia?. Tengo cientos de preguntas pero me cuesta formular sonido después de haber implorado piedad a gritos durante tanto tiempo...

Oí ruidos, gritos que no provenían de mí, luego explosiones, golpes y disparos. La luz se apagó definitivamente y todo se volvió negro, había perdido la conciencia.

Silencio... Comodidad... ¿Porqué ya no siento dolor?. Intento abrir mis ojos lentamente por temor a observar algo que pueda asustarme. Una ves que lo logré, no pude distinguir nada. Me encuentro en una habitación a oscuras pero ya no siento que esté recostada sobre una dura camilla, siento que estoy recostada en una nube suave y cómoda. El ambiente también se siente muy diferente, ya no es frío ni está impregnado por un aroma a drogas y hospital. Siento un dolor punzante en mi cabeza pero me da igual, es mucho mejor que sentir cientos de aparatos incrustados en tus huesos provocando la sensación de estar siendo destrozada por dentro.

Sentí leves pasos que se acercaban a la habitación y vi los pies de una persona que se encontraba detrás de la puerta gracias a la luz que había fuera de la habitación, éste se tomó su tiempo para abrir, y con cada segundo de suspenso mi corazón se aceleraba cada ves más. No sé donde estoy o con quién. ¡Soy solamente una chica de 17 años!... ¿O no? No sé cuanto tiempo habrá pasado pero, a pesar de que el sufrimiento pareció ser eterno, dudo que hayan pasado años...

El misterioso ser que se encontraba fuera de la habitación finalmente decidió girar la perilla y abrir la puerta, haciendo la luz entrara para iluminar la habitación. Cerré mis ojos fingiendo estar dormida pero creo que él ya sabe que es mentira. Pude oír sus pasos acercándose a mí. Siento su extraña energía anormal y mi curiosidad me condena porque deseo descubrir curioso "secuestrador".

— Abre los ojos, sé que estás despierta. Tranquila hermosa, no pienso hacerte daño –dijo él y yo comencé a abrir mis ojos lentamente. Estaba oscuro y él se encontraba de espaldas a la luz así que lo único que puedo deducir, es que es un chico/hombre algo y delgado de cabello oscuro...

— Qui-quién eres –gemí temblando como una hoja, como si estuviera a punto de darme un ataque epiléptico. Él no me respondió, simplemente se dirigió hacia un extremo de la habitación para encender la luz, por un momento me costó distinguir formas hasta que mis ojos se adaptaron.

Quedé completamente sorprendida. Primero observé a mi alrededor y admiré la habitación en la que me encontraba, era muy amplia, de un estilo moderno y masculino, y la cama era enorme. No puedo creer que esté en un lugar como éste.

— Mi nombre es Zachary Mayer. No pienso hacerte daño hermosa, descuida –levanté la mirada y me encontré con el rostro de un chico muy atractivo, normalmente no me gustan los chicos rudos con perforaciones en los oídos, cabello largo y vestimenta de cuero pero éste no estaba nada mal.

Offenbarung 3Where stories live. Discover now