Offenbarung 3

Capítulo 11

Maldito libro; estúpido Zack; y jodida falta de entretenimiento.

Me gustaría arrancar cada página de este estúpido libro y hacer avioncitos de papel o cualquier otra estupidez antes que volver a leerlo.

¿Con qué fin Zack me obligó a estudiar tanto? Sé que no acabé la secundaria ni fui a la universidad (hasta donde recuerdo), pero no había razón para torturarme de esa manera tan duramente. Incluso yo, que poseo un intelecto aún más elevado que el de cualquier otro, puedo llegar a agotarme de estudiar.

Juro que si en este maldito lugar alguien llega a intentar obligarme a estudiar algo relacionado con la matemática, la física y la química, lo voy a atacar de la misma manera que quise matar a Damien Hudson; pero esta vez no fallaré y tampoco podrán impedir que cometa una masacre. Con uñas o sin ellas, puedo hacerlo sin problemas; aún que ya me están creciendo de forma muy acelerada, gracias a la pequeña parte de la genética de Reptile que tengo en mi sistema.

Hay cualidades que no son exactamente "poderes" y que aún durante mi estado Transire continúan funcionando con normalidad, pues es cuestión de naturaleza y no poder. Mis uñas continúan creciendo a gran velocidad y con fuerza, mi capacidad de razonar y pensar con rápida facilidad se mantiene alerta, mis agudos sentidos se la percepción también están conmigo a pesar de que no pueda aprovecharme de ellos, y muchas otras cosas más funcionan perfectamente dentro de mí a pesar de no poder absorber la energía que me rodea o transformarla y demás. Soy invencible y Alberto lo sabe; es por eso que realmente dudo que vayan a dejarme salir de aquí...

Hay muchas cosas que no entiendo y se encuentran dando vueltas y vueltas dentro de mi mente. Recuerdo perfectamente el rostro de aquel chico que me traicionó, pues Zack me ayudó a recuperar aquel recuerdo tan revelador, y doloroso, pero esencial para que yo pudiera ser consciente de la verdad; pero aún así, cada vez que Hudson viene a verme puedo ver que luce muy diferente en variados aspectos que llaman mi atención de manera alarmante.

Recuerdo que el Edgard (creo que así se llama) que recuerdo tenía una mirada oscura y totalmente llena de venganza, malas intenciones y rencor, pero cada vez (de las pocas ocasiones) que estuvo aquí frente a mí creí ver algo en sus ojos que ni siquiera en Zack pude encontrar cada vez que su atención estaba sobre mí. Y no es sólo en su mirada que puedo notar una gran diferencia, sino también en su manera de actuar y hablar.

Desde que Zack y yo nos conocimos, vivimos discutiendo respecto a cuanto detesto que me obligue a comer zanahorias (porque las aborrezco), y aún así él continuaba intentando obligarme a evitar que las separase de mí plato. Muchas veces llegó a enojarse tanto conmigo que me abandonó, dejándome sola antes de que acabara de comer; y Hudson a pesar de que yo me he esforzado numerosas veces por sacarlo de sus casillas, el imbécil me soporta y varias veces pude notar que se ha esforzado por morderse la lengua antes de comenzar a discutir conmigo.

Soy consciente de que todo es una farsa y en realidad Hudson está fingiendo una vez más para conquistarme, pero... ¿Cómo demonios lo hace? Estoy segura de que si yo fuera otra (alguien más crédula y tonta), habría caído en su juego desde un principio.

¿Cómo alguien puede fingir tan bien?

He leído respecto a muchas reacciones de nuestro cuerpo no muy fáciles de controlar que son evidentes ante diversas situaciones, respuestas a estímulos propias de un ser pensante y con la capacidad de sentir, y pude notar una cierta reacción en Hudson que es extremadamente digna de admirar e interesante en diversos aspectos. Todos sabemos que las pupilas de nuestros ojos puede llegar a dilatadas hasta un 40% más de lo usual cada vez que vemos algo que no gusta y/o atrae, y he podido notar aquella reacción en los ojos de él.