Capítulo 8½

1.7K 216 35
                                    

Otra ves desperté de manera tan brusca y repentina, que intenté ponerme de pie para huir una ves más y caí, golpeando mi rostro contra el suelo.

¿Hacia donde pensaba ir? No lo sé. Ni siquiera pude ponerme de pie. Me siento tan débil que apenas puedo despegar mi mejilla o mover mis extremidades.

Resoplé un mechón de mi sucio y pálido cabello despeinado que cubría mi rostro, y coloqué ambas manos firmemente a ambos lados de mi cabeza para sostenerme e impulsarme para poder girar sobre mi cuerpo, quedando así boca arriba. Resoplé nuevamente para quitar todo el cabello de mi rostro y, después de eso, permití que mis brazos cayeran débiles y pesados a ambos lados de mi cuerpo frágil e inútil.

Permanecí observando ese maldito patrón dibujado en el techo durante largos minutos (no tenía nada más que hacer), y cada ves sentía que me quedaba más ciega, debido a la potente luz que me iluminaba.

Cubrí mi rostro con ambas manos para evitar que esos malditos tengan el estúpido placer de observarme llorar, débil y superada para ellos.

"No, Coraline. Ponte de pie ahora mismo." me dije a mí misma en mi mente con tono voz firme y convincente.

No puedo hacer esto ahora. Apenas está comenzando; y si no logro mostrar resistencia desde ahora, luego será mucho peor. Por el momento creo que no me han hecho nada...

Oh, no. Alejé mis manos de mis rostros y las observé sintiéndome terriblemente horrorizada, pues mis largas y perfectas uñas habían sido cortadas como si un salvaje la hubiesen quebrado con una maldita tijera para arbustos.

Rápidamente (ignorando por completo el dolor que atormentaba cada uno de mis huesos), me puse de rodillas para gritar furiosa y dramáticamente por el horror y la ira que me provocaba el verme a mí misma utilizando un atuendo que no me pertenece y ni siquiera es de mi talle; pero ningún sonido pudo salir de mí, como si me hubiese quedado sin voz.

Me abracé a mí misma y comencé a respirar con dificultad. Quería arrancar de mi cuerpo este atuendo tan desagradable, símbolo de mi humillación y vergüenza ante ellos, y destrozarlo con mis manos y dientes, pero no poseo ni siquiera la suficiente fuerza que necesito para simplemente ponerme de pie; y además, no pienso quedar desnuda frente a todos ellos. No pienso exponerme aún más...

Ahora que lo pienso, hablando de exponer... ¿Quién me puso las manos encima para quitarme mi atuendo original?.

"No pienses en eso. No pienses en nada".

"Inhala y exhala lentamente y con cuidado".

Es realmente desagradable tener que sufrir esta humillación. Creo que ahora prefiero que me mantengan en un jodido laboratorio conectada a un grupo de malditos aparatos que lentamente se encargan de absorber hasta la más mínima célula anormal de mi sistema; causándome aquel dolor agonizante con el que he padecido tantas pesadillas durante largas noches, pues puedo tolerar lo que sea, menos la humillación y la burla que deleita el corazón de mi enemigo.

Intento controlar mi dolorosa y desesperada respiración poniendo en practica un ejercicio que Zack me ha enseñado para mantener mi mente enfocada en cualquier pensamiento que pueda ayudarme a fortalecer mi espíritu. Obligo a mi mente a recrear aquellas imágenes de pocos buenos momentos que pude disfrutar mientras era libre.

Puedo ver a mi familia nuevamente a mi lado; a todos los nuevos amigos que pude llegar a tener, y también sus impresionantes habilidades que gustosamente ellos me permitían sentir y utilizar para ayudarme a sobrepasar cada día más las barreras que durante muchos años, mi mente se esforzó en crear con el fin de convertirme en algo y alguien que no soy, y jamás podré llegar a ser.

Offenbarung 3Where stories live. Discover now