Capítulo 19

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Estuve terriblemente inquieta durante casi toda la noche. A duras penas logré cerrar mis ojos para descansar.

Mi mente se esforzaba por recordarme constantemente que Zack sabe donde estoy, y que es capaz de venir por mí en cualquier momento. Cada ves que mis párpados lograban cerrarse, un desagradable hormigueo recorría todo mí cuerpo y mis huesos comenzaba a arder desde el interior. Mínimo, talvez haya logrado conciliar el sueño por más de una hora. Al instante que volví a la vida, corrí hacia el cuarto de baño para darme una ducha, pensando que de alguna manera eso podría ayudarme a no pensar tanto como al tener la cabeza sobre la almohada.

Edmund ya no está, y pienso que eso no podría ser algo del todo "malo". En vista de la situación, creo que tendré que esforzarme bastante por lograr liberar mi mente por completo del poder de Zack. De alguna forma él aún me tiene atrapada entre sus malditas garras, y no me dejará ir jamás. Si deseo estar con Edmund sin más complicaciones, debo descubrir cómo puedo llegar a ser totalmente indetectable para él...

Me vestí rápidamente y salí de manera casi inmediata de mí habitación para dirigirme hacía el comedor. Supongo que ya debe de ser la hoy del desayuno, pues todos son demasiado madrugadores en este lugar.

Lo único que puedo envidiar con razón de las personas normales, es el maravilloso privilegio que algunos poseen de dormir hasta más de 12 horas continuas. Duele, y mucho.

Al salir del elevador, me topé de golpe con Louis, quien al parecer se dirigía hacia un lugar en especial con mucha rapidez.

- ¡Coraline! -exclamó feliz y sorprendido de verme a la vez...

- ¡Hey! -exclamé con una pequeña sonrisa.

- Justamente estaba a punto de ir por ti. Edmund me pidió que en su ausencia y la de T, me encargara de ayudarte con lo que necesitaras, a guiarte por el lugar para evitar que te puedas perder; pero... veo que puedes arreglártelas muy bien por ti misma. -sonrió encogido de hombros.

Ante su presencia creo que ya no me siento tan ansiosa o inquieta. Creo que la única causante de mis nervios soy yo misma, y debo calmarme.

- No es del todo complicado aprender a manejarse por este lugar; aún que, creo que aún no recuerdo con exactitud el orden de los pasillos por los cuales podemos llegar al comedor. ¿Me acompañas?

- Por supuesto. -aceptó agradable y juntos dirigimos nuestro país hacia el gran comedor...

- Y... ¿Desde hace cuanto tiempo Leyla y tú están juntos con exactitud? -deseé saber. Quise entablar una curiosa conversación con él antes de que llegáramos con los demás, porque realmente deseo conocerlos [nuevamente] a uno por uno.

- Hmmm... no lo recuerdo. Nuestra relación comenzó de manera tan inesperada que ninguno de los dos posee una idea exacta sobre cuando o cómo comenzamos a salir. Yo creo que fue hace un poco menos de un año; máximo: 11 meses.

- Oh...

- Es la primera ves que logro mantener una relación por tanto tiempo. Creo que siempre fui de los que nunca están seguros de tomar una verdadera decisión o apegarse a una sola persona (cuando se trata de una relación). Pero es muy probable que lo nuestro pueda ser real... No lo sé. -se encogió de hombros con una amplia sonrisa en su rostro.- Creo que es agradable estar enamorado.

- Edmund me contó un poco sobre ti y tu "vieja personalidad". ¡Felicidades! Has madurado. -exclamé con una amplia sonrisa sorprendida y aplaudí por él.

Hasta donde sé, Louis era una maldito imbécil que era capaz de salir con más de una chica a la ves. Siempre excusándose a sí mismo de que jamás les daba a entender a sus parejas que eran parte de una verdadera relación. Puede que eso sea real o no, pero con las mujeres no puedes tener un arreglo de ese tipo; eres todo, o nada.

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