⌜Príncipe ♕ HopeV⌟

♕ OO3

20/04/14

Los cuentos que leí desde muy pequeño constaban de más de 300 páginas y con un grosor de 8 a 10 centímetros, estos no narraban historias de princesas, dragones, príncipes heróicos o de animales que hablaban; estos solo seguían el curso de países en guerra, continentes que iban surgiendo de a poco o de letras que no entendía en ese tiempo y que ahora las reconozco como parte de un idioma extranjero. Sin embargo, aún sabía lo que era una boda, lo que implicaba esta y de cuántas personas se necesitaba para cumplir con las reglas impuestas. Aún tenía sueños, esperanzas, aún creía que ese día era verdaderamente maravilloso, como escuchaba narrar a algunas mujeres en los programas extranjeros que me obligaban a ver y escuchar para estar más "relacionado" con el inglés, el idioma que tenía que dominar sí o sí. Tampoco creí que ellos organizarían todo; las rosas, los recuerdos, mi traje, el suyo, el buffet, los invitados, el lugar y el peinado que utilizaría, todo había sido coordinado por mis padres en conjunto con los otros reyes y con algunos diseñadores.

Para lo único que me llamaron fue para probarme el traje y para escoger la mejor frase que iría en cada centro de mesa.

«¡Taehyung, no te muevas!» gritó mi madre el día que elegimos el traje.

Todavía tengo en mi memoria aquel día, pues estuvimos cerca de 18 horas probándome uno y otro traje; mi madre no estaba conforme, ella quería que utilizara el traje real. En lo personal, no me gustaba ese traje, pero después de tanto, ella sentenció que ese sería, que ya no había vuelta atrás.

«Taehyung, camina con gracia. Jamás te había visto caminar tan inclinado.» exigió mi madre el día del ensayo, el mismo día que por fin conocí a mi prometido, al que sería mi mano derecha, el hombro en donde apoyarme y la persona con la que compartiría camaradería por el resto de mis días.

Simplemente siempre fui tratado como un objeto, siempre estuve bajo estrés y bajo reglamentos que me impedían ser yo mismo.

Juro que HoSeok y yo nunca nos habíamos visto en nuestras vidas; él era más alto que yo, su cabello azabache cubría su frente y sus pómulos le daban un aspecto varonil a su rostro y a todo en él. Siempre dicen que la primera impresión que te llevas de una persona es para toda tu vida, pues lo primero que me infundó HoSeok fue autoritarismo, temor, seriedad. Me dio miedo.

Mientras caminaba por el pasillo, rumbo al altar, durante la práctica, mordía mi labio inferior. Sentía miedo, nervios, ni siquiera era el gran día y ya me iba asfixiando con todo lo ocurrido. Cada paso que daba lo sentía más pesado, como si cargara con bloques de cemento en cada zapato. Y en ese momento, durante la práctica, me pregunté por qué a SeokJin -mi hermano mayor- no lo casaron con él, con el príncipe de China.

La respuesta nunca llegué a saberla.

Jung HoSeok tenía 28 años, era el hijo menor de los Jung y el que llegaría al trono al casarse conmigo.

¿Cómo alguien puede enamorarse en un día? ¿Cómo pensaban que yo aceptara si apenas había visto a mi futuro esposo durante cinco horas? ¿Cómo estaban tan esperanzados en que no huiría de ese lugar?

No tenía respuesta para las dos primeras preguntas, pero sí para la última. Todos sabían que jamás me echaría para atrás, porque para eso fui preparado, para eso me enseñaron todo sobre historia, oratoria, elegancia, etcétera... porque defraudar a mi país no estaba en mis planes.

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