Quinta Parte: REUNIDOS - CAPÍTULO 83

193 31 7
                                    

CAPÍTULO 83

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

CAPÍTULO 83

—¿Y bien?— preguntó Humberto—. ¿Descubriste algo que no concuerde?

Cormac no contestó.

—Claro que no— continuó Humberto.

—Tu patético intento de culpar a Marga de todo no va a funcionar— le advirtió Cormac.

—¿Qué me dices del borrado de memoria que hiciste? ¿Ella te lo pidió?

—Ella no me lo pidió— gruñó Cormac.

—Pero lo hiciste por ella, ¿no?

Cormac no contestó.

—Cuando amas a alguien haces cosas por ellos— dijo Cormac luego de un momento.

—No dudo de la sinceridad de tu amor, Cormac, pero sí dudo de la de ella.

—No te atrevas...

—Sí me atrevo, Cormac. Me atrevo porque me concierne. Nos borraste a Alric y a mí de toda la memoria del Círculo. Y no contento con eso, borraste todo conocimiento del sur en el norte y del norte en el sur. ¿No te parece un poco excesivo?

—Marga estaba muy deprimida, yo...— intentó disculparse Cormac.

—Y cuando Marga estuvo en problemas, ¿A quién acudió? ¿A ti? No, claro que no, acudió a Nuada para que la protegiera y le diera un lugar donde tener a su bebé. Eso te debe haber dolido, ¿no?

—¡Cállate!

—Te usó, Cormac. Como nos usó a todos. Incluso a Bress.

—¿Bress?

—No creo que Bress la haya violado.

—No, ella no pudo haber...— negó Cormac con la cabeza.

—¿Alguna vez viste a Bress violentarse con ella? ¿Alguna vez lo viste siquiera levantarle la voz? Bress se derretía ante su presencia y lo sabes. ¿Crees que no hubiera podido detener la ejecución de Alric si hubiese querido? ¡Pero claro que no tenía intenciones de detenerla! ¡Ella misma lo delató! Y luego me culpó ante ti y me hizo creer que tú lo habías hecho, poniéndonos uno en contra del otro. ¿No entiendes que si ni tú ni yo delatamos a Alric, tuvo que ser ella?

—No es posible...— murmuró Cormac, tratando de buscar otra explicación.

—Esa mujer te llevó a hacer un pacto con Wonur, Cormac. Algo que juraste jamás hacer, y lo hiciste por ella. Tú perdiste tu alma por su causa. Nuada perdió su mano para poder conseguirle su propio Anguinen. Yo perdí mi identidad y mi lugar en este mundo. Nos engañó a todos, nos usó y nos descartó.

—¿Con qué fin, Humberto? No tiene sentido.

—No tiene sentido para nosotros, pero recuerda que ella podía ver el futuro. Ella usó su conocimiento del futuro para prepararse.

LA CONSPIRACIÓN DEL ESPIRAL - Libro IV de la SAGA DE LUGWhere stories live. Discover now