XVIII. Simplemente los dos

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Los rayos del sol le dieron en la cara a Magnus quién quedó dormido en su sillón porque llegó muy tarde luego de su boda y todo lo demás.

Alec estaba en la cama aún dormido plácidamente hasta que la llamada de su parabatai lo despertó.

"Genial", pensó.

Tuvo que ser agil para vestirse, tomar sus armas e ir hasta el Instituto encontrándose con Jace.

-Demonios Shax y entre otros... ¿Cómo surgieron? No lo sé... -explicó el rubio con molestia.

-Nos haremos cargo, nosotros y los demás,  ¿De acuerdo? -decretó Alec.

-Entendido. -dijo un Cazador que pasó a un lado de los dos.

-Oye,  pon la alerta de emergencia... Todos recibirán ordenes hoy. -dijo Alec. Jace asintió e hizo lo que le pidieron. 

Cada cazador recibió una direccion,órdenes claras de que había que acabar con todos los demonios para que los mundanos y Subterráneos no sean heridos. Todos se dispersaron manteniendo a Clary fuera de esto por que estaba enferma y de Idris no había salido.

-Iz, ten cuidado... -le dijo su hermano.

-Estaré bien, con tacones todo es más fácil,  hermano mayor. -respondió dlla segura.

-Estaré pendiente de ella también,  tienes mi palabra. -habló Simon quién estaba cerca.

-Recuerda, lejos de aguijones y sin heridas, Simon. -repitió Jace.
-Andando, tenemos trabajo que hacer. -decretó.

El grupo de los cuatro se dispersaron aunque Jace fue junto a Alec al Loft para que Magnus estuviese atento.

Cuando Alec entró vio un desastre, miró el balcón el cual estaba abierto como si alguien entró a la fuerza.

Pensó lo peor.

-¡Mags! -gritó buscando al mayor. Se encontró con Magnus siendo atacado por un Shax y el menor enseguida utilizó su arco eliminando al demonio.

Magnus suspiró recuperándose de la magia que había perdido, lo próximo que sintió fueron unos fuertes brazos a su alrededor.

-Alec... -susurró.

-¿Estás bien?, ¿Estás herido? -cuestionó pregunta tras otra y Magnus asintió.

-No puedes quedarte aquí. -dijo Jace.

-¿Dónde estaría mejor? -indagó el brujo.

-No lo sé pero hasta que esto no acabe... No debes estar solo.

-Tiene razón. -habló Alec. -Ve al Instituto, acabaremos con los que podamos. -agregó.

-Estaremos bien, Magnus. -susurró el rubio con una sonrisa. -Cuidaré de Alec.

El brujo no tuvo de otra que aceptarlo.
Dejó que los dos Cazadores se fueran, el arregló el Loft un poco para luego irse al Instituto que por cierto, estaba casi vacío. 

-¡Magnus! -dijo una voz chillona, era  Madzie.

-Oh cariño... ¿Estás bien? -preguntó él  agachandose a sostener a la pequeña.

-Sí, sí.

-¿Dónde está Catarina?

-Fue a buscar a la Inquisidora... -susurró la morena. - Magnus... ¿Qué  pasa?

-Demonios malos atacando... No te preocupes, todo saldrá bien. -dijo el brujo conveciendose a sí mismo de ello.

Madzie asintió con una ligera sonrisa.
Al menos estarían acompañados un rato, Magnus no se quedaría de brazos cruzados, haría algo junto a la ayuda de los brujos para salir de esto.

Amor Relevante (Malec)Where stories live. Discover now