track 4

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  어느새인가 내 귓가엔 네 목소리 
(de repente, escucho tu voz en mis oídos) 
갈 길을 잃어가 
(me siento perdido) 
널 닮은 뒷 모습에 
(porque veo a alguien que luce como tú)


Oye las voces retumbar por el lugar, como si de eco se tratase pero no presta atención a nada. Es como una fuente de runrún que a él no le conviene escuchar. Y sigue caminando, colándose entre la gente sin fijarse en nada de sus contornos, no le importa. 

Deja acodar su espalda en la pared sintiendo como todos sus cinco sentidos empiezan a azorarse, de nuevo el alcohol le consume sintiéndose un despojo que solo sabe rellenarse y sentirse vivo con substancias mortíferas en su cuerpo. 

Nada como una conversación pasada para arrancarlo de esa confusión. 

Quiere hablar con alguien, quiere tener una conversación completa como aquella que tuvo en esa cafetería. 

Sentirse valioso. 

Y de golpe pasa, renuncia a esa posición, el cuerpo reacciona. 

Su voz, la agradable voz que había entrado a través de sus oídos y había susurrado a su corazón que aún habían razones para seguir sintiendo hicieron que en la distancia la viera. 

La chica escritora. 

Con urgencia, la sigue, no quiere perder a la chica de vista. Empuja a quien se entromete, sus ojos se clavan en la espalda de ella. Su respiración se torna pesada, la tiene cerca, quiere llegar a ella. Estira el brazo, la tiene delante. Toca su hombro y hace un poco de fuerza para hacer que voltee quiere encontrar esos oscuros orbes, pero no lo hace. 

No es ella. 

Siente vacío en el pecho, lo lamenta, le pide perdón con suma amargura en su tono de voz. El camino de vuelta a la salida es fatigoso, sofocado y sobretodo solitario. Sin saberlo se hunde más, no esperaba que pasara eso, sus expectativas habían sido altas y había sido un fuerte golpe. 

Fuera nota el aire frío en su rostro y con ansias, casi con desesperación palpa sus bolsillos buscando alguna cosa, palpa con más fuerza. Necesita un cigarrillo, cuando nota a través de la tela la cajetilla introduce sus manos y lo saca, para colocar uno entre sus labios. Suspira, sin disminuir esa ansiedad lo enciende y es en ese momento donde todo él es inundado por una calor particular. Pero la razón no es el cigarro o la nicotina. 

" ¿Woo Ji-Ho? " Es un sueño, debe serlo, pero se gira lentamente hacía su derecha. 

La tiene allí. 

" ¿Eres consciente de cuántos elementos químicos hay dentro de ese tubito que podrían llevarte a un cáncer o hacía la muerte? " Ji-Ho sonrió al oírla soltar esa pregunta, le encantaba su voz. 

" No, pero me encantaría que me los dijeras. Uno a uno. "

Sólo podía sonreír mientras la oía enumerar todos aquellos elementos químicos y no tan químicos. 

Ella pensaba, mientras enumeraba cada uno de esos elementos, que porque el chico sonreía ante eso. Le parecía una manera de retarla, entonces, se haría oír. 

pour up › woo ji-hoWhere stories live. Discover now